domingo, 25 de mayo de 2014

Algo está cambiando en España



Ya se han celebrado en España, las séptimas elecciones al Parlamento Europeo. Unas elecciones teñidas por esta crisis que asola a Europa y principalmente a algunos de sus países, entre los que nos encontramos.
Por ello en España, también se han tomado como un plebiscito sobre la actuación tan controvertida del gobierno de Mariano Rajoy. Que desde finales de 2011, tras el castigo sufrido por el PSOE, gobierna nuestra nación. Y lejos de cumplir lo prometido en su programa electoral, con aquel “..y hacer las cosas como Dios manda”, nos ha sumido en una desesperanza y en un incierto futuro.
La abstención generalizada, es la gran tendencia de este tipo de elecciones, según podemos ver en el gráfico. No así en España, si exceptuamos las dos últimas convocatorias, cuando se manifestaba un mayor interés.
Europa es para mí “un proyecto imposible”, y no por que no me guste el proyecto, sino por que las dificultades nacen con muchos factores naturales -idiosincrasia, cultura, lengua o historia, por citar algunos- que conllevan diferencias difícilmente salvables, como estamos viendo.
La idea es buena, pero tras muchos años de recorrido, vemos que estas dificultades se acentúan a medida que la Unión Europea aumenta el número de miembros y por lo tanto de diferencias. ¡Ojalá! esté equivocado, pero me temo que no.
Estas elecciones de hoy en España, nos han traído unos resultados, no por esperados, sorprendentes. Los dos principales partidos han tenido un fuerte varapalo. Diez partidos han conseguido representación, frente a los seis que tenían en 2009 o los cinco de 2004. La sorpresa más grande ha sido la irrupción de PODEMOS liderada por el joven Pablo Iglesias. En el lado contrario, VOX, del también joven Santiago Abascal, que no ha conseguido escaño alguno.

Todo apunta al fin de la hegemonía bipartidista, que ha protagonizado la dirección política en los últimos lustros.

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