domingo, 25 de octubre de 2020

«El chalet de Abascal»

Chalet de S. Abascal

Ayer, en algún medio, leía la noticia de que Santiago Abascal se había comprado un chalet de un millón de euros. En la misma había un afán de comparación con el chalet también comprado por Pablo Iglesias. Una forma de confundir a la opinión pública y poner a uno y otro a la misma altura. ¡Nada que ver!

Mientras el primero, responde a una persona que; los avatares de la vida, su trabajo y su inamovible posición política, le ha llevado a liderar un partido político conservador, que obtuvo en las últimas elecciones generales, 52 escaños, con más de tres millones de votos, lo cual sin duda le ha proporcionado unos ingresos notables, tanto como diputado como de presidente de su partido. Nunca ha cuestionado la propiedad privada y defiende a ultranza la libertad de mercado.

Por el contrario, el segundo, de perfil revolucionario desde su juventud, muy apegado a las teorías comunistas y populistas de la extrema izquierda, hijo de un militante del F.R.A.P., siempre ha cuestionado tanto la propiedad privada como la libertad de mercado, muy de acuerdo con el manual del comunista perfecto. Incluso llegó a decir que quien vivía en chalets se alejaba de la realidad cotidiana y del conocimiento de las necesidades del pueblo. Todo muy “guay” hasta que se vio con capacidad de comprase un chalet en un pueblo cercano al norte de Madrid. Y se lo compró. Dejó Vallecas y sus conversaciones con el panadero o el frutero, alejándose de la realidad y del conocimiento de las necesidades del pueblo.

El primero, nacido en Amurrio (Álava), junto con su familia convivió muchos años con la amenaza de ETA., algo que un conocido y veterano periodista define como “incomodas consecuencias” en su artículo dominical de hoy. ¡Incomodas consecuencias!...yo se lo preguntaría a las más de 850 víctimas vil y cobardemente asesinadas, entre ellas muchos niños y niñas. Otros y otras quedaron terriblemente mutilados.

S. Abascal cuando era concejal en Llodio (Álava)


El segundo ve razones políticas en la trayectoria criminal de la organización terrorista vasca. No necesita de más comentarios.

P. Iglesias visita a los etarras exiliados en Cuba

El primero aboga por el orden, la firmeza, la seriedad, la unidad de la nación española y la defensa de sus valores históricos.

El segundo defiende un régimen populista al estilo del “que disfrutan”; cubanos, venezolanos o norcoreanos. Donde los únicos privilegios los disfruta la clase política, sus familiares y allegados. Mientras el resto viven en la miseria, sin futuro y esperanza alguna.