lunes, 7 de diciembre de 2009

UNA ECONOMÍA INSOSTENIBLE (BENEFICIOS SIN LÍMITE)

La obtención de beneficios sin límite, buscando cada año aumentar los ratios, es una de las principales causas de la crisis en nuestro país. Ya lo dijo hace unos meses el gobernador del Banco de España, "el exceso de beneficios, es una de las causas de la crisis".  Junto con la corrupción que se mostró sin pudor con la especulación del suelo, de la vivienda y los contratos de las Administraciones Públicas, con especial énfasis en la construcción.
No basta con aumentar el volumen o cifra de negocio y consecuentemente el beneficio, no. Es necesario también mejorar el ratio. O sea, si antes ganaba el 20% de 100 (=20), ahora no me conformo con el 20% de 150 (=30), quiero ganar el 24% de 150 (=36) y asi indefinidamente. Aunque para ello tenga que despedir a "x" trabajadores. A mi estos "personajes" me hacen recordar a Tio Gilito. Pero lo triste es que lo que ocurre no es para broma. Hemos visto como en poco más de un año han ido al paro más de dos millones de trabajadores, sin que por ello se haya resentido el sistema. Un auténtico drama para muchas familias que han visto como su "modus vivendi" desaparecía, teniendo que acudir a la ayuda de familiares, amigos o instituciones de caridad. Recientemente, un estudiante que acudió al Congreso para leer un artículo de La Constitución en un acto conmemorativo, puso en evidencia a más de uno al recordar que el derecho a la huelga, no se estaba ejerciendo en momentos tan graves y delicados.
En el cuadro siguiente (ver fig. 1), podemos observar como en la década 1999-2008, empresas de las más importantes de nuestro país, de diversos sectores, apenas se han visto resentidas por la crisis (2007-2008), pero en cambio el capítulo de los gastos de personal se ha visto reducido notablemente, comparativamente hablando. 
FIG. 1
David Ricardo (1772-1823), estaba seguro de la existencia de un antagonismo sin remedio entre los salarios y el beneficio, éste no podía aumentar y viceversa. Fué Alfonso Guerra, Vicepresidente del 1º Gobierno Socialista, quien lo citó como referencia académica.
La verdad es que tiene que haber un punto de equilibrio entre el beneficio empresarial - tasa de retorno para el capital invertido- y un crecimiento de los salarios ligado a la productividad - cuya máxima expresión es el beneficio-. En el cuadro siguiente, ver fig. 2, se puede observar como la productividad ha mejorado mucho en estos años, a costa básicamente de los salarios. Si expresamos la productividad, como el cociente entre el beneficio o resultado de explotación y los gastos de personal -salarios y cargas sociales- , tendremos:

FIG. 2

Si además nos fijamos en la evolución del valor bursatil de la acción, todas las empresas han superado la crisis, con alguna excepción, duplicando o triplicando a día de hoy su valor de 1999. Incluso los máximos de 2007, en la precrisis, son o están a punto de ser superados en algunas de ellas.
Por todo ello es fundamental que de una vez por todas  haya una negociación laboral equitativa, con interlocutores capaces y ejemplares, que se fijen criterios objetivos en la política salarial, que empleado y empleador participen del éxito de la empresa. Que no quede en demagogia el dicho de que los Recursos Humanos son el mayor activo de una empresa. ¡PODEMOS!