Ciudadanos esperan ante un cajero en Chipre |
Chipre,
un pequeño país en isla situado en el extremo oriental del mar Mediterráneo,
frente a las costas del Líbano y Turquía, vive estos días serios problemas
financieros. Su desmedida deuda total, 27 mil millones de euros, han llevado a
la Unión Europea a requerir del país una quita a los depósitos bancarios de sus
ciudadanos. Algo que dicho así parece muy fuerte, pero que ya se ha llevado a
cabo en otros países. España por ejemplo, de una forma más torticera, injusta,
delictiva y escandalosa. Como muy bien apunta John Müller en su artículo “Cuando fuimos chipriotas”.
En este
caso, al ser de una forma tan explicita y generalizada, ha ´levantado ampollas´
entre sus ciudadanos y más aún entre la colonia rusa, colectivo importante en
la isla, con un notable peso en su sistema financiero. Tanto que hasta el
propio Vladimir Putin, se ha interesado por lo que ocurre.
Mucho se
ha hablado de las características de paraíso fiscal de Chipre dentro de la U.E.,
pero entiendo yo que es por que así se ha permitido, por la razón que sea.
Las necesidades
de financiación, creo son de 15 mil millones de euros y la troika pide se
aporte por sus ciudadanos, al menos 5.800. El parlamento chipriota ha votado
que no y hasta hoy se dirime una u otra solución, que haga viable y evite la
bancarrota de su sistema financiero. De momento no ha aparecido ningún
Goirigolzarri, por lo que puede aún llegar una solución no onerosa.
En verdad
que ya estamos acostumbrados a estos extremos. Grecia, Portugal e Irlanda, nos
tuvieron en vilo hace poco tiempo. España e Italia, amenazan un día si y el
otro también, con otro rescate. Mientras, los parlamentos de uno y otro país,
nos llenan de reformas que hasta la fecha no obtienen resultados. El nudo cada
vez se aprieta más. En España, Cáritas ha alertado de los niveles de pobreza
que se están alcanzando. Algo que Pepe Oneto, periodista ilustre, recoge en el
diario digital República, unos números y unas reflexiones que asustan.
Por otra
parte, Lucía Méndez en El Mundo, escribe un artículo titulado “…Y no pasa nada”
mientras hace un repaso a todas las tropelías habidas en España últimamente.
Nikos Anastasiadis, presidente de Chipre
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¿Será
pues Chipre un experimento o ensayo a escala reducida de lo que se pretende
hacer en un futuro o por el contrario, no es nada más que otro episodio de este
sin vivir que ya dura 5 años?
Hasta
ahora, lo que sí podemos asegurar es que la política económica marcada por Ángela
Merkel es catastrófica. Sólo le beneficia a los alemanes que están sumergiendo en
la pobreza a otros países que ahora lo que requieren es dar la vuelta a la
recesión y crear empleo.
El IV
Reich de Merkel, no necesita de ´las panzer división´ para dirigir Europa, sólo
del Euro y del BCE. ¡Heil Merkel!
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