Una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) también conocida como “gota
fría” es un fenómeno meteorológico que produce lluvias intensas en cortos
espacios de tiempo, saturando y desbordando los cauces naturales, así como la
red de saneamiento en ciudades y pueblos.
Cuencas más afectadas (SAIH) |
Estos fenómenos naturales son precipitaciones, lluvias, que alcanzan 80, 100, 200 o más litros por metro cuadrado en muy poco tiempo, provocando caudales incontenibles por los cauces naturales. El tiempo de concentración (Tc) junto con el coeficiente de escorrentía, son dos variables importantes para la formación de las avenidas.
Precipitaciones zona del bajo Júcar (SAIH) |
En el caso de la reciente y aun activa DANA en Levante, pero también en otras zonas del litoral mediterráneo ha sido una, sino la mayor, de las más brutales conocidas hasta ahora.
Una catástrofe que ha enfrentado otra vez a los políticos, echándose la culpa unos a otros. Entorpeciendo notablemente la disposición de medios para restablecer la normalidad lo antes posible.La falta de obras civiles, dicen unos. Poniendo ejemplos como la presa de Cheste, prevista en su momento (2004) y aun sin construir. Pero olvidando que una presa lamina caudales de aguas que provienen de la cuenca de aguas arriba no de aguas abajo, como ha sido el caso que nos ocupa. Por otra parte, los encauzamientos y obras de drenaje se calculan para períodos de retorno de 50, 100 o 500 años, que al ser una probabilidad de que ocurra, viene limitada por el coste-beneficio. Además, debemos de tener en cuenta que prepararse para grandes avenidas con poca probabilidad de que ocurran también afecta a zonas urbanizadas, tierras de labor, carreteras y caminos, por lo que conlleva un alto coste solo amortizable si sucede un fenómeno así. Pero también puede ocurrir que la DANA sea aun peor, dure más tiempo y las obras no eviten todos los daños. No hay fórmulas mágicas ante los desastres o catástrofes naturales.
Variación de caudal (SAIH) |
En el caso que nos ocupa, canalizar la rambla del Poyo y otros barrancos
adyacentes es una opción clara. Amplios canales, pequeñas presas (azudes),
estanques de tormentas u otros sistemas de laminación con su correspondiente
impacto ambiental y afección. Pero con su coste, no solo económico.
La NATURALEZA es así y el hombre no la puede dominar. Por último, no olvidemos tampoco las palabras del Rey Felipe VI sobre la desinformación y el caos, en estos tiempos que las redes sociales y también los medios, tratan de influir en la sociedad en su orientación política, tratando de condicionar el voto.
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