sábado, 24 de agosto de 2019

El nuevo desorden mundial

Trump y Xi Jinping

Tras la finalización de la llamada guerra fría parecía que el mundo se encaminaba a una nueva era, de paz y progreso. Nada más lejos de la realidad.
Desde entonces hemos asistido a innumerables episodios de tensión, como las guerras de Iraq, Afganistán o Siria, la desestabilización de Líbia o el nuevo auge del populismo comunista, con Venezuela como referente.
En 2008 asistimos al desplome de la economía mundial del que aún no nos hemos repuesto, aunque nos digan lo contrario. La mejor prueba de ello es ese sinsentido de la política económica de los bancos centrales y el interés negativo del dinero, cuya inversión de la curva de tipos es su máximo referente.
Tras unos años con la variación de precios estancada o negativa podría tener una lógica, pero cuando los precios repuntan y no lo hacen los tipos de interés, algo raro está ocurriendo.
Banqueros centrales en Jackson Hole
En este fin de semana, tenemos reunidos por un lado al G-7 en Biarritz y por otro a los bancos centrales en Jackson Hole. Aún no sabemos que medidas o acuerdos saldrán de ambas cumbres. Lo que sí sabemos es que parece haber una amenaza de recesión que podría ser letal para algunas economías, entre ellas la nuestra, la española. Con esta economía tan desestructurada, poco competitiva y nada innovadora.
La actual “guerra” que mantienen EE.UU. y China en defensa de sus intereses comerciales, puede pasar de ser un juego o desafío entre líderes, a toda una desestabilización del comercio mundial, cuyo resultado no puede ser otro que el encarecimiento de los precios, así como la falta o escasez de algunos productos o servicios. Parece algo serio, creo yo.

E. Macron y Boris Johnson
Tampoco podemos olvidarnos, a este lado del Atlántico, de esa otra amenaza del líder británico de dejar la Unión Europea a las buenas o a las malas, apartándose de las buenas prácticas y del respeto a las normas del Derecho internacional.
Y más cercanamente, en España, tenemos actualmente una débil mayoría política incapaz de llegar a acuerdos y formar gobierno, con la única posibilidad de hacerlo con los populistas-comunistas y los nacionalistas vascos y catalanes. De lo contrario, nuevas elecciones e incertidumbre total.
Incendios en La Amazonia
Por último; la presión migratoria ilegal que llega en avalanchas por tierra, mar y aire, que no encuentra una respuesta conjunta y proporcionada, que la estabilice. También la proliferación de incendios, fortuitos o no, en importantes ecosistemas, la degradación de los mares y océanos que cada día están más contaminados, etc., etc., son todos ellos factores de alarma que deberían de llamar la atención, más allá de las buenas intenciones y las buenas palabras.
Hechos son amores y no buenas razones.