sábado, 26 de noviembre de 2022

¿Por qué el continuo ataque a VOX?

Carla Toscano, durante su intervención
Lo ocurrido el pasado miércoles 23 en el Congreso tras la intervención de Carla Toscano y su comentario a la ministra de Igualdad, Irene Montero: “el único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias se desató una campaña increíble tildando el discurso de machista. Eso sí, tratando de desviar la atención sobre la conocida ley de “Solo sí es sí” cuya aplicación está llevando a revisar condenas al haberse reducido los mínimos de seis a cuatro años (art. 179 CP) sin distinguir entre abuso y agresión.

Que un acreditado y veterano periodista de corte conservador, aparentemente liberal, haya acusado de malos modales y mensajes machistas a la formación política es, no ya increíble, sino esperpéntico. Quizás su verdadero temor es perder esa relación e influencia que desde tiempos remotos siempre ha tenido en el gobierno con alguna sonada excepción.

Un joven Abascal, rodeado e increpado
VOX es un partido conservador, de Derecha, que se forma tras una escisión del Partido Popular entre 2012 y 2013.  Cristina Seguí, José Antonio Ortega Lara, José Luis González Quirós, Santiago Abascal o Ignacio Camuñas, figuraban entre sus promotores. Posteriormente en 2014, tras abandonar el Partido Popular, Alejo Vidal-Quadras fue elegido presidente. Y tras unos desencuentros entre los citados, que abandonaron el partido, fue elegido Santiago Abascal (Bilbao, 1976). Esto se produce en pleno mandato de Mariano Rajoy con mayoría absoluta y cuya tibieza de gobierno nos ha llevado hasta donde hoy estamos.

Ya en 1999 con 23 años, Santiago Abascal era concejal en Llodio (Álava), posteriormente diputado en el Parlamento vasco para ya en 2019 ser diputado nacional.

Una trayectoria muy definida, vocacional y de mucho valor. Un muchacho joven, en primera línea, en los llamados “años de plomo” cuando ETA asesinaba vil y cobardemente a ciudadanos por el mero echo de ser policía, militar, político o jurista. Amenazado por la banda terrorista nunca demostró temor o miedo alguno.

Santiago Abascal, presidente de Vox
Así VOX pasó de unas decenas de miles de votos (0,20%) en las elecciones de 2016 a varios millones (15,20%) en las elecciones de 2019. Mientras que durante esos años se juzgaban las tropelías cometidas por el Partido Popular.

VOX es un partido que transmite un mensaje claro, que podrá gustar más o menos, pero nada más: España es una nación indivisible. Ley y orden. No a la inmigración ilegal e irregular. El comunismo es una lacra y un régimen criminal. No a las leyes sexistas.

Que los poderes mediáticos y el poder económico también lo desestimen, es algo altamente sospechoso.

¿Qué temen?

Decía el otro día un veterano periodista, Raúl del Pozo, en su habitual columna de El Mundo: “La desconfianza de los ciudadanos ante unos políticos mediocres e incapaces aumenta, pero no saben quitárselos de encima”.

Pues eso.