En el anterior artículo, analizábamos cuándo, por qué y cómo se germinó la burbuja inmobiliaria. Concluíamos que esta burbuja ha provocado un sobreendeudamiento de las economías familiares por encima de los límites racionales y con una seria amenaza futura, ante una posible subida de tipos de interés, más que probable.
Como todos sabéis, en Mayo de este año, España fue muy cuestionada en cuanto a la solvencia de su deuda soberana. Los tipos de interés de la deuda española, se dispararon muy por encima respecto del bono alemán, patrón de referencia en los mercados internacionales. A partir de ese momento, el gobierno tuvo que tomar una serie de medidas, para recobrar la credibilidad de los inversores.
¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Es el gobierno actual culpable de habernos endeudado por encima de criterios aceptables?
Si observamos el gráfico de la deuda del Estado, podemos observar, que entre 1996 y 2004, está crece de una forma progresiva, pasando de 260.560 MM de euros, a 319.154 MM de euros, reduciéndose hasta 307.168 MM de euros a finales de 2007. Momento a partir del cual se dispara hasta 475.402 MM de euros a finales de 2009. Por lo que se deduce, que este sobreendeudamiento que se produce en los dos últimos años, no puede obedecer más que a necesidades o compromisos ya adquiridos anteriormente. Y a la necesidad de mantener estos compromisos o necesidades, a pesar de la fuerte caída de los ingresos del Estado y el aumento de los gastos. Cierto es, que también hay una intención política del gobierno en negar la crisis que era evidente, que incluso lleva a realizar una serie de incremento en gastos sociales y/o propagandísticos, para “mantener vivas las expectativas de los ciudadanos”. Craso error, pero su cuantía no es determinante para los grandes números que manejamos.


No es necesario, creo yo, profundizar mucho más en el análisis, para situar en tiempo y lugar, quienes, como y por qué, fraguaron la crisis económica que padecemos, basada en un crecimiento artificial y en el endeudamiento irracional.