Esta crisis que padecemos, va a llevarse o se ha llevado ya, derechos fundamentales como el enunciado en el artículo 35 de nuestra Constitución de 1978: “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”.
Las causas de esta crisis ya han sido expuestas en anteriores artículos: La burbuja inmobiliaria y el endeudamiento irracional. Las soluciones propuestas, van dirigidas contra el artículo 35 de nuestra Constitución: Más impuestos, menos sueldos y más precariedad en el trabajo. No se acomete una política más justa contra el exceso de beneficio empresarial, ni el libertinaje de los precios, ni contra la corrupción o el fraude, ni para mejorar nuestra estructura política del Estado. No.
Una circunstancia agravante, exclusivamente política, que engloba muchos de los factores negativos expuestos ha sido y es nuestro régimen autonómico.
La estructura de España en comunidades autónomas se articula también en la Constitución Española de 1978, que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las regiones y nacionalidades que componen el Estado. La división política y administrativa de España tiene forma de diecisiete comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla.
Ello conllevó la creación de sendas estructuras políticas – gobiernos, parlamentos, organismos y empresas – que convirtió España en un auténtico disparate.
Ya en su momento el genial Fernando Vizcaíno Casas (1926-2003), abogado, periodista y escritor, en su libro “Las Autonosuyas" (1981), posteriormente llevado al cine, parodiaba el desatino de tal división política de España. Hoy, más recientemente Joaquín Javaloys, escritor y economista del Estado, en su libro premonitorio “El Ocaso de las Autonomías” hace un estudio histórico, analítico y entretenido de esta sinrazón en el que hemos convertido nuestro Estado.
El ahorro y la mejora de la gestión, con un sistema verdaderamente eficaz, dimensionado y responsable, supondría una inyección moral y económica a nuestra ya maltrecha situación. ¿Por qué no se hace nada? ¿Por qué nuestros políticos ignoran las soluciones fáciles y no traumáticas? ¿Qué hay detrás del interés en mantener la situación actual? ¿Para quién gobiernan nuestros políticos?. Hay tantas preguntas sin respuesta, que al final se responden solas: CODICIA, CORRUPCIÓN Y FRAUDE.
Discrepo ya que centralizar todo sería poco fexible para el ciudadano. Para ser flexible se necesita horizontalizar las instituciones. Para mi centralizar es un erro. Creo que el actual sistema de 17 autonomias es correcto. Pero eso no quiere decir que se pueda mejorar y mucho su estructura y dimension.
ResponderEliminarUn saludo
En ningún momento hablo de centralizar, sino de gestionar bien, con eficacia, honradez y honestidad: ¿Hacen falta tantos parlamentos? ¿Que hace el senado? ¿Para que están hoy en día las diputaciones? ¿Por qué cada pueblo, por pequeño que sea, tiene un ayuntamiento? etc, etc.
EliminarHay que acabar con la mamandurria de 80.000 políticos en España, que solo buscan su interés y obvian el interés público.
Esto no es centralizar.
Estoy de acuerdo con Adan Esmit, no es cuestión ni de centralizar ni de descentralizar, es cuestión de analizar el sistema de administración, si lo que se instauró en el 78 sigue teniendo sentido, si se puede mejorar o hay que empezar de cero, pero lo que está claro es que como mínimo, lo que tenemos es ineficiente, con propensión a corromperse y tremendamente caro. Muy buen post!
EliminarGracias por tu apoyo Mr. Fahrenheit. La verdad es que yo coincido también contigo en muchos post de tu blog http://ecofinahorro.blogspot.com.es/
EliminarAsí que de seguir así, tendremos que plantearnos una fusión de blogs.
;-)
Un cordial saludo
El problema no son las autonomías, si no la falta de control de la gestion. No solo control por parte de las administraciones si no tambien de los ciudadanos.
ResponderEliminarEsta web es muy interesante y reveladora. espero que sirva de ayuda.
http://loquepodemoshacer.wordpress.com/2012/03/18/creando-una-ola-de-repudio-contra-la-corrupcion/
Por favor, no junten blogs ya que el coste para el lector es cero y así tenemos más variedad de opiniones. Lo mismo para las autonomías pero siempre racionalizando el coste. Yo quitaría diputaciones y senado. Y por supuesto cambiaría ley electoral pero eso ya es otro tema.
ResponderEliminarA la pregunta de si son necesarios tantos parlamentos autonómicos, bueno la pregunta lleva decadas en el aire.... fué correcto el "café para todos" del señor guerra??. Aqui siempre nos quedamos a medias... entre el centralismo de corte frances y el espiritu pactista federal de los territorios de la parte oriental de la peninsula... El estado se estructura como centralista, pero las fuerzas perifericas son poderosas desde el siglo XIX, así tenemos por ejemplo un congreso y una ley electoral inspirada en Hom cuando subyace un estado pseudo-federal autonomico. Tampoco estoy de acuerdo con un sistema puramente proporcional (como reclamaris UPyD) porque penaliza los territorios menos poblados. Yo iria a un sistema mixto con un minimo de diputados por autonomia y un criterio proporcional despues, y por supuesto una circunscripcion unica autonómica, por otro lado el senado o lo quitamos, o que salgan directamente de los parlamentarios y cargos autonómicos y que se dejen de conferencias de presidentes, por último el sistema de financiacion federal y responsable de cada una de las autonomías desde el principio, y por supuesto que no haya que pasar por el gobierno central necesariamente para llegar a acuerdos de preferencia de las inversiones, que las autonomias pudieran establecer estas entre ellas también..., diputaciones fuera por supuesto... lo importante es que cada autonomía se haga responsable de sus necesidadades y financiación, establecer un fondo justo de solidaridad interterritorial y adelgazar el Estado, lo que no es de recibo es que dependeiendo del color del gobierno central las autonomias reclamen o se comporten de un modo u otro
ResponderEliminarDe acuerdo. En general hay muchas opiniones y todas coinciden en que es necesario cambiar este asfixiante sistema que nos lleva irremediablemente a la insolvencia, tanto de las CC.AA. como del Estado.
ResponderEliminarLas claves de estar como estamos creo que son tres. La falta de techo del Capítulo 8º de la Constitución, que no pone fin a las transferencias logrando que nuestro estado siempre esté en obras y en constante litigio estado-autonomías es la primera. La segunda, que la descentralización, el intenso proceso de traspasos de competencias se realizó de una manera precipitada, sin analizar previamente qué servicios pueden prestarse mejor en el ámbito nacional y cuales en el ámbito autonómico, tal vez porque ese análisis no interesaba a los políticos. De lo anterior ha resultado que hemos descentralizado teniendo en cuanta únicamente la conveniencia de los partidos, que ante situaciones coyunturales apretaban al estado y éste, por los mismos motivos, cedía. El tercer factor es la impresionante avidez de cargos dependientes del erario que tienen los partidos. Para colocar a cientos de miles de militantes nada mejor que el chollo autonómico, que crea y multiplica cargos y puestos para la casta política sin tener en cuenta la opinión de los ciudadanos ni la utilidad o no de los puestos creados.
Al final, lo que estúpidamente se bautizó como "café para todos" ha acabado en café con leche, cruasanes, galletas, sándwiches, zumos y huevos con bacon, pero no para los ciudadanos, ni siquiera para las CC.AA., sino que para los partidos políticos.
Por cierto, el libro "El Ocaso de las Autonomías" de Joaquín Javaloys puede descargarse gratis desde www.recortesparatodos.com
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Gracias por tus comentarios, creo que estamos en sintonía con el tema del régimen autonómico.
EliminarEn cuanto al libro de Joaquín Javaloys, también puede descargarse desde esta página en el post, pinchando sobre el título (toda una generosidad de su autor).
Saludos y nos seguimos leyendo.
La Constitución de 1978 habla del DERECHO de regiones y nacionalidades (14) a ser autonomías, pero no dice que TODAS tengan que convertirse en comunidades autónomas y ni mucho menos que se tengan que crear NUEVAS entidades (17). Como todo el mundo debería de saber 'Cantabria', 'La Rioja', 'Castilla y León', 'Madrid', 'Castilla la Mancha' y 'Murcia' son unos inventos de 1981, pactados por la UCD y el PSOE. El caso más flagrante es el de las tres provincias leonesas, obligadas a formar parte de un ente castellano cuando nunca lo fueron ni menos aún lo refrendaron.
ResponderEliminarAsí pues, aunque Monarquías, Repúblicas y Dicturadas mantuvieron durante siglos el mismo esquema territorial (y por tanto una región de León formada por la provincias de Salamanca, Zamora y León). Pero finalmente fue una monarquía parlamentaria la que por arte del 23-F, Peces Barba y Martín Villa trastocó el mapa y nos borró a los leoneses del mismo...
El problema no son LAS autonomáis, sino el ABSURDO mapa autonómico que el 31 de julio de 1981 aprobó la UCD y el PSOE, con el beneplácito del PCE y AP, y como no de CiU y PNV. Un nuevo mapa creado por los intereses de la burguesía madrileña, vallisoletana y toledana, en donde las amistades con el sector inmobiliario, financiero, eclesiástico y energético lo decidieron todo.
Más que cuales o cuantas regiones formasen una Comunidad, el gran problema surge de su organización como miniestados, con duplicidades, grandes estructuras políticas -gobiernos, parlamentos, etc.- que más que ayudar a gestionar causan en si mismas un problema de agilidad, de despilfarro y de intereses contrapuestos, que desmiembran el sentido único de la eficiencia próxima e inmediata.
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario
Cuando se le dice que no a las autonomías, es un no a los segundos parlamentos paralelos al central, hacer una segunda ley y un segundo presupuesto ¿para qué? para justificar más de 1.000 sueldos, para multiplicar cada ley por diecisiete proceso de creación de leyes, y tener una ley distinta para cada región.
ResponderEliminarEs un absurdo, Francia tiene más superficie que España y unas solas cortes, en la distribución territorial tiene 29 regiones con un gobierno regional que da cuentas al gobierno central del que es un nivel intermedio, las regiones administran una media de cuatro provincias con características comunes.
No hay conflictos de competencias, ni consejos sectoriales para armonizar, porque hay una ley para todos la misma y en los gobiernos regionales como mucho tienen potestad legislativa.
Hay que ser pragmático y no sequir comulgando con ruedas de molino.