En Madrid, van a tener un alcalde con mayoría absoluta que no votan dos de cada tres madrileños censados. Sí, el 67,21% de los votantes de Madrid se han decantado por otras alternativas, incluida la abstención que tanto significado tiene. Esto no es nada más que un ejemplo de que algo tiene que cambiar. Pero nuestros políticos festejan (ver foto) estos triunfos tan rancios (32,79%), como si de verdaderos éxitos se tratara. Además, en esta ocasión ha perdido 120.952 votos respecto de la convocatoria anterior. Casi un 14% de su electorado en 2007, le ha dado calabazas o dicho que no. No podía ser de otra manera, si con cierto criterio y objetividad se analiza su gestión:
Ha puesto a Madrid a la cabeza de los ayuntamientos más endeudados de España, con una cifra de deuda contabilizada de 6.453 millones de euros a finales de 2010. Más de cinco veces la deuda del ayuntamiento de Barcelona (1.202 MM) o lo que también parece excesivo, el 61,52% del total de la deuda de todos los ayuntamientos de España con más de medio millón de habitantes. Deuda que hubiera sido superior en caso de haberse celebrado las olimpiadas en 2012 ó 2016, aparte del gasto que incurrió para su candidatura, que en la segunda intentona se podía calificar de despilfarro absoluto, pues se optaba contra una costumbre no escrita pero sí histórica de la alternancia de continentes. Pero no importó, había que seguir gastando. La crisis ya la pagarán los contribuyentes, si no es en diez años será en veinte y si no en treinta.
No les voy a relatar el porqué de tanto dispendio, ya lo saben ustedes. Quizás solo el incidir con el traslado de la sede municipal de la histórica Casa de la Villa (1693-2007) al Palacio de Correos. Edificio emblemático de 1909, en el que se tuvo que además invertir una importante cantidad de dinero para su rehabilitación como oficina municipal, dada la arquitectura interior del mismo.
La externalización de servicios, la red de empresas municipales, la venta y posterior alquiler de edificios municipales, las recalificaciones urbanas, la concesión de la explotación de vías urbanas como la M-30, las basuras, la limpieza, el aumento de las multas, tasas e impuestos, la regulación de aparcamiento, etc. en un alarde de ingeniería financiera, propia de los más avezados financieros internacionales como Goldman Sachs o la quebrada Lehman Brothers , permiten avanzar a una gestión propia de faraones del antiguo Egipto. Y además, a lo peor salta al “ruedo nacional”.
ACTUALIZACIÓN: Efectivamente D. Alberto saltó a un ministerio con el nuevo gobierno surgido de las urnas el pasado 20-N. Como si de una herencia se tratara, ha dejado el cargo a la esposa de Aznar, Sra. Botella, que pasará a la historia como la primera alcaldesa de Madrid, sin más experiencia política que los años que ha estado de concejala, a lo que accedio por ser "esposa de".
¡Viva la dedocracia!