Nuevo artículo dedicado al sistema público de pensiones que
es objeto de “alarmas políticas” por su "generosidad" y "falta
de soporte económico". Respondiendo como siempre a la lucha por el poder y
a la defensa de intereses particulares y no generales. Veamos.
En anteriores artículos, a lo largo de estos años, abordé la
diferente problemática al respecto:
Sanidad, Educación y Pensiones (sep-2011)
Pensiones, demografía y familia (dic-2013)
Pensiones, ¿seguimos sin soluciones? (may-2015)
La hucha de las pensiones (mar-2016)
Despido, desempleo y pensión (sep-2018)
Ahora vamos a basar este análisis de hoy en los ingresos, los gastos del sistema y las prestaciones que da, para tratar de buscar una solución, que siempre debe pasar por pagar más, ya sea vía cotizaciones o vía plan privado. Lo qué se traduciría en un sistema mixto.
Así en base a los presupuestos de 2023 tenemos:152 mil millones de cotizaciones.
Este capítulo de ingresos requiere de unas trasferencias de casi 39 mil millones para equilibrar las cuentas. Esto supone un plus del 25,5% sobre la recaudación de cotizaciones. La ecuación es fácil, principio básico de la Economía:
Ingresos-gastos=0
No puede ser que a través de la inflación, sueldos y pensiones vean perder su poder adquisitivo como ya ocurrió a partir de 2007, mientras el beneficio empresarial sigue batiendo récord de forma sistemática, una vez superadas las diferentes crisis. Los ricos más ricos y los pobres más pobres.
169,5 mil millones en pensiones (98,3% de contributivas) que suponen el 85,3% del gasto total en operaciones corrientes. Por su parte en este capítulo de gastos corrientes hay otras partidas importantes como son; la incapacidad temporal, natalidad, ingreso mínimo vital, protección familiar y atención a la dependencia que suman casi 23 mil millones. De forma que el total de gastos corrientes sube a más de 198 mil millones de euros.
Hoy en día las bases de cotización son: 56.646 € la máxima y
15.876 la mínima, coincidiendo esta con el SMI. Una cuestión para mi muy
negativa es que las bases mínimas de los grupos 1, 2 y 3 son muy bajas, lo que
permite contratar personal cualificado por debajo de lo que debiera ser normal,
sorteando otras estipulaciones como son los convenios sectoriales, dando pie a
la picaresca, tan característica de nuestra idiosincrasia.
Los porcentajes actuales de cotización son: 30,48% a cargo
de la empresa y 6,47% a cargo del trabajador (S.E.U.O.). Porcentajes que apenas
se han visto incrementados desde 1982 (27,28% y 4,82% respectivamente (BOE núm. 39,
de 15 de febrero de 1982), sin tener en cuenta la cotización de las empresas a
la Seguridad Social para la cobertura de la contingencia de accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales que se fijaban en el RD 2930/1979,
variable en función del sector y actividad. Todo ello con base al Decreto
2065/1974, de 30 de mayo, por el que se aprobaba el texto refundido de la Ley
General de la Seguridad Social, ya derogado.
No obstante, las campañas para desacreditar el incremento de las cotizaciones, como si todo fuera gratis, se han visto potenciada en los últimos tiempos con el gobierno socialista de Pedro Sánchez. Ya ocurrió antes con Felipe González, hace más de 40 años. Ver artículo Las pensiones y el PSOE (abr-2024).
Aunque hoy en día estamos en línea con Europa en cuanto a impuestos
sobre el trabajo (ver gráfico):
Sobre la mesa política hay dos cuestiones, una sería rebajar
las pensiones y la otra incentivar los planes privados. Ahora bien, ¿qué se
pretende con ello? ...pues primero que las cotizaciones no suban más y después
que se destine parte de la retribución a un plan privado gestionado por una
entidad financiera, ya sea un banco o una compañía de seguros. Esto está bien,
pero hay que tener en cuenta la capacidad de ahorro de un trabajador medio para
establecerse un plan de pensiones. No vale para todos.
Partiendo de la hipótesis de un incremento de precios (IPC)
nulo y un tipo de interés cero, con objeto de no hacer proyecciones que pueden
fallar en su evolución. Es decir, lo hacemos con euros constantes, llegamos a
los siguientes resultados:
Así, por ejemplo, una persona que haya cotizado durante 37 años por la base mínima rescatará el 85,24% del total cotizado en 18 años, tras la jubilación. Otro que haya cotizado los mismos años por la base máxima rescataría en el mismo tiempo, 18 años, el 75,87%. Consideramos 18 años en base a una jubilación a los 66 años y una esperanza de vida de 84 años.
Hoy la pensión media del
R.G. (mayo-24) es de 1.601 € lo que supone el 69% del salario medio.
En conclusión, o resumen. Para mi la mayor amenaza que tiene el
sistema es una crisis que genere una alta tasa de desempleo y en consecuencia
un déficit insostenible, junto a un bajo reemplazo generacional que merme
además la población activa, mientras aumenta la pasiva. La mayor esperanza de vida ya la tenemos.
Por lo que ya sea vía cotizaciones, vía plan de pensiones o un sistema mixto, todo pasa por pagar más si queremos que la pensión constituya un ingreso suficiente para la etapa final de la vida.
Dejar de buscar el
enfrentamiento intergeneracional y fomentar la natalidad.
Recuerdo un artículo de John Müller en ABC “Pensión autodestructiva” (may-23) comentando un estudio empírico qué confirmaba la relación negativa entre pensiones y natalidad. Absurdo, como si los hijos se tuvieran para cuando eres mayor y la pensión no te llega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario