Duran i Lleida, desyunando en El Palace (Foto El País) |
Ya la sintaxis empleada es
confusa: “financiación irregular”, cuando lo que realmente hay es una
sustracción de unos fondos de ayuda comunitarios que son utilizados por el
partido para fines distintos al propuesto y no está claro si para algún bolsillo particular.
Ayer, tras el acuerdo en
el que se determina que hubo “financiación irregular” de UDC- Unión Democrática
de Cataluña- por el desvío de fondos de la Unión Europea destinados a cursos de formación para
desempleados a través de las sociedades del empresario andorrano Fidel
Pallerols, un pacto entre abogados y fiscales, evita a los acusados entrar en
prisión.
Así pues, trece años para
resolver de esta manera tan torticera, lo dice todo. La corrupción
campea impunemente en España con el agravante de que no hay la más mínima
intención ni voluntad de acabar con ella, ni de que los casos todavía abiertos
sirvan de ejemplo para el futuro.
¡Estamos perdidos!
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