China,
con un PIB de casi ocho veces el español, una población veintinueve veces superior
a la española y una deuda pública del
41% de su PIB, tiene una capacidad de crecimiento económico sencillamente imprevisible.
Una
economía que lleva creciendo en los últimos treintas años con una tasa
anualizada del 10%, cuya renta ´per capita´ es un cuarto de la española.
Sí, esto es China.
Sí, esto es China.
En los últimos
días, semanas y meses, rumores y noticias, en cuanto a que el crecimiento no
iba a ser el esperado -7%-, o que la bolsa de valores china estaba inflada, o la
devaluación del yuan frente al dólar o el descenso de precios de las materias
primas, han llevado a una situación de ´crash´ a las bolsas mundiales. Unas más
y otras menos, claro.
Veamos:
El
recorte de 1 o 2 puntos en el crecimiento de China, no puede ser motivo de
alarma alguna. No será bueno para los intereses chinos, pero de ahí a ser causa
de una recesión mundial dista mucho.
Evolución del índice de Shangai (imagen de investing.com) |
Que la
bolsa de valores china esté inflada, parece una broma. Ya que todo crecimiento
requiere de un descanso o un alto en el camino, más si hablamos del largo
plazo. Si observamos los gráficos que se adjuntan, índice de Shangai y
S&P500, veremos que ambos llevan una tendencia de crecimiento
similar desde
los mínimos de 2008. USA un 165% y China, un 220%.
Evolución del índice S&P 500 (imagen de investing.com) |
La
devaluación del yuan respecto del dólar, pero también del dólar respecto del
euro, no debería de responder más que a un interés del mercado chino,
fuertemente exportador, en aumentar sus exportaciones. Algo lógico en una
economía competitiva, en la que un fabricante rebaja sus precios. No olvidemos
que el yuan se había revalorizado frente al euro en menos de dos años, un 20%. Y
que el área euro es su principal cliente.
Ya por último,
la rebaja de las materias primas y más concretamente del petróleo debería de
ser una buena noticia, catalizadora del crecimiento, ya que el crudo es fuente
de energía y de otros muchos productos industriales, pero por lo que se ve
tampoco es bueno eso.
Esto que
ocurre; cuando muchos países, entre ellos España, no se han recuperado aún de
la anterior crisis financiera que vino marcada por la quiebra de Lehman
Brothers a finales de 2008, no puede responder nada más que a movimientos de
tipo estratégico y a una lucha soterrada entre poderes económicos (y también políticos).
Ninguna de las razones que sustentan estos movimientos, son razones técnicas.
El
verdadero problema, creo yo, está en esos mercados financieros y más concretamente
en esos mercados de futuros y derivados, que lejos de ser lo que su nombre
indica y responder a un mercado de cobertura frente al alza o baja de los
precios, se ha convertido en un casino de juego en el que la ruleta está
trucada, donde se cruzan operaciones que multiplican por 5, 6 o más las
existencias de sus subyacentes. Moviendo unas cantidades de dinero descomunales
en un juego de suma cero: Unos pierden y otros ganan.
Hay que tener en cuenta también, por lo menos en lo que respecta a España y en base a mi experiencia, que las tiendas "Chinas" ya no tienen sus precios tan competitivos como antaño (Originarios del todo a 100 ptas, por si nos hemos olvidado). Y que por un par de euros más puedes comprar un producto en cualquier tienda o supermercado con garantía oficial, factura y fabricado en Europa.
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