Sede del PSOE, en la calle Ferraz (Madrid) |
Tras el último escándalo,
desatado a raíz de la moción de censura al alcalde de Ponferrada por el PSOE,
con el apoyo de un concejal independiente, condenado por acoso sexual en aquel
triste y conocido caso Nevenka, la caja de los truenos ha vuelto a destaparse. En 2011, Carlos López Riesco del Partido Popular, se hizo con la alcaldía al sumar los votos de IAP comandada por Ismael Álvarez, el concejal acosador. Ahora ha sido cesado por quien tiene la llave, otra vez él. Cayendo encima del PSOE y de su máximo responsable, la crítica más feroz, por pactar con tal ´elemento´.
Si ahora le sumamos la
disidencia del PSC, en cuanto a su forma de ver la consulta sobre la
independencia de Cataluña y su modelo de territorialidad, así como las
declaraciones sobre la oportunidad de que el rey abdique en el príncipe Felipe,
podríamos decir que el desorden está servido, a beneficio de no se sabe quién o quiénes.
Sin olvidar
tampoco, que en el Partido Socialista Gallego también suenan “tambores de guerra”
por la nominación de su secretario general.
El alcalde cesado, toma el bastón en 2011. Entrega Ismael Álvarez |
Y entonces yo me pregunto:
Si nos quejamos de la partitocracia, de que no existe democracia en los
partidos y de que todos los diputados son el eco de “su amo” ¿por qué cuando
hay voces discrepantes sobre cualquier tema, inmediatamente se cuestiona un
liderazgo y más aún se abre una crisis en el partido? ¿A qué obedece ese
criterio cambiante?
¿Son tan graves esas
divergencias en el seno del PSOE, que nos pueden hacer olvidar el caso
Bárcenas, la desastrosa gestión política del mismo o el recuerdo de aquel
triste y trágico 11 M de hace 9 años, donde unos locos y criminales yihadistas
hicieron explotar unos trenes matando a dos centenares de personas dejando un reguero de daño y de dolor en otros
muchos miles de personas?
Esto sólo puede ocurrir
por una razón: Ni nuestros políticos – los de ahora- ni esos seudoperiodistas
están a la altura que se requiere. Sólo se mueven por un objetivo, alcanzar y/o
estar en el poder para vivir cómodamente ellos y sus allegados, seudoperiodistas
incluidos.
¡No hay otra!
La porquería en éste país es ya tan densa que flota por sí misma en cualquier líquido. Si a ello añadimos que durante casi cuarenta años se ha imbecilizado a conciencia a la población obtenemos un producto vergonzante, preocupante, sólido y sucio. Una España que cómo dijera aquel Guerra, no la reconoce ni la madre que la parío.
ResponderEliminarUn saludazo.
Así es, la basura nos rodea por todos los lados. Lo que está ocurriendo es que somos el hazmerreir del mundo. ¿Quién nos puede tener tomar en serio? Nadie.
EliminarUn cordial saludo y gracias por tu comentario.