El fistro: Economía y competitividad

Chiquito de la Calzada

Un cobarrrrde… más perdido que Espinete en el Rally Paris Dakar con una vespino, anda nuestro fistro. Y no se da cuen de que tiene mas trabajo que el psicólogo del pajaro loco y menos futuro que el Fari en una película de gladiadores o que Torrebruno buscando pelea en Chinatown. Traidoorrrrr.

Sus medidas tienen más peligro que un copiloto del rallye de tartamudos. Pecadooorrrr .

Sí, pecadorrrrr, más simple que un capítulo de los fruitis y da más vueltas que Willy Fox en la noria. Más aburrido que las memorias de Chanquete, la gloria de mi madrrre.

Cobaaarrrde, pon el dinero, que te gastas menos que un chupa-chups de aluminio. Tienes menos fondo que una lata de anchoas. Fistro.

Tan ciego que no paras de hablar con Benny Hill y  te mueves más que un garbanzo en la boca de un viejo, Jaoooor.

Pecadoorrrr, traes más cola que el traje de novia de la pantera Rosa y trabajas menos que la tintorería del Teniente Colombo o el sastre de Tarzán. Fistro. Cobarrrde.

Aooorrr, tienes menos tacto que el tendero de Zumosol y menos ideas que una película porno. Menos gracia que el retrato robot de Mazinger-Z, por la gloria de mi padrrre. Con menos contenido que un kinder sorpresa. Pero con más suerte que el motorista del anuncio de Golden Lady. Pecadorrrrr.

Se te entiende menos que a la Gunilla Von Bismarck hablando en Morse, aunque rajas más que la navaja de un melonero. Cobaaarrrde. Fistro.