viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Madrid Olímpico? No, gracias.



Quedan pocos días para la elección de la sede de los Juegos Olímpicos 2020. Tras ser desestimada en 2012 y 2016, a favor de Londres y Río de Janeiro, respectivamente. Ahora a la tercera, Madrid parte como gran favorita frente a Tokio y Estambul.

Desde 2003 – en pleno crecimiento de la burbuja- se intentó lograr este evento. Hoy, con la vista atrás, es fácil ver que hubiera sido todo un despropósito tal celebración. Por desgracia 2012, nos dejó “un mal sabor de boca” a todos los españoles, y a más de 6 millones algo mucho peor que “un mal sabor de boca”. Subida de impuestos, bajada de sueldos, congelación de pensiones, desempleo creciente, recortes sociales y crispación, mucha crispación. Todo ello, aderezado con mentiras, una tras otra, y evidencias  sangrantes de corrupción en nuestras instituciones.

Es indudable e indiscutible, que desde el punto de vista exclusivamente deportivo, la celebración de unos Juegos Olímpicos, suponen un gran aliciente para el deporte del país anfitrión.

También es innegable, que Madrid cuenta con una buena infraestructura deportiva, así como en establecimientos hoteleros, espectáculos, restaurantes, centros de convención, de ocio, etc. Y respecto a su red de transportes, poco se puede decir en sentido negativo.

Ahora bien, ¿son estas razones suficientes en la actual situación de crisis, mientras la deuda pública sigue ascendiendo, el déficit público sigue existiendo (apenas se reduce realmente) y sin que veamos a medio largo plazo la contención y reducción de ambos parámetros? Yo pienso que no.

Estadio La Peineta
La rentabilidad puramente económica de unos Juegos Olímpicos, es algo muy cuestionable. Suelen servir de estímulo de la inversión pública, para la construcción de infraestructuras y equipamientos, que posteriormente quedan incorporados al patrimonio de la ciudad elegida, enriqueciendo esta. En este caso nuestro, se deberían de terminar algunas instalaciones (Estadio La Peineta) y construir alguna nueva de carácter deportivo y residencial (Villa Olímpica) y poco más. Luego este factor positivo es casi inexistente en Madrid.

A continuación, otro de los factores económicos a tener en cuenta sería el flujo monetario que acarrea su celebración -Televisión, Publicidad, Merchandising, Venta de Entradas, Visitantes foráneos, etc.- cuyo beneficio neto es irrelevante y más si de su conversión a impuestos -dinero público- hablamos.
Villa Olímpica

Otro factor positivo a tener en cuenta es la creación de empleo. Pero un empleo temporal y efímero, asociado al sector servicios principalmente. Comparable al del ya tristemente famoso “Plan E”, cuya buena intención se convirtió en un dispendio.

Y por último, la valoración de un intangible como es la imagen, en nuestro caso “Marca España”. Muy deteriorada por la corrupción vivida, que a día de hoy su esclarecimiento y resolución contundente, serían el mejor lavado y no unos Juegos Olímpicos inoportunos e interesados, por los de siempre.

1 comentario:

  1. http://jovenesconopinionyganasdetransmitirla.blogspot.com.es/2013/08/comparaciones-que-sacan-los-colores-y.html

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