domingo, 16 de enero de 2011

¿ELECCIONES ANTICIPADAS?...¡NO, GRACIAS!


Una de las señales más inequívocas de inestabilidad de un país o nación es la convocatoria de elecciones anticipadas. Justo lo contrario de lo que ahora necesitamos.
Gobernabilidad, seriedad, rigor, estabilidad, normalidad, deben de ser la tónica actual para que el grado de confianza en nuestro país no sólo, no se deteriore, sino que aumente. También lo contrario de lo que algunos practican. ¿Nerviosos o apresurados, quizás?
España, ha demostrado a lo largo de su historia y más fehacientemente en los últimos 35 años, que sabe ser un estado moderno, solvente y amante del progreso.
Sólo desde intereses inconfesables, se puede demandar un anticipo del calendario electoral. Todos sabemos que la prisa es mala consejera. Dejemos pues, que el gobierno actual termine su trabajo y nos ofrezca los resultados de su gestión. Nos explique que ha pasado, porque ha pasado y que ha hecho para corregirlo...
Actualmente el PP, con una clara ventaja en las encuestas de opinión y un suelo electoral reciente de casi diez millones de votos, frente a un suelo de ocho millones del PSOE, pugnan por casi tres millones de votos, que darán la victoria a uno u otro partido.
En el caso de que el PP, arrastrara la mitad de estos votos decisivos, se pondría en 11,5 millones frente a 9,5 del PSOE. Es decir la mayoría absoluta. Este parece el escenario más posible, si se dividen esos tres millones de votos que vienen decidiendo las elecciones generales desde hace años.
Ahora bien, ambos líderes, están cuestionados desde sus propias filas. Cada uno por motivos distintos. En el PSOE, algunos creen que ha llegado la hora del relevo. En el PP, otros, nunca han confiado en el líder, que sólo le veían como una solución temporal, no más allá de 2004. ¿Puede estar aquí la clave de lo que ocurra en 2012? Probablemente sea así. Analicemos. El PSOE, debería de arrancar más de dos de los tres millones de votos que pululan o pululamos de un lado a otro. Tarea difícil, si no se mejora notablemente la economía española. Que pasaría por crear en este año al menos un millón de empleos, o sea diez veces más de lo que las autoridades económicas prevén.
No hay que olvidar tampoco la abstención, por desencanto de los electores al no ver ni en unos ni en otros, verdadera voluntad y/o capacidad de solucionar los problemas.
Bien, entonces volviendo al posible cambio de líder, en el PSOE, no hay ahora una figura, bajo mi punto de vista, que pudiera servir de catalizador. A Javier Solana, le veo ya mayor. Alfredo Pérez Rubalcaba, solo valdría para sujetar algo el desastre, pero no para servir de revulsivo. Carme Chacón, Leyre Pajín o Trinidad Jiménez conducirían a un desastre mayor. José Blanco, es un gran segundo, pero no daría la talla de “premier”. Tomás Gómez, impulsivo e impaciente, todavía tiene que pasar el test de Madrid. En fin, la tarea no es fácil. Por lo que parece más prudente y con mayores expectativas que repita José Luis Rodríguez Zapatero.
En el PP, peor. La gran posibilidad de tocar poder, está alterando mucho a la formación, pero con Rodrigo Rato en tareas bancarias, Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre, frente a elecciones locales, que difícilmente les permitirían aspirar al cargo en la próxima convocatoria. Cascos, dando patadas y tratando de crear un partido, en principio regional, luego ya veríamos, Mayor Oreja en Europa, Aznar en la sombra…todo parece indicar que Mariano Rajoy será el líder a opositar al gobierno.
Luego estamos como empezamos. Al PSOE, solo le queda la baza de un milagro económico de aquí a 2012. Posible pero difícil. Al PP, solo le queda esperar, que no sea así.
La tercera vía, de momento está sin madurar y tardará algún año en poder tener voz y voto, si consigue asentarse en nuestro sistema y aparece un líder con talla, que todavía no se ha visto.

sábado, 15 de enero de 2011

La verdadera economía

La verdadera economía, la del día a día, la que se produce con el consumo de los hogares –vivienda, alimentos, vestido, ocio, energía, telefonía, etc-, en la que todos participamos, es la que verdaderamente interesa. La economía que genera riqueza y desarrollo, no la virtual, que genera enriquecimiento ilícito y fortunas descomunales.Más de cuarenta y tres mil millones de euros, el 38% del total de la recaudación de impuestos en 2008, provienen del IRPF. Otros más de veinticuatro mil millones, del IVA. Entre ambos, casi el 60% del total de la recaudación. Más del doble del Impuesto sobre sociedades.
Con nuestros sueldos, nóminas o salarios, una vez cobrados, nos enfrentamos otra vez a la codicia. No vale con que hayamos colaborado en el proceso productivo. También quieren esquilmarnos cuando accedemos a los bienes de uso habitual y necesario. Me explico:


1º) ¿Quién no ha ido al hipermercado a llenar el carro semanal y se ha encontrado con esas estupendas ofertas: 3 x 2 ó 2ª unidad al 70% ó 2 x 1?.
Pues algunas veces, más de lo que sería deseable, algunas de esas ofertas no están codificadas, consecuentemente te las cobran sin oferta, y normalmente, con el follón que hay y el rollo de papel que te sueltan como ticket, no te das cuenta. Eso si no hablamos de la confusión que generan exponiendo artículos de envoltorios parecidos, precios distintos, que también conducen a error. Lo más curioso de todo, es que cuando haces la reclamación, le culpan al trabajador que coloca precios y productos o al ordenador central, que no pueden defenderse. ¡Puro “marketing”! Vale. Pero yo nunca me he encontrado con un producto equivocado que cobren menos. Siempre más. Algo que contradice la teoría de errores, que dice que el error accidental tiende a equilibrarse, una veces por más otras por menos.

2º) ¿Quién no ha necesitado en alguna ocasión de los servicios de un técnico -fontanero, pintor, albañil, etc-. Siempre trabajadores autónomos. O no ha necesitado, la reparación de un electrodoméstico o similar, a través de un servicio técnico autorizado que no oficial?
En ambos casos, nos encontramos otra vez con la picaresca en su grado “sublime”. Precios desorbitados, que rozan la estafa. Ofertas de no cobrar el IVA, para que te salga más barato. Facturas que no son tal. Etc.


3º) Para concluir, ¿cuántos engaños o intentos de engaño, nos encontramos en talleres mecánicos, agencias de viaje, operadores de telefonía, suministradores de gas y electricidad, etc.? Múltiples diría yo. Su ventaja, que protestan o protestamos pocos y la operativa es más que rentable.
Aquí, en el fraude al consumo, también las autoridades tenían que ser más enérgicas y dotarse de leyes, reglamentos y normas contundentes, ágiles y eficaces, que desterrasen estas y otras prácticas de nuestro sistema de consumo. ¿Por qué no se hace?

jueves, 13 de enero de 2011

¿Una década perdida?.....depende.

Hemos cerrado un año negativo para la bolsa española, -17,4%, una caída importante y más si la comparamos con otros indicadores como el Dax (+16,1%), el DJI (+11,0%) o el SP500 (+12,8%). Estamos por debajo de niveles a los que cerró en enero de 2001. Es decir, casi diez años perdidos. ¿Estaba entonces hipervalorada o está ahora infravalorada?. Ver gráfico intermensual e interanual del Ibex 35 con base Enero de 2000, a continuación:

Muchos analistas, apuestan ahora por un 2011, positivo para el índice español.
Yo creo también, que si va a ser un año positivo para la renta variable española. Pero habrá que seleccionar muy bien los valores donde invertir. Valores con buenos fundamentales, crecimiento o valor, dividendos interesantes, con deuda asumible y que no hayan obtenido una gran revalorización en estos años. Como pueden ser: Grifols, Acciona, Repsol, Indra, Telefónica, FCC, Ferrovial, Santander, Arcelor, Telecinco, BBVA, Sabadell, Gas Natural, Criteria, Bankinter, Popular y Gamesa. Fuera de este conjunto, también consideraría a Sacyr, que se ha visto muy penalizada por sus aventuras de crecimiento orgánico, pero que si hace bien los deberes, puede dar rentabilidades más que interesantes.

Si observamos el cuadro con la evolución en la década de diferentes índices y valores, si exceptuamos el Hang-Seng, con una evolución de un 52,36 %, el índice español ha tenido mejor comportamiento que el Dax, el DJIA o el S&P 500. Podríamos decir que ha sido la década del oro o del petróleo. Pero no de los índices bursátiles.

No obstante, si analizamos ahora la evolución de los diferentes valores que componen el Ibex 35, podemos observar como existen valores, con rentabilidades por encima del 600%, caso de OHL, o del 400% como ACS o REE. Y varios han superado rentabilidades del 200%, como Iberia, Inditex, Enagas o Abertis. Por abajo, en el pelotón de cola los bancos, Banesto, BBVA, Popular, Bankinter y Sabadell, que han cerrado la década con rentabilidades negativas, que van del -33,28 de Banesto al -1,44 del Sabadell. También Gamesa, Bolsas y Mercados y Gas Natural, cierran la década con rentabilidad negativa.
A la vista pues, de estos valores, se nos abre una década llena de incógnitas, como siempre. Sin entrar a valorar, situaciones geopolíticas – Irán, Corea, Venezuela-, que podrían afectar notablemente cualquier evolución, la que sea, de los índices, ¿qué perspectivas podríamos tener para un futuro inmediato?.


1º) En primer lugar, tenemos el problema de la deuda. Con sus implicaciones en cuanto a la estabilidad del euro. Parecería lógico, que este capítulo se cerrase ya, dado el consenso e interés de numerosos países en no entrar de lleno en una “guerra de divisas” ni en provocar un “default” de deuda soberana.
Seguimos pensando, además, que el euro sigue apreciado frente al dólar, y no le vendría mal otro recorte anual de un 10%-15%, de los niveles actuales.


2º) Las medidas tomadas por los principales bancos centrales, para aliviar la liquidez del sistema, también parecen ir en el camino correcto de dar confianza y propiciar una recuperación, aunque débil, sostenible.


3º) En un mundo tan estrechamente conectado y relacionado, donde el consumo resulta ser el combustible de la economía, no parece lógico, después de lo que "ha llovido" y de las medidas tomadas, se vuelva a repetir una jugada similar a la ocurrida. Al contrario, los sistemas han tendido a crear alarmas para detectar con antelación anomalías parecidas y a regular algunas prácticas indecentes, guiadas por la codicia. Aunque aún queda mucho por hacer.


En resumen, partimos de una nueva situación, con crecimiento más moderado que busca la estabilidad de los sistemas –déficit y deuda- necesaria para el desarrollo de una economía sostenible y solidaria, posiblemente.