"La gran familia" (1962) una escena difícil de emular hoy |
Desde que
empezó a fraguarse este problema, que yo situo a finales de los años 80 del
siglo pasado, nada se ha hecho para ir al fondo del problema.
Nuestro
sistema de pensiones se sostiene en base a lo que empresas y trabajadores,
aportan como cotización a la seguridad social. No se trata de un dinero que se
ahorre y se invierta, capitalizándolo a futuro. Es un dinero que mes a mes se
recauda y se utiliza para pagar las pensiones y no hay que ser un avispado
matemático, para darse cuenta que este sistema es deficitario “per se” en base
al creciente desequilibrio existente entre cotizantes y beneficiarios.
Número de nacimientos en España |
Y lejos
de buscar responsables fuera, debemos de buscarlos dentro. En nosotros, en
nuestro egoísmo, en nuestro sistema impositivo, en nuestro sistema social, que
lejos de premiar e incentivar la natalidad y la familia, premia el materialismo
y el individualismo.
Relación entre cotizantes y pensionistas |
Nuestro sistema
social, nunca ha ayudado realmente al desarrollo de una familia. Más allá de
una ligera deducción en transportes o en las tasas universitarias. Quedando
pues todo el esfuerzo en los padres. Ahora bien, son esos hijos los que el día
de mañana, sufragarán las pensiones, de quienes de forma egoísta y cicatera,
decidieron no tener hijos, o reducir estos a una expresión simbólica,
representativa de su capacidad biológica. Y todo ello, amparado y promocionado
por nuestros gobernantes.
Así, si
hacemos una fácil y didáctica simulación, con una unidad familiar que ingrese
una nada desdeñable cantidad de 80.000 euros al año, podemos comprobar como una
familia con 4 hijos y un solo perceptor, paga 4.562 euros más al año, que una
familia sin hijos y dos perceptores e idénticos ingresos de la unidad familiar.
No hablemos ya de un contribuyente "single", tan de moda hoy, que con
unos ingresos similares, dispondría de 54.217 euros "per capita",
frente a los 9.793 de una familia con 4 hijos. Eso sí, dispondrá de los mismos
servicios sociales e idéntica pensión en su momento, sin haber dejado
descendencia alguna, ni haber pagado, ni de lejos, conforme a la esperanza de
vida, el importe a recibir.
En
conclusión. Tenemos un sistema social y fiscal, que lejos de primar el
reemplazo generacional, lo desincentiva. Distingue entre dos perceptores y un
solo perceptor con idénticos ingresos familiares, penalizando el necesario e
irremplazable cuidado paternal durante los primeros 14 ó 16 años de la vida de
un hijo. Eludiendo el llamado “splitting” tan justo como necesario. U otra
fórmula de carácter social, que haga un reparto más equilibrado de la sociedad,
al tiempo que estimula y protege la familia.
Y todo
ello, sin menoscabo tampoco, de una mayor relación entre las rentas, el uso y
la contribución a un sostenimiento de la sanidad y de la educación, que doten
de mayor sensibilidad al valor de estos derechos sociales.
Estimado Adam, siendo cierto lo que apuntas, te quedas corto en el análisis por los motivos (¿?), nuestra sociedad inició una demolición de ella misma desde los años 80 ya con rumbo determinado, y ha llegado al clímax en la actualidad donde el control poblacional buscado ya es visible (claro que tiene efectos colaterales en las pensiones), pero tranqui, que están en ello -arreglarlo- :)
ResponderEliminarTe pongo un trozo de mi entrada http://elforodelatribunadeavalon.blogspot.com.es/2013/12/me-alarmo.html
Intuyo unas generaciones perdidas, no solo en lo material, también en lo físico, estando condenadas a no perpetuarse como es el mandato de su naturaleza instintiva, resultando grandes masas de seres frustrados, e insatisfechos, que no verán colmadas sus apetencias instintivas, unos reaccionarán dañándose a sí mismos y otros a los demás.
Solo minorías selectas, que en su vida no han aceptado estas "leyes y premisas" sobrevivirán y se perpetuarán como especie, las otras, pasado el tiempo vital, desaparecerán sin rastro de su existencia estéril.
Un saludo
Gracias por tu comentario y por tu post, lo acabo de leer. Un cordial saludo.
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