martes, 24 de diciembre de 2013

El discurso del rey


Esta noche como rey de España y de acuerdo al mandato constitucional, que todos los españoles votamos ilusionados en 1978, debo de deciros:
·        Que me siento profundamente avergonzado del comportamiento de algunos miembros de esta familia y también de algún otro mío, que ya expresé en ocasión anterior. Por ello he dado instrucciones al Fiscal General del Reino, para que caiga todo el peso de la ley, tanto sobre mi desafortunado yerno, como de mi querida hija la infanta Cristina. España y los españoles, no se merecen actitudes así.
·        La reina y yo, con todo el dolor en el corazón como padres, pero poniendo por delante el futuro y progreso en paz de todos los españoles, no estamos dispuestos a permitir trato de favor alguno. La ley es igual para todos. Y así será.
·        Así mismo, he hecho saber al presidente del gobierno, que debe de dar perfecta cuenta de todos los desmanes habidos en el partido que le sustenta. El mal ejemplo aportado hasta ahora, ha llevado el descrédito de las instituciones, hasta cotas insospechadas.
·        Al partido mayoritario en la oposición, que dejen de dar cobertura a esos otros casos de corrupción habidos en organizaciones sindicales, que dicen estar en defensa del trabajador, pero que dilapidan sus dineros de forma poco ejemplar.
·        Al resto de partidos, que hasta la fecha no han tenido ocasión de gobernar, que se mantengan firmes y entregados en la construcción de una España cada vez mejor y más solidaria.
·        A los bancos y empresas estratégicas de nuestro tejido empresarial, que deben de conseguir y aumentar los beneficios, en base a criterios de productividad y no a costa de sus empleados o con engaños, que rozan la estafa, como es el caso de las preferentes, o el más reciente del incremento continuo de la tarifa eléctrica. Nuestra Constitución también recoge la dignidad del trabajo y su justa remuneración. También les pediría que dejen de endeudarse de forma tan irracional y que basen su crecimiento con sentido mesurado, no empeñándose en ser más grandes, solo por ser más grandes, sino en ser más rentables en libre competencia.
·        Por último. A esos independentistas, que creen que por separase del resto de españoles, lo tendrán todo más fácil, decirles que no sean ingenuos. Solo juntos y respetando de verdad nuestra Constitución y nuestras Leyes, encontraremos la paz, el progreso y el bienestar social
·        Si todos cumplimos bien nuestro trabajo, la crisis desaparecerá y el empleo volverá.
·        Buenas noches y feliz navidad.

Nota: Este discurso, obviamente, no es el que ha dirigido hoy S.M. a todos los españoles. Es una ilusión mía.

2 comentarios:

  1. Amigo, para ese maravilloso discurso, se debe ser una persona sin mancha, sin desmanes, preocupado por el bien del pueblo antes que del suyo propio.
    Una persona intachable, en su vida privada, personal y real.
    Un padre, y ESPOSO ejemplar.
    Solo un hombre honesto, puede pedir honestidad.
    Es mi humilde opinión

    @conlluvia

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    1. Hola amiga @conlluvia , gracias por tu comentario.
      Sí, efectivamente, debe de existir una grandeza interior, nada fácil de tener hoy en día.
      Un abrazo.

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