Elena
Valenciano; vicesecretaria general del PSOE, feminista, socialista, mediterránea, madre...
(como se definía ella en Twitter) cierra su cuenta.
Era una
tuitera temprana y activa. Muchas veces víctima del ataque de esos
descerebrados, que desde el anonimato que ofrecen las redes sociales, sacan
todo su basura interior para arrojarla sin compasión contra aquellas personas
notables por su posición social, con la simple excusa de pensar diferente. Es
un todo vale.
Mientras,
con los cientos de leyes que se promulgan todos los años, no ha habido tiempo
ni cabida para hacer obligatoria la identificación personal al abrir una cuenta
en cualquiera de las redes sociales. Con independencia de que se utilice o no
un seudónimo. Como es mi caso, por ejemplo.
Ya está
habiendo en España y fuera de España, actuaciones contra algunos
casos extremos de amenazas, difamaciones y otros delitos o faltas. Pero ello
requiere del permiso de la autoridad judicial, para requerir de las operadoras
el IP (etiqueta numérica que identifica el dispositivo o interfaz desde el que
se ha accedido a Internet). Lo cual convierte la tarea en ardua y no siempre
fructífera. Con el agravante además de acumular trabajo en las instancias
judiciales, tan saturadas, donde parece ser que la única solución para
aligerarlas de trabajo es imponer unas tasas. Todo se resuelve cobrando.
Volviendo
al tema del abandono de Twitter de Elena Valenciano, y a pesar de la gravedad y
afección de los hechos, tal y como ella describe, creo que el cerrar la cuenta
no es ni la solución ni tampoco una buena respuesta. No es solución por que
esos botarates sin conciencia, seguirán con su actividad contra otros u otras y
además se considerarán ganadores de una “batalla”. Tampoco es respuesta, por que se pierde un
canal de información y comunicación en tiempo real, que cada día encuentra más
desarrollo y no sabemos hasta donde puede llegar a influir en la convivencia de
todos, como una mejora en esta sociedad que tanto necesita de la información,
la transparencia y la permanente alerta, ante esos otros (u otras) delincuentes
camuflados de personas de bien.
¡No te
vayas Elena! (salvo que fueran otros los motivos).
Que joya de tía..
ResponderEliminarTienes razón, que se quede!! :P
Es increíble que esa sea la solución que toma teniendo a mano muchas más posibilidades de defenderse que cualquiera de los mortales que escribimos y suscribimos; en caso de que sea cierto lo que dice que le ha ocurrido ¿Qué edad tendrán los hijos? ... por cierto.
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