Tras analizar los datos históricos desde 1976 hasta el primer trimestre de 2011 y como se ha convertido el desempleo en un arma política arrojadiza, sin que realmente importe, al menos eso parece, lo que hay detrás de las cifras, más de cinco millones de ciudadanos que no tienen empleo y consecuentemente “modus vivendi”, que con una política de confianza, de no confrontación, de unión y verdadero interés se podría subsanar en gran parte. No olvidemos que la base de la economía actual está sobre todo en la confianza que se genera. Quiero destacar algunos datos que no nos quieren algunos resaltar, haciéndonos ver que esto es una catástrofe sin más soluciones que la que ellos tienen pero no dicen.
La primera , es la mentira que nos cuentan de que el paro disminuyó cuando entró el gobierno del PP (1996), siendo la realidad según datos del I.N.E. que este había empezado a remitir desde el primer trimestre de 1994, cuando marcó máximos históricos con una tasa de paro del 24,55%, que se redujo al 22,83% (197.600 empleos más) en el primer trimestre de 1996, a pesar de aumentar la población activa en 340.600 personas, por lo que la creación de empleo neto estaba en marcha desde hacía 2 años.
La segunda tiene que ver mucho con los números absolutos, debido al crecimiento tanto de la población mayor de 16 años, potencialmente activa, así como de la población realmente activa durante los últimos siete años. Ambas han aumentado en 2.928.600 y 3.174.300 personas respectivamente.
La población ocupada a finales del primer trimestre de 2004 era de 17.600.400 personas. A finales del primer trimestre de 2011, era de 18.151.700 personas, o sea 551.300 personas más trabajando que hace siete años. Lo cual es muy significativo teniendo en cuenta el período de crisis que estamos viviendo desde hace más de tres años y el fuerte crecimiento de la población en edad de trabajar.
La tercera es que a partir del 1º trimestre de 2001, no son comparables los datos con los anteriores debido al cambio de método de evaluación de los datos, cuando se redujo el paro en 497.100 personas por los cambios de criterio.
La cuarta tiene que ver con el empleo en la construcción. Este, históricamente se había mantenido en cuotas no superiores al 10% del total de empleo, que superó en unas décimas en los años 90 y 91, probablemente por el efecto Olimpiada de Barcelona y Expo de Sevilla. A finales del primer trimestre de 2004, había alcanzado la cota del 12,28%. Hoy está casi en mínimos, un 8,23%, con una destrucción de 1.223.500 de empleos desde los máximos del tercer trimestre de 2007, cuando comienzan las alarmas de la crisis. El empleo de la construcción debería de tener una tasa cercana al 10% del empleo total, para adecuarse a la tasa media corregidos los excesos.
La quinta es que la población activa representa hoy el 59,88% de la población en edad de trabajar. Casi cuatro puntos más que en Marzo de 2004 (55,89%), o lo que es lo mismo 1,5 millones más de demandantes de empleo.
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