domingo, 7 de abril de 2013

Segunda carta abierta a D. Mariano Rajoy Brey



D. Mariano Rajoy, comparece ante los medios

Pronto va a hacer un año desde que le escribí la anterior carta. Desde entonces todo ha ido a peor, desgraciadamente. Por ello yo me hago una pregunta, ¿se ha planteado usted que su política, sus métodos y su insistencia en seguir por este camino, nos pueden acarrear grandes y graves problemas a todos los españoles?

Quiero suponer que ha sido así y que es fiel a su declaración aquella, en la que para justificar el incumplimiento y el hacer lo contrario de todo lo prometido, nos dijo “Cumplo con mi deber”. Pero ello, requeriría de tener unos objetivos claros, cuantificados y con un horizonte temporal determinado. Todo lo contrario sería una huida hacia delante cuyo resultado podría ser simplemente catastrófico. Y hasta hoy todo son vaguedades, tanto en las cifras como en las fechas.

Como bien sabe, no son pocos los problemas que nos acucian a los españoles, siendo quizás el desempleo tan elevado y al que no ha conseguido poner fin, más bien lo contrario, el principal problema que tenemos. Si a ello le sumamos la percepción generalizada de que la corrupción política goza de impunidad, de que las instituciones ni son ejemplares ni funcionan como debieran, de que las empresas no pagan los impuestos que les corresponderían, de que los precios siguen subiendo y los salarios bajando, de que la deuda pública aumenta y aumenta abocándonos al impago, de que en consecuencia el déficit público cada vez es más difícil de encauzar, detrayendo recursos al sistema, y de que por consiguiente parece que vamos por el camino equivocado si a los números nos ceñimos.

Creo, volviendo al hilo de mi pregunta inicial, que si usted se reformulase la
pregunta otra vez. Valorase su situación tan delicada con esa amenaza constante que desde las filas de su propio partido le han incubado. Tuviese en consideración
que ha fallado estrepitosamente. Y aportase algo de sensatez a la situación, no dudo que dimitiría, cediendo el testigo a otro compañero o compañera de su partido, que aportase ilusión y esperanza para remontar esta situación, que cada vez tiene más analogía con lo vivido en el primer quinquenio de los años 30.
Sinceramente, Sr. Rajoy, háganos un favor a todos los españoles, dimita, encargue la mudanza y vuelva a su casa de Aravaca. Se lo agradeceremos. Y la historia se escribirá de otra manera.

PD. Yo también he sido capaz de escribir esto, sin citar ningún nombre maldito

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