A punto de cumplirse cien días desde que el pasado 21 de Diciembre, D. Mariano Rajoy Brey (Santiago de Compostela, 1955) tomara posesión de su cargo de Presidente del Gobierno de España.

En cuanto a la reforma de la justicia, tan necesaria, de su “ministro estrella” D. Alberto Ruiz Gallardón, poco se puede decir ahora que no sea la grandilocuencia de acabar con una tradición histórica de las vacaciones de Agosto, como si ese fuera el problema y no algo anecdótico. La modernización, la agilidad, el fácil acceso o las incongruencias de la influencia política, quedan a la espera de tiempos mejores. ¡Ya veremos!
En Educación y Sanidad, estamos a la espera.
Respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, se tramita una reforma de calado que cambia las circunstancias y modos que actualmente contempla la ley. Otro tema manido e innecesario. No estoy a favor de la ley actual. Creo que la vida está más allá de gobernantes y gobernados, pero también hay que dejar, allá cada uno con su conciencia, la posibilidad que se contempla actualmente. Contrarrestándola con información, ayudas y amor, mucho amor.
También podemos destacar, la intención de modificar el impuesto de sociedades, para que no sólo sean los asalariados los que paguen, sí o sí, los impuestos. Las empresas también deben de colaborar en su justa medida y no estar siempre buscando la vía de escapar del pago de impuestos. También de limitar el endeudamiento irracional y absurdo de muchas de ellas.
En cuanto los matrimonios entre personas del mismo sexo, también están en “la picota”. Otra frivolidad. Como si nos fuera algo en que dos personas libres en su plena capacidad, no pudieran decidir vivir juntos y gozar de los mismos derechos y deberes que gozan las parejas heterosexuales. Respecto de la adopción, sí caben más matices. Ahí también, como a la I.V.E., me resisto a ello. Va en juego el desarrollo, la educación y el “modus vivendi” de un tercero que no puede opinar ante su adopción, por lo que si se debería de restringir y matizar muy mucho tal derecho a la adopción. Algo que los principios de la naturaleza te impiden no debería de ser objeto de sustitución de forma artificial. La generosidad es una virtud del ser humano y en esto ese colectivo debería de serlo.
Ya por último, la oportunidad de no presentar los presupuestos antes de unas elecciones que se celebran hoy, siembra y deja grandes dudas de las verdaderas intenciones de gobernar de nuestro actual presidente. Al que le deseamos no obstante que acierte en su gestión, lo que implicaría que acertaríamos todos, los que le votaron y los que no lo hicimos.
¡Tiempo al tiempo!