martes, 3 de julio de 2012

Krugman o la economía mediática

Paul R. Krugman
Paul R. Krugman, economista de 59 años, premio Nóbel de economía en 2008 por sus trabajos y teorías sobre comercio, se ha convertido en el economista más mediático de esta crisis. A gran distancia, Roubini o Niño Becerra, también ilustres economistas, más próximos a la catástrofe apocalíptica que a estudiar y dar soluciones.
Krugman, seguidor de la teoría Keynesiana, apuesta por la fuerza económica de los estados para crear planes de crecimiento en contra de los planes de recorte o mal llamados de austeridad. La austeridad es no gastar en lo innecesario o lo superfluo. Justo lo contrario de lo que hacemos en España, donde la austeridad se entiende como recortar gastos y salarios, sin discriminación, y subir impuestos sin "ton ni son". En cambio, se sigue manteniendo una estructura política demencial, con una clase política híper-dimensionada, donde se ha convertido el empleo público en un auténtico lugar de acomodo de afines y allegados.
Mr. Krugman raro es el día que no nos sorprende con sus declaraciones en algún medio. Habitual colaborador del New York Times, hoy me han llamado la atención sus declaraciones en el sentido de que “…España no tiene que bajar salarios”. Creo que es una de las cosas más interesantes que le he oído o leído en los últimos tiempos. Algo que es evidente y necesario. Nuestra economía, una economía de servicios, basa su crecimiento en el consumo. Si suben los impuestos junto con los precios y se rebajan los salarios, entramos en una espiral sin fin. Disminuye la renta disponible, lo que hace caer al consumo, el cual a su vez lleva a más ajustes de empleo, en una dinámica torpe y absurda. Dinámica que al parecer satisface a cierta parte de nuestro empresariado que ve en la rebaja de costes laborales su supervivencia. Cuando su supervivencia está en invertir bien. No invertir con todo el dinero prestado, cuyo coste financiero se come los resultados, a lo que responden endeudándose más para hacerse más grandes y así generar más beneficio. En otra espiral sin fin en sentido equivocado. Luego tenemos dos actitudes equivocadas. Ambas producen lo contrario de lo que se busca.
En resumen, invertir bien es :
1.    Invertir en personas: El gran activo de las empresas
2.    No invertir con deuda: No comprar pidiendo prestado
3.    Moderar el beneficio: Aplicar economía de escala, para crecer
4.    Equilibrar la deuda: Vender todo aquello que no sea sustancial al negocio
5.    No a la corrupción: Denunciar las prácticas corruptas y no alimentarla.
Creo, con toda sinceridad, que si de verdad se aplicaran estos principios el crecimiento sano y sostenible estaría asegurado.

3 comentarios:

  1. Coincido con tu opinión.Bajar los salarios nos hundirá aún más.Pienso que el euro debiera ser devaluado entre 5 y 10 %,con lo cual aumentarían las exportaciones.Tanto bueno como tiene para exportar España !Cordiales saludos.

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  2. Es tan de sentido común su definición de austeridad: "no gastar en lo innecesario o lo superfluo"... Pero creo que hay una utilización perversa del término encaminada a cubrir con una capa de moralina la aplicación de una política encaminada a la transferencia de rentas del trabajo al capital. Por otra parte entiendo que si se aplicaran los cinco puntos que propone saldríamos de muchas crisis, entre ellas la económica. Saludos

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    1. Gracias por tu comentario. Así es, lo sencillo lo hacemos complicado y lo complicado imposible de resolver.
      Un cordial saludo.
      (Felicidades por tu blog http://laotramadamebovary.wordpress.com/)

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