domingo, 3 de julio de 2022

La inflación y los tipos de interés

Nuevamente asistimos después de una crisis financiera (2008) aun no cerrada, a un repunte de los desequilibrios económicos que se instauraron en la primera década del siglo XXI y todavía persisten.

Con independencia de las tensiones geopolíticas, que por importantes y de graves consecuencias potenciales, no vamos a introducir como variable, ya que el desenlace de las mismas puede cambiar el escenario bruscamente, nos vamos a centrar solo en los puros desequilibrios económicos que actualmente azotan la economía mundial:

1.     Inflación

2.     Tipos de interés

3.     Deuda Pública

4.     Sistema bancario

Vamos pues con el análisis.

1.- En primer lugar vamos a analizar el incremento de los precios que ha repuntado en el último año de forma demoledora y sin sentido. El IPC adelantado de junio-22 marca un crecimiento de los precios interanual del 10,2%, algo que no se veía desde hace casi 40 años, con los tipos de interés entonces al 13%. Hoy están al 1%. Este importante desequilibrio se ha venido manifestando desde los inicios de la burbuja inmobiliaria cuando los tipos de interés bajaron notablemente a la par que crecía desorbitadamente el precio de la vivienda y se alargaba el plazo de las hipotecas.

Evolución del IPC 

Este incremento de precios que se empieza a hacer notable a partir del primer semestre de 2021, tiene como principal motivo la recuperación tras la crisis del COVID y los problemas creados en las cadenas de suministro. Así, la paralización o ralentización de la economía durante 2020 y parte de 2021, nos pasa la factura ahora. “Hay que recuperar el tiempo perdido”, sabiendo que los salarios se mantendrán sin grandes incrementos, ya que de eso se encargarán nuestras autoridades económicas como el gobernador del Banco de España que no aporta nunca ninguna solución al incremento de los precios o al encarecimiento de la vivienda, pero si pide moderación para los salarios.

No olvidemos tampoco que la inflación es la herramienta histórica que utiliza el sistema para que unos pocos, los de siempre, se enriquezcan a costa de muchos, los trabajadores.

2.- Lo que si ha sido una novedad es el precio del dinero. O sea, el interés nominal que incluso ha estado en negativo desde enero-2016 hasta abril de 2022. Algo absurdo, anacrónico e injustificable. Solo el mantener el mercado hipotecario sin grandes sobresaltos y la deuda pública sin gran coste, son los elementos que han propiciado esa sinrazón económica. Ahora la vuelta a la normalidad, si vuelve, está por ver el resultado.

Tipos de interés en el mercado interbancario europeo

3.- La política de los bancos centrales, ya sea la Reserva Federal o el Banco de Japón, de facilitar el endeudamiento público, vía emisión de dinero, para que así fuera más factible salir de la ya mencionada crisis financiera de 2008, no ha hecho nada más que alargar en el tiempo un ajuste que aun está por venir. Hoy por hoy, unos países más que otros, han alcanzado unos niveles de deuda sencillamente insoportables. La refinanciación de esa deuda con tipos de interés racionales puede abocar a una crisis sin precedentes en naciones cuya estabilidad económica nunca ha sido puesta en duda.

Deuda pública española 1996-2021

4.- Por último, el sistema bancario actual está muy desestructurado. Por un lado, el constante avance digital tiene a las entidades en un proceso de transformación continua, donde el cierre de oficinas y el ajuste de plantillas es un tema cotidiano. Por otro, la política laxa de tipos de interés ya comentados ha propiciado el cobro de comisiones, en algún caso abusiva, como fuente alternativa de ingresos al margen de intereses, fuente tradicional de ingresos de las entidades financiera. Algo que cuesta mucho de asumir tras una larga experiencia sin comisiones y con retribuciones por depósitos. Esto ha llevado al sector a una dura competencia para atraer más clientes y en consecuencia una cierta inestabilidad de los recursos ajenos, principal soporte de la estabilidad financiera. Tampoco podemos olvidar la aparición del dinero digital que pone en cuestión la primacía o hegemonía de los bancos centrales como emisores y reguladores del dinero. 

Cotización del bitcoin

Como verán, todo un abanico de incertidumbres y parámetros contradictorios de difícil encaje, si además sigue primando la insana codicia de unos pocos a costa del resto. Y con figuras como Christine Lagarde y Luis de Guindos a los mandos del BCE, todo se acentúa más.


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