jueves, 1 de enero de 2015

La gran coalición



Primero fue el PSOE al que la contumaz crisis le descabalgó del gobierno, de una forma brutal. Más de cuatro millones de votos, un 38,2% de los que le habían votado, le dieron la espalda. A ello ayudó notablemente el Partido Popular, que culpaba a aquel de todo lo ocurrido. No les importó nada mentir y difamar sobre las causas de la misma con tal de conseguir su objetivo y lo consiguió. Ahora entramos ya en el “IV año triunfal” de la victoria del Partido Popular, y la crisis, testaruda aún, anticipa un gran varapalo a las expectativas populares. Los sondeos le dan por perdidos más de la mitad de los votos que obtuvo en 2011. Todas sus recetas, todo su programa, todas sus soluciones, se han visto insuficientes, incumplidas o sencillamente no tenían.

En este escenario, tras las elecciones europeas de 2014, surge un nuevo partido «PODEMOS» que arrebata electores a un lado y otro del espectro político. Un grupo de jóvenes, universitarios, de ideología marxista, desde las redes sociales y con el apoyo de algún medio televisivo y de algún “iluminado”, se perfila como ganador de las próximas elecciones. El panorama no puede ser más incierto.

Rajoy está acabado. Es un cadáver político que solo se mantiene por la disciplina espartana que aplica en el partido y la solución está en sus 186 diputados y ochocientos mil militantes: cesarle. Ha dejado en la cuneta un buen elenco de amigos y/o colaboradores; Zaplana, Acebes, Aguirre, Ruiz-Gallardón, Cascos, Mayor, Rato, Aznar, con los que llevaba muchos años compartiendo un proyecto.

Le explotó el caso Bárcenas, con el triste episodio de los SMS: "Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos” o “Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo” y ahora se quiere convertir en adalid contra la corrupción, cuando sus ejemplos de buen gobierno eran Camps, Fabra o Matas (los dos últimos en la cárcel). Algo parecido le ocurre a Esperanza Aguirre, de cuya honradez tampoco dudo, pero si de su capacidad de reclutar colaboradores –Granados, López Viejo, Güemes o el propio Gónzalez con su lujosa y misteriosa adquisición del ático marbellí.

Por parte del PSOE, tenemos la figura de Pedro Sánchez Castejón, ganador de las primarias a la Secretaria General. Su primer compromiso que era convocar elecciones para candidato a la presidencia del gobierno en noviembre pasado, duerme el sueño de los justos. La sombra que sobre su liderazgo planea de Susana Díaz, presidenta andaluza, tampoco le hace mucho favor. Y si a esto añadimos que parece que está en un bazar de ofertas, prometiendo de todo sin concretar nada, el ´coktail´ es indigerible. Lo tiene fácil, si promete y acomete las reformas realmente necesarias: Constitución, Forma y Estructura del Estado, Reforma de las AA.PP., Independencia Judicial, Reforma Electoral, Reforma de la Función Pública, etc. A su favor, da un perfil cercano al ciudadano. Por formación, edad y experiencia, está en el mejor momento, de él depende.

Cualquiera de los dos escenarios posibles hoy en la formación de un gobierno el próximo año, es deprimente. Una gran coalición PP y PSOE, sería una estafa política, que no tardaría en pasar factura. Apoyar a Podemos, por parte de uno de los dos, sería aún peor: el desgobierno garantizado. Por lo que solo queda una opción: una tercera vía surgida de pequeños partidos-Vox, Ciudadanos, UpyD, SCyD- hoy por hoy una quimera.

6 comentarios:

  1. Querido Adan, sabes que tienes toda la razón en cuanto dices en este artículo, pero yo se que eres capaz de haber dado un paso más y explicar por qué han fracasado los distintos partidos políticos que han tenido la responsabilidad de dirigir los rumbos del Estado. Y no solo eso, sino por qué van a fracasar Podemos, UPYD, Ciudadanos o cualquier otro partido que ganara las próximas elecciones.
    Yo se que tu sabes que los partidos del actual elenco político son todo de lo mismo, pues cualquiera de ellos no son sino más o menos comunistas o más o menos capitalistas, y ambos regímenes han demostrado, por encima de cualquier duda razonable, su ineficacia para resolver las necesidades actuales de los ciudadanos.
    Por tanto, Adan, la cuestión no es cuál de los partidos existentes (incluido Podemos) podría dar un poco más de hilo a la cometa y agotar este modelo de Estado que se nos ha quedado viejo, sino quien es capaz de diseñar un nuevo Estado que no sea adicto al crecimiento y que sea capaz de gestionar una sociedad con una tasa creciente y sistémica de desempleo.
    Vienen tiempos en que no nos va quedar más remedio que agarrar el toro por los cuernos. Vamos a dejarnos de paños calientes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahí queda. Obvio es que los partidos se nutren de la sociedad. Lo que implica que el mal está en nosotros, nuestro egoismo y corto alcance de miras.
      Gracias por tu comentario y feliz año.

      Eliminar
    2. Lamento no estar de acuerdo contigo de que el mal está en nosotros, los ciudadanos, porque no creo que los españoles seamos más corruptos, menos inteligentes o menos responsables que los ciudadanos de cualquiera de nuestros países vecinos.
      Yo no tengo dudas de que el fracaso del modelo político que se creó en la transición y que nació de la Constitución del 78, quedó denunciado en el dicho del Alfonso Guerra de la época, que cuando el PSOE consiguió la mayoría absoluta, soltó la perla “Montesquieu ha muerto”.
      Alfonso Guerra, el cerebro político del PSOE, no dijo ni más ni menos, que la separación de poderes del Estado había quedado abolida, porque el partido que ganara las elecciones sería el que impusiera los componentes del legislativo (mediante las listas de candidatos), controlaría el legislativo (mediante la elección de los componentes de los órganos superiores del aparato judicial (Supremo, Consejos generales de justicia y Constitucional) y nombraría directamente al ejecutivo (desde el presidente hasta el último enchufado del ministerio).
      Ahí es nada. Desde el 82, una pretendida democracia sin garantía constitucional alguna, y todavía hay quien se extraña del fracaso del modelo y de la proliferación como hongos de los corruptos.
      No Adan, La culpa no es de los ciudadanos, o no de todos los ciudadanos, sino únicamente de los que vivimos la transición, nos dimos cuenta del fraude y nos quedamos callados como p…..

      Eliminar
    3. Entonces llevamos eligiendo lo peor desde hace muchos años. ¿Por que lo hacemos?

      Eliminar
    4. Si, Adan, estamos jugando a un juego con las cartas marcadas en el que los ciudadanos no ganaremos nunca.
      Aunque mi postura por al respecto no puede estar más clara ( te invito a que leas esta entrada de mi blog, http://lecheybananas.blogspot.com/2014/01/proceso-constituyente-iii-srtiptease-de_16.html ), te diré por qué les voté.
      En mi juventud (años 60´) estuve en la Facultad de CC. Económicas de Málaga donde fui alumno de Ramón Tamames y otros catedráticos no mucho menos íntegros. En ese tiempo tomé conciencia del retraso que estaba sufriendo España a consecuencia del gobierno de Franco, y anduve muy cercano a militar en el PC. Desde esa perspectiva, se veían los Partidos políticos como una utopía inalcanzable y compuestos por unos personajes tan íntegros como Carrillo, Ibarruri, Gallego e incluso por Isidoro (nuestro Felipe Gonzalez).
      Cuando Juan Carlos y Suarez perpetraron su traición contra los principios del Movimiento (te sugiero que leas esta otra entrada mía, http://lecheybananas.blogspot.com/2014/03/los-traidores-del-presidente.html ) y abrieron las puertas de España a los partidos, creí que se había hecho realidad el sueño de todos los españoles.
      ¡!!Claro que les voté!!!
      ¿Cómo iba a imaginarme yo que instituciones tan antiguas y tan prestigiosas como aquellos partidos iban a perder su norte en tan poco tiempo? Ni siquiera supe interpretar a tiempo “el Montesquieu ha muerto de Guerra que ahora queda tan claro y tan expresivo (ahora te sugiero que leas enta entrada de otro blog que merece todo mi respeto http://lecheybananas.blogspot.com/2014/03/los-traidores-del-presidente.html ).
      Desde entonces están en Andalucia campando por sus respetos con sus eres, sus cursos y sus pachangas y no hay forma de destronarlos. Que quede claro, PP, Psoe y todo partido que no empiece su campaña electoral prometiendo un periodo de libertad constituyente, van del mismo palo.
      Sin embargo, eso no es lo peor, sino que los españoles (a título colectivo) estamos dispuestos a apostarlo todo por otro partido que qué tal baila.

      Eliminar
    5. Bonito artículo, yo también admire a Suarez siempre. Antes y después. Así tuve ocasión de decíserlo a Rodriguez Sahagun en junio de 1988, cuando coincidimos en la clínica de San José, el como feliz abuelo y yo como padre. Dos hombres integros que dieron lo mejor de sí.

      Eliminar