sábado, 29 de noviembre de 2014

Sonrisas



Padre Ángel
El pasado viernes día 21 tuve la oportunidad de asistir a la presentación de la organización “Sonrisas Azules” creada hace unos meses por un grupo de policías nacionales, que conscientes de la ilusión y alegría que producían en los niños la presencia de agentes uniformados, decidieron poner en marcha la asociación para llevar esa sonrisa tan necesaria a todos aquellos
José Arroyo
niños que por una u otra circunstancia, no sonríen todo lo que debieran.

La presentación corrió a cargo de su presidente José Mª Arroyo Bravo (@Mr Shumer enTwitter) y tuvo como padrino de honor al Padre Ángel de Mensajeros de la Paz. No cabía pues mejor aval que su presencia para impulsar a esta organización.
Tras la idea inicial de “Sonrisas Azules” se sumaron otras sonrisas. “Sonrisas Verdes” que nace dentro de la Guardia Civil y “Sonrisas Naranjas” que lo hace desde dentro de los servicios de
Rastrillo
Protección Civil y Policía Local. Ambas organizaciones también tuvieron su representante en la presentación.
El acto duró una hora, que supo a poco, a la vista de la gran ilusión con la que todos sus miembros intervenían y la atención que prestábamos el público asistente.
Exposición de Paco Huertas
En la antesala se pudo ver una exposición de fotografía solidaria de Paco Huertas y también adquirir en un pequeño rastrillo objetos –camisetas, pulseras, etc- recordatorio de la efemérides y como no, ayudar económicamente a la asociación.
Por último, desde estas líneas os animo a conocer a “Sonrisas Azules”, “Sonrisas Verdes” y “Sonrisas Naranjas”: Sonrisas (pincha el link y conócelos)

LOS NIÑOS, NIÑOS SON.

domingo, 16 de noviembre de 2014

España, una democracia en peligro



Así es, tras estos casi tres años de gobierno del Partido Popular, no hay parangón posible con otra época reciente, que no sea la década de los años 30 del pasado siglo XX.
Con un aparente fuerte gobierno, secundado por una mayoría absoluta, hemos asistido a un desprestigio de las instituciones que no augura nada bueno.
El mapa político español está desecho. De ahí la surgencia de Podemos, un partido de reciente creación que ante la sorpresa de propios y extraños se ha aupado a los primeros puestos de la preferencia electoral de los españoles.
Con la dimisión del rey Juan Carlos, se pretendió dar un nuevo impulso a la institución monárquica, pero hasta la fecha no se ve nada en el horizonte que anticipe una mejora o una esperanza. El sucesor, Felipe VI, lejos de protagonizar de acuerdo con sus atribuciones constitucionales, algún tipo de gesto que permitiera ver esa señal de cambio, de momento su perfil es más bien tibio.
Para mi la solución sería que el propio Partido Popular, salvo que se quiera autodestruir, sustituyese al actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y emplease este tiempo que queda en lanzar mensajes claros y contundentes para la regeneración política.
Algo que debiera de pasar por:
1º) Un plebiscito del sistema de Estado, que diera soporte democrático al actual rey Felipe VI.
2º) Una reforma del sistema electoral, donde los representantes sean elegidos de forma nominal y creando una circunscripción única a nivel nacional en el caso de elecciones generales.
3º) Reforma del Senado, dotándole de una representación de los distintos territorios históricos, donde se diluciden y acuerden las necesidades y los intereses de los mismos.
4º) Eliminación por tanto de los parlamentos autonómicos, que tendrían en el Senado su foro de debate y participación.
5º) Unas elecciones locales, autonómicas y nacionales, donde se elijan de modo directo a los alcaldes y presidentes.
6º) La desaparición “sine qua non” del Ministerio de Justicia, transfiriendo todas sus competencias al Consejo General del Poder Judicial, dejando todo el sistema judicial en manos de los profesionales de la justicia, promoviendo la elección de sus cargos de forma interina.
7º) Modificación del Código Penal, agravando las penas para los delitos de corrupción: cohecho, prevaricación, malversación de caudales públicos, etc. condicionando las penas a la devolución del importe sustraído y siendo agravante en su máxima acepción no hacerlo.
8º) Reforma de la Función Pública, estructurando la misma a las necesidades reales del país y acabando con todos los métodos de incorporación que no sean una oposición libre y transparente.
9º) Eliminación de todo asesor público que no pertenezca a la Administración General del Estado o sus símiles autonómicos y locales.
10º) Una comisión parlamentaria representativa de todos los ciudadanos deberá aprobar el déficit público y el nivel de deuda pública, al menos dos veces al año, coincidiendo con los semestres naturales.

Yo creo que con estas medidas, alejamos el peligro de desestabilización o involución. No podemos repetir nuestra historia mala.

sábado, 8 de noviembre de 2014

En la mala dirección



Aunque parezca mentira vivimos una situación muy complicada y alarmante. No hay día que no aparezca una noticia en los medios, denunciando una actitud delictiva o un comportamiento indigno de algún político o asimilado.
El ejemplo y la motivación brillan por su ausencia.
Cierto es que aparentemente no pasa nada, que nos haga parecer una nación o un país desestabilizado. Pero eso es algo que también se produce de forma casi espontánea y entonces ya, a veces, es tarde.
Durante muchos años se ha ido gestando una verdadera mafia alrededor de los dineros públicos. De los presupuestos del Estado y de otros organismos autonómicos, municipales o empresas públicas. Un verdadero desastre. Un colectivo minoritario pero con el número y capacidad suficiente para dilapidar y expoliar cientos de miles de millones de euros de los bolsillos de los ciudadanos.
Primero fue con la burbuja inmobiliaria y el descontrol del precio de la vivienda. A la sazón se metía mano en los dineros de los contratos públicos, que a su vez se engordaban para poder satisfacer tanta codicia. Más tarde se utilizaron las ejemplares, hasta entonces, Cajas de Ahorro, para detraer aún más dinero de los ciudadanos. Lujos y vicios fueron pagados con nuestro dinero. Cuando el escándalo parecía inevitable, se empezó a recortar en servicios básicos como la sanidad o la educación. Más tarde las pensiones. Todo valía para tratar de dilatar en el tiempo la bancarrota a la que nos habían llevado los gobiernos de los últimos 20 años.
Mientras, la Justicia; desbordada, sin medios y fuertemente condicionada por los otros dos poderes del Estado, difícilmente podía y puede hacer nada ejemplar y determinante.
Muchos inmigrantes que vinieron en busca de un mundo mejor, tuvieron que marcharse. También muchos españoles, jóvenes sobre todo, han ido a otros países en búsqueda de un futuro más motivador y esperanzador que el que esta caterva de golfos, sinvergüenzas y delincuentes, nos han dejado. Una lacra social.
La solución ya no es fácil. Son muchos los implicados y muchas las instituciones u organismos afectados.
Difícil es ya encontrar el grupo de personas necesarias, que comprometidas con el interés general y con una labor muy compleja por delante, consiguieran en unos meses, quizá años, devolver la confianza y la ilusión que todo pueblo necesita para que sumando fuerzas, sacrificios y trabajo, volver a la senda que nunca debimos de abandonar.
Solo con el trabajo, el esfuerzo, la solidaridad y la buena conciencia, se consiguen resultados satisfactorios para todos.
Y es con el delito cobarde e impune, la insolidaridad, la codicia y el desprecio al ser humano, como se consigue lo que desgraciadamente estamos viviendo.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Como toman los grandes líderes las decisiones



Marillyn Hewson

Todos sabemos que los líderes tienen que tomar decisiones difíciles todos los días. Sin embargo, es cómo toman esas decisiones lo que marca a los mejores líderes.
Al abordar una decisión difícil, las habilidades y la experiencia de una persona sola no son las que lo conseguirán. Es por eso que los mejores líderes se rodean de personas que ofrecen diversas opiniones, complementan sus habilidades y no tienen miedo de sugerir un enfoque diferente.
Es por eso que me esfuerzo en fomentar un ambiente donde puedo conseguir el mejor pensamiento de mi equipo, escuchar el mejor consejo de los expertos y tomar las mejores decisiones para la organización.
Por supuesto, usted no necesita ser un ejecutivo para tomar decisiones importantes. Cada posición viene con opciones críticas todos los días. Aquí hay tres maneras en las que usted puede asegurarse de que siempre está tomando decisiones inteligentes, cualquiera que sea su papel:
1ª. Rodéese de personas que sean diferentes.
El empresario y legendario
líder de negocios Richard Branson, dijo una vez: "No tengan miedo de contratar a disidentes. Alguien que piensa un poco diferente puede ayudar a ver los problemas como oportunidades e inspirar energía creativa dentro de un grupo".
Es la naturaleza humana la que hace gravitar hacia las personas que son similares a uno. Sin embargo, si se basan en el mismo tipo de gente todo el tiempo, nunca irá más allá del status quo.
La diversidad es la clave para la innovación. Busque a las personas con diferentes orígenes, diferentes experiencias y puntos de vista diferentes. A continuación, asegúrese de que todas estas perspectivas únicas son escuchadas e incluidas en su trabajo. Al fomentar un ambiente que abraza y celebra las diferencias, el equipo va a llegar a ideas más creativas y mejores formas de avanzar.
Mediante el cultivo de una cultura de inclusión, donde la experiencia de cada uno es valorada por los conocimientos que puede aportar, tendrá la mejor información disponible a la hora de tomar una decisión.
2ª. Saber lo que no se sabe.
Contratar a personas más inteligentes que tú, y escucharlos. Los grandes líderes tienen que conocer sus fortalezas, sus debilidades y cómo tener éxito con ambos. Si te convences que lo sabes todo, dos cosas van a suceder. En primer lugar, usted estará equivocado. Y en segundo lugar, que se van a tomar las decisiones equivocadas.
Así que si usted es un líder, no se sienta amenazado por los expertos que son más inteligentes en determinadas áreas temáticas o mejor en ciertas habilidades. ¡Búscalos! Construya un equipo lleno de personas que complementen sus habilidades y llenen en sus lagunas.
3. Decir sí a las personas que te pueden decir que no.
Cuanto más alto se levanta en una organización, cuanto más lejos se está de la línea del frente, es por lo que se necesita gente en todos los niveles que tienen el coraje de decirte honestamente lo que está funcionando y lo que no lo está. Y cuando no están de acuerdo, no pueden tener miedo de decirlo.
Por supuesto, esto es más fácil decirlo que hacerlo. Usted no quiere construir una cultura combativa - donde la gente encuentra fallos sólo por el bien de ella. En su lugar, desea fomentar una cultura de colaboración - donde todo el mundo  siente un interés compartido en forjar el mejor camino hacia el éxito.
Cuando pienso en los dirigentes que hicieron esto bien, a menudo pienso en Kelly Johnson, un pionero de la aviación y uno de los líderes legendarios de Lockheed Martin. Casi cada avance en la aeronáutica desde hace medio siglo, tenía huellas de Kelly. En gran parte porque él sabía exactamente cómo sacar lo mejor de sus equipos.
Kelly llevaba un bolsillo lleno de monedas a casi todas partes donde iba. ¿Por qué? Debido a que tenía una apuesta de pie con todos los que trabajaron para él. Si querían estar en desacuerdo con él, para ofrecer una mejor sugerencia o un punto de vista diferente Kelly estaba dispuesto a escuchar. Y si estaban en lo cierto, que tendría que pagar con un cuarto.
El acto era sencillo, pero el mensaje era claro. Una buena idea puede venir de cualquier parte. Cualquier persona que quería hablar se escuchaba, incluso si eso significaba no estar de acuerdo con el jefe.
Ha sido un largo tiempo desde el primer día de Kelly Johnson, pero hemos trabajado para mantener a esos mismos valores vivos en Lockheed Martin, a lo largo de nuestra historia. Es por eso que siempre buscamos líderes que valoran diversos equipos, que saben lo que no saben y que no tienen miedo de escuchar la palabra "no".
Con estas tres reglas me aseguro que estoy tomando las mejores decisiones para mi organización. Me encantaría escuchar tus ideas. Compartir tus pensamientos en los comentarios a continuación.

Lockheed Martin, Chairman, President and CEO