domingo, 29 de mayo de 2011

La importancia de un voto

En Madrid, van a tener un alcalde con mayoría absoluta que no votan dos de cada tres madrileños censados. Sí, el 67,21% de los votantes de Madrid se han decantado por otras alternativas, incluida la abstención que tanto significado tiene. Esto no es nada más que un ejemplo de que algo tiene que cambiar. Pero nuestros políticos festejan (ver foto) estos triunfos tan rancios (32,79%), como si de verdaderos éxitos se tratara. Además, en esta ocasión ha perdido 120.952 votos respecto de la convocatoria anterior. Casi un 14% de su electorado en 2007, le ha dado calabazas o dicho que no. No podía ser de otra manera, si con cierto criterio y objetividad se analiza su gestión:

Ha puesto a Madrid a la cabeza de los ayuntamientos más endeudados de España, con una cifra de deuda contabilizada de 6.453 millones de euros a finales de 2010. Más de cinco veces la deuda del ayuntamiento de Barcelona (1.202 MM) o lo que también parece excesivo, el 61,52% del total de la deuda de todos los ayuntamientos de España con más de medio millón de habitantes. Deuda que hubiera sido superior en caso de haberse celebrado las olimpiadas en 2012 ó 2016, aparte del gasto que incurrió para su candidatura, que en la segunda intentona se podía calificar de despilfarro absoluto, pues se optaba contra una costumbre no escrita pero sí histórica de la alternancia de continentes. Pero no importó, había que seguir gastando. La crisis ya la pagarán los contribuyentes, si no es en diez años será en veinte y si no en treinta.

No les voy a relatar el porqué de tanto dispendio, ya lo saben ustedes. Quizás solo el incidir con el traslado de la sede municipal de la histórica Casa de la Villa (1693-2007) al Palacio de Correos. Edificio emblemático de 1909, en el que se tuvo que además invertir una importante cantidad de dinero para su rehabilitación como oficina municipal, dada la arquitectura interior del mismo.

La externalización de servicios, la red de empresas municipales, la venta y posterior alquiler de edificios municipales, las recalificaciones urbanas, la concesión de la explotación de vías urbanas como la M-30, las basuras, la limpieza, el aumento de las multas, tasas e impuestos, la regulación de aparcamiento, etc. en un alarde de ingeniería financiera, propia de los más avezados financieros internacionales como Goldman Sachs o la quebrada Lehman Brothers , permiten avanzar a una gestión propia de faraones del antiguo Egipto. Y además, a lo peor salta al “ruedo nacional”.


ACTUALIZACIÓN: Efectivamente D. Alberto saltó a un ministerio con el nuevo gobierno surgido de las urnas el pasado 20-N. Como si de una herencia se tratara, ha dejado el cargo a la esposa de Aznar, Sra. Botella, que pasará a la historia como la primera alcaldesa de Madrid, sin más experiencia política que los años que ha estado de concejala, a lo que accedio por ser "esposa de".
¡Viva la dedocracia!






viernes, 27 de mayo de 2011

Un animal político...e irracional

De animal político, que premonición, le calificaba La Vanguardia en Diciembre de 2010, al Consejero de Interior de la La Generalitat, Felipe Puig. Se quedaron cortos, además de animal político ha demostrado su irracionalidad con las ordenes dadas a la guardia urbana de Barcelona, para desalojar la plaza de Cataluña. Violencia sin justificación, propia de regímenes dictatoriales que pensabamos habían ya desaparecido en España. La excusa, poder permitir al equipo de la ciudad festejar su probable triunfo en la copa de Europa de clubs de futbol.
Las imágenes, que a través de las televisiones y otros medios de comunicación hablan por si solas, dicen: se ha pegado a la juventud para atemorizarla, se ha pegado a personas que no ofrecían resistencia ni amenazaban a nadie. Eran pasivos, solo recibían. La mezquindad de ofrecer que ha habido algún lesionado entre la guardia urbana, como prueba de inocencia, solo puede calificarse de eso, de mezquindad. Dirigentes así no los queremos, ni en Cataluña, ni en España, ni en el mundo. Hay que desterrar el totalitarismo, el abuso y la violencia de la sociedad.
¡Dimisión o cese inmediato, ya!
MOVIMIENTO 15 DE MAYO-2011 (pincha el link)

viernes, 20 de mayo de 2011

Indignados.......y cansados ya.

La juventud de Madrid ha iniciado hace unos días una concentración pacifica, algo nunca visto, reivindicando dos cosas sobre todo: Una regeneración política –no más corrupción- y un sistema de economía no especulativo. Quieren una democracia real, no una pantomima o un sucedáneo.
Ha sido una agradable sorpresa, por varios motivos:

1. Habían subestimado a la juventud, gran error
2. No ha habido politización del movimiento
3. Ha sorprendido a la clase política
4. Han escogido las mejores fechas, previas a unas elecciones
5. Se han hecho oír en el mundo entero
6. Es posiblemente el preludio de algo más intenso, si no se corrige el sistema
7. Van a hacer reflexionar a algunos y asustar a otros
8. Han demostrado su capacidad de organización y civismo
9. Pueden abrir el camino de una tercera vía, hoy inexistente
10. A lo mejor, crean escuela.

Ya no existe eso de izquierda o derecha, términos anacrónicos. Todos somos progresistas, conservadores, liberales o reformistas. Etiquetarnos en una u otra definición es tratar de engañarnos. ¿Quién no quiere que la sociedad progrese o que conserve algunos valores, principios o costumbres que han permanecido a lo largo del tiempo? ¿Quién no es liberal, fundamento de la democracia o reformista, para mejorar lo que no funciona en algunos aspectos?
Por eso no necesitamos políticos que ellos solos se autodefinen con una u otra calificación. No. Lo que necesitamos son políticos con vocación. Gestores honrados y honestos. Con capacidad de sacrificio, que luchan por el interés público por encima del interés propio. Por que la política no es solo una profesión o una ciencia o un modo de ganarse la vida. La política ante todo es vocacional, sus sueldos aparentemente no son exagerados, un ministro o un alcalde de una gran ciudad, ganan lo que un ejecutivo de tipo medio. Muy lejos de los sueldos de un presidente, consejero delegado o director general de una gran empresa. Aquí se presenta una gran paradoja, ¿Cómo es esto posible?. Un alcalde de una gran ciudad, por poner un ejemplo, con dos o tres millones de ciudadanos, gana menos que un jefe de personal de una empresa de 1.000 empleados. Su poder decisorio es infinitamente más grande, mueve una cantidad de dinero superior.
Por lo que la primera reforma debería de ser reducir los cargos públicos a lo estrictamente necesario, acabar con el “pesebre político” y remunerar adecuadamente a los “gestores” de las AA.PP.
La segunda reforma, crear una legislación contra la corrupción, clara y contundente, que le quiten a uno las ganas de pensar en “meter la mano” a los caudales públicos.
Y la tercera, ponerse a trabajar de verdad. Sin dejarse llevar por el interés de unos pocos en perjuicio de muchos. Hay que acabar con ese nuevo feudalismo que nos quieren imponer.

domingo, 15 de mayo de 2011

Deuda versus Beneficio

D. Ramón Areces (1904-1989), creador y fundador de El Corte Inglés, empresa modelo y pionera de la gran distribución comercial, decía que una empresa que acude a la deuda como forma de crecimiento, se convierte en rehén del financiero. Es decir, tiene que sacrificar parte de sus beneficios en pagar la deuda del crédito solicitado, lo cual no es bueno. A partir de la primera mitad de los años 90, esa ha sido la tónica de nuestras empresas. Crecer a base de endeudarse y querer además que los beneficios también crecieran, no sólo de forma absoluta sino también relativa. Me explico, si aumento mis ventas supuestamente, en el mejor de los casos, aumento mi volumen de beneficio, pero no el ratio beneficio-ventas, que tiene un lastre de gastos financieros por la deuda asumida. Sólo puedo crecer en rentabilidad si recorto costes en alguno de los otros factores. Y aquí es donde se inicia el recorte salarial y el incremento de los precios, como forma de mejorar ese crecimiento artificial que se produce al endeudarse irracionalmente para aumentar el tamaño del negocio.
¿A costa de quién? Esta es la gran cuestión.
Si a los beneficios normales de la explotación, hay que restarle los costes propios del endeudamiento, solo se puede crecer en volumen pero no en rentabilidad o ROE del negocio, a corto plazo, al menos.
Si ahora pensamos en nosotros mismos, en nuestra capacidad de endeudamiento, es decir, que parte de nuestros ingresos podríamos dedicar a un préstamo para adquirir bienes duraderos que mejoren nuestro bienestar y nuestra capacidad de aumentar nuestros ingresos. Yo diría que no más de un 10 ó 15%, a 3-5 años vista.
Bueno, pues nuestras empresas tienen más de un 100% de sus ingresos anuales comprometidos en forma de deuda, que cualquier contratiempo en sus previsiones de ventas y beneficios las dejan al “pie de los caballos” o sea en manos de quien las ha financiado y de la confianza que les inspire su negocio. Es decir, un despropósito sin paliativos.
Este es uno de los grandes problemas de nuestra economía y no los salarios como nos quieren hacer ver. Una reducción del 1% ó 2% del ebitda de nuestras empresas propiciaría una mejora salarial del 10%, lo que significaría un aumento significativo de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, a su vez un aumento del consumo, lo que conlleva una aceleración de la economía, más trabajo, más empleo, más riqueza, más beneficio, más bienestar, etc.
Lo contrario de lo que hacemos. ¿Por qué?

domingo, 8 de mayo de 2011

Algunas aclaraciones sobre el paro y la crisis

Tras analizar los datos históricos desde 1976 hasta el primer trimestre de 2011 y como se ha convertido el desempleo en un arma política arrojadiza, sin que realmente importe, al menos eso parece, lo que hay detrás de las cifras, más de cinco millones de ciudadanos que no tienen empleo y consecuentemente “modus vivendi”, que con una política de confianza, de no confrontación, de unión y verdadero interés se podría subsanar en gran parte. No olvidemos que la base de la economía actual está sobre todo en la confianza que se genera. Quiero destacar algunos datos que no nos quieren algunos resaltar, haciéndonos ver que esto es una catástrofe sin más soluciones que la que ellos tienen pero no dicen.
La primera , es la mentira que nos cuentan de que el paro disminuyó cuando entró el gobierno del PP (1996), siendo la realidad según datos del I.N.E. que este había empezado a remitir desde el primer trimestre de 1994, cuando marcó máximos históricos con una tasa de paro del 24,55%, que se redujo al 22,83% (197.600 empleos más) en el primer trimestre de 1996, a pesar de aumentar la población activa en 340.600 personas, por lo que la creación de empleo neto estaba en marcha desde hacía 2 años.
La segunda tiene que ver mucho con los números absolutos, debido al crecimiento tanto de la población mayor de 16 años, potencialmente activa, así como de la población realmente activa durante los últimos siete años. Ambas han aumentado en 2.928.600 y 3.174.300 personas respectivamente.
La población ocupada a finales del primer trimestre de 2004 era de 17.600.400 personas. A finales del primer trimestre de 2011, era de 18.151.700 personas, o sea 551.300 personas más trabajando que hace siete años. Lo cual es muy significativo teniendo en cuenta el período de crisis que estamos viviendo desde hace más de tres años y el fuerte crecimiento de la población en edad de trabajar.
La tercera es que a partir del 1º trimestre de 2001, no son comparables los datos con los anteriores debido al cambio de método de evaluación de los datos, cuando se redujo el paro en 497.100 personas por los cambios de criterio.
La cuarta tiene que ver con el empleo en la construcción. Este, históricamente se había mantenido en cuotas no superiores al 10% del total de empleo, que superó en unas décimas en los años 90 y 91, probablemente por el efecto Olimpiada de Barcelona y Expo de Sevilla. A finales del primer trimestre de 2004, había alcanzado la cota del 12,28%. Hoy está casi en mínimos, un 8,23%, con una destrucción de 1.223.500 de empleos desde los máximos del tercer trimestre de 2007, cuando comienzan las alarmas de la crisis. El empleo de la construcción debería de tener una tasa cercana al 10% del empleo total, para adecuarse a la tasa media corregidos los excesos.
La quinta es que la población activa representa hoy el 59,88% de la población en edad de trabajar. Casi cuatro puntos más que en Marzo de 2004 (55,89%), o lo que es lo mismo 1,5 millones más de demandantes de empleo.

viernes, 6 de mayo de 2011

Razones de un voto

Sí, voy a votar al Partido Socialista en estas elecciones locales y autonómicas. Será la segunda vez en mi vida. La anterior fue en las legislativas de 2004. Cansado y decepcionado de la autocracia del 2º período del Partido Popular. Por lo tanto, es la primera vez que lo haré (Dm) en unas elecciones de carácter local.

Recuerdo todavía una carta que envié a ABC, en las elecciones autonómicas de 2003, ante la deplorable actitud del entonces candidato socialista Rafael Simancas. Candidato que si en un principio no fue presidente por unos “transfugas”, realmente se quedo sin el cargo por su impropia actitud.

Ahora, me ocurre lo mismo pero al revés. La falta de apoyo del principal partido de la oposición a salir de esta crisis, su hipocresía culpando al partido socialista de los males de la crisis, su falta de ética al no reconocer sus errores y sus ansias de llegar al poder como sea, pese a quien pese, me han llevado a tomar esta decisión. Porque si algo hay que más me reviente, es la hipocresía, la maledicencia, la falsedad y los intereses obscuros y espurios. Y me parece a mí, que esta vez concurren todas esas cosas a la vez.

Solo necesitamos confianza, unión y trabajo para remontar la crisis como mandan los cánones: con crecimiento sostenido y sostenible, con salarios que motiven, con precios asequibles, con beneficios justos y coherentes, con endeudamiento racional y moderado, creando riqueza para todos, no para unos pocos.

Es la única forma de parar al capitalismo salvaje y a la codicia, aunque ahora sea duro.

Nota: Curiosa y premonitoria la viñeta de martínmorales en ABC, donde en el año 2003, pendía un ladrillo sobre la cabeza de Rodriguez Zapatero (Pincha y amplía la imagen)

miércoles, 4 de mayo de 2011

Zapatero, un mal bombero

Esta mañana me llamó mucho la atención, unas palabras de Vicente Martínez-Pujalte, diputado del Partido Popular y Doctor en Ciencias Económicas, entre otras actividades. La declaración se producía en el programa de Intereconomía, que dirige Luis Vicente Muñoz, llamado “Tertulia Capital” que versaba sobre las recientes declaraciones del Presidente del Gobierno en el Congreso, atribuyendo el 70% del desempleo a la política expansiva del PP entre los años 1996-2004, basada en la burbuja inmobiliaria y el incremento de la deuda. Mi sorpresa fue al oír al Sr. Martínez-Pujalte decir que “Zapatero había echado gasolina al fuego”.

Claro, si admitimos que había fuego es que alguien lo había iniciado. Y si alguien lo había iniciado y no era Zapatero, no puede ser otro que........el antecesor en el cargo.
¿Le traicionó el subconsciente al Sr. Martínez-Pujalte? Yo creo que sí, llevado por su formación e información, él sabía que había alguien prendido fuego pero el bombero Zapatero, no había sabido apagarlo o atenuarlo.
Entonces me pregunté yo ¿qué es mejor, un pirómano o un mal bombero?:
lo tengo claro, prefiero un mal bombero.

domingo, 1 de mayo de 2011

Una crisis anunciada

Ni la reforma laboral ni la posterior protocolaria huelga del 29-S, ni otras medidas tomadas, consiguen invertir la tendencia del mercado laboral. ¿Por qué?
Una vez tomada la decisión, las crisis empiezan con el simple hecho de anunciarlas.
No son consecuencia de ningún recorte drástico de un día para otro, resultado de algún desequilibrio no detectado convenientemente a tiempo. No, lo que pasa, es que algo que se ha visto correcto y fructífero durante un tiempo, pasa a convertirse en inconveniente y perjudicial en otro. Durante un tiempo, bajo determinadas condiciones y circunstancias, se alimenta un determinado sistema de crecimiento, que hace que todos los engranajes del mismo funcionen. De repente, como si de una “pequeña bola de nieve” se tratara, desde su anuncio va aumentando poco a poco, de forma lenta pero constante e imparable, arrastrando con ella todo lo que se encuentra y terminando en un verdadero alud, que arrasa con todo.
Su anuncio, de ello se encargan los voceros, despierta las alarmas de los ciudadanos, que empiezan a modificar sus hábitos. Reducen el consumo y aumentan el ahorro. Esto que en principio, parece sano y saludable, se convierte en el detonante de la bomba preparada. De inmediato, la producción de bienes y servicios, a su vez, comienza a recortar volumen de producción, lo que lleva consigo los primeros ajustes de empleo. En esos momentos, la crisis ya empieza a tomar forma. La confianza se resquebraja, el consumo se sigue reduciendo, con ello la producción y su peor consecuencia: más desempleo. El menú ya está servido. La crisis se convierte además en arma política. Se culpa al gobierno de no saber hacer las cosas bien. La oposición reclama su dimisión y pide ser ella quien ejerza las tareas de gobierno. Esto crea todavía más confusión y alimenta más la crisis. Los ciudadanos dudan y piensan si será el gobierno que no sabe gobernar, el causante de la crisis. Todo el mundo se posiciona en una opinión u otra. Sí, sí es el gobierno culpable de todo, dicen unos. Otros, lo defienden “a capa y espada”. Ya tenemos otro ingrediente más, el que faltaba, la crispación social que se añade a la evolución imparable del ciclo, menos consumo, más ahorro, menos trabajo, más desempleo…más tensión y más pobreza.

Una de las bases en las que se asienta este ciclo, es que el trabajador no ahorra en condiciones de crecimiento. Los salarios, por altos que sean, no permiten el ahorro. Una familia de cuatro miembros, padres y dos hijos, que ingresan mensualmente 1.800 euros, difícilmente podrán ahorrar. Pero tampoco otra familia similar que ingrese 8.000 euros al mes, ahorrará. Sus necesidades añadidas se lo impiden. Mejor vivienda, mejor colegio, mejor vehículo, mejor vestuario, más ocio, etc. le llevan también a vivir al día. Y en estos dos ejemplos estamos incluidos prácticamente el 98% de la población. Quedan al margen, claro está, esas “familias de la oligarquía y la plutocracia”, que no conocen la necesidad ni la escasez. Que saben de los ciclos económicos, por que participan en su germen e inicio y después se enteran por los medios de comunicación, de los resultados.
Está claro, no aprendemos.