Adiós Sarkozy, adiós

Hoy se celebran las elecciones presidenciales francesas. Sus favoritos François Hollande y Nicolas Sarkozy, verán hoy el resultado de su trabajo.

Si yo tuviera que definir a Sarkozy, diría que es un líder mediático, que sabe y le gusta estar en los titulares de forma sensacionalista. En una de sus últimas intervenciones, no tuvo reparos en acusar a José Luis Rodríguez Zapatero y al Partido Socialista Español de los desastres de la crisis. Algo poco correcto, menos cortés y nada diplomático con quienes han sido contemporáneos y compañeros suyos en  la singladura política de estos últimos años. Sin darse cuenta que su país estaba sumido también en la misma crisis y de que él había sido el gobernante durante los últimos años. Lo que venía a traducirse que él también era responsable de la crisis francesa.  Y que muy probablemente le pase factura hoy a partir de las 20,00 horas.

No es la primera vez ni será la última, probablemente, que a este hombre le pierden sus palabras.

-"Colgaré en el gancho de la carnicería al cerdo que ha tratado de recubrir de mierda mi carrera política" dijo en 2006, refiriéndose al “affaire” que mantenía con Dominique de Villepin, correligionario de su partido.

-"¿Crees que me importa lo que dices? ¿Qué quieres que te diga? ¡Mira qué imbécil!" Con estas palabras respondía a un periodista de la televisión TF1 que le preguntó su impresión sobre la represión de la policía a trabajadores de una empresa siderúrgica que protestaron en París.

-O cuando deja plantada a una periodista de la CBS en medio de una entrevista porque le preguntó por su esposa, semanas antes de que anunciara su separación.

-Sin dejar de citar la polémica surgida alrededor de Strauss-Kahn, líder socialista y gerente del F.M.I. donde algunos vieron un complot, tras su escandalosa detención en Nueva York, sin más base que una acusación un tanto pintoresca, que acabó con su sobreseimiento.

Por último, su coliderazgo con la canciller alemana, Ángela Merkel, ha sumido a Europa en una profunda crisis de su moneda única, el euro.

¡Buen curriculum!