Nuevamente asistimos después de una crisis financiera
(2008) aun no cerrada, a un repunte de los desequilibrios económicos que se
instauraron en la primera década del siglo XXI y todavía persisten.
Con independencia de las tensiones geopolíticas, que por
importantes y de graves consecuencias potenciales, no vamos a introducir como
variable, ya que el desenlace de las mismas puede cambiar el escenario
bruscamente, nos vamos a centrar solo en los puros desequilibrios económicos
que actualmente azotan la economía mundial:
1. Inflación
2. Tipos de interés
3. Deuda Pública
4. Sistema bancario
Vamos
pues con el análisis.
1.- En primer lugar vamos a analizar el incremento de los
precios que ha repuntado en el último año de forma demoledora y sin sentido. El
IPC adelantado de junio-22 marca un crecimiento de los precios interanual del
10,2%, algo que no se veía desde hace casi 40 años, con los tipos de interés
entonces al 13%. Hoy están al 1%. Este importante desequilibrio se ha venido
manifestando desde los inicios de la burbuja inmobiliaria cuando los tipos de
interés bajaron notablemente a la par que crecía desorbitadamente el precio de
la vivienda y se alargaba el plazo de las hipotecas.
Evolución del IPC |
Este incremento de precios que se empieza a hacer notable
a partir del primer semestre de 2021, tiene como principal motivo la
recuperación tras la crisis del COVID y los problemas creados en las cadenas de
suministro. Así, la paralización o ralentización de la economía durante 2020 y
parte de 2021, nos pasa la factura ahora. “Hay que recuperar el tiempo perdido”,
sabiendo que los salarios se mantendrán sin grandes incrementos, ya que de eso
se encargarán nuestras autoridades económicas como el gobernador del Banco de
España que no aporta nunca ninguna solución al incremento de los precios o al
encarecimiento de la vivienda, pero si pide moderación para los salarios.
No olvidemos tampoco que la inflación es la
herramienta histórica que utiliza el sistema para que unos pocos, los de
siempre, se enriquezcan a costa de muchos, los trabajadores.
2.- Lo que si ha sido una novedad es el precio del dinero.
O sea, el interés nominal que incluso ha estado en negativo desde enero-2016
hasta abril de 2022. Algo absurdo, anacrónico e injustificable. Solo el
mantener el mercado hipotecario sin grandes sobresaltos y la deuda pública sin
gran coste, son los elementos que han propiciado esa sinrazón económica. Ahora la vuelta a la normalidad, si vuelve, está por ver el resultado.
Tipos de interés en el mercado interbancario europeo |
3.- La política de los bancos centrales, ya sea la Reserva
Federal o el Banco de Japón, de facilitar el endeudamiento público, vía emisión
de dinero, para que así fuera más factible salir de la ya mencionada crisis
financiera de 2008, no ha hecho nada más que alargar en el tiempo un ajuste que
aun está por venir. Hoy por hoy, unos países más que otros, han alcanzado unos niveles
de deuda sencillamente insoportables. La refinanciación de esa deuda con tipos
de interés racionales puede abocar a una crisis sin precedentes en naciones
cuya estabilidad económica nunca ha sido puesta en duda.
Deuda pública española 1996-2021 |
4.- Por último, el sistema bancario actual está muy
desestructurado. Por un lado, el constante avance digital tiene a las entidades
en un proceso de transformación continua, donde el cierre de oficinas y el
ajuste de plantillas es un tema cotidiano. Por otro, la política laxa de tipos
de interés ya comentados ha propiciado el cobro de comisiones, en algún caso
abusiva, como fuente alternativa de ingresos al margen de intereses, fuente
tradicional de ingresos de las entidades financiera. Algo que cuesta mucho de asumir
tras una larga experiencia sin comisiones y con retribuciones por depósitos. Esto
ha llevado al sector a una dura competencia para atraer más clientes y en
consecuencia una cierta inestabilidad de los recursos ajenos, principal soporte
de la estabilidad financiera. Tampoco podemos olvidar la aparición del dinero digital que pone en cuestión la primacía o hegemonía de los bancos centrales como emisores y reguladores del dinero.
Cotización del bitcoin |
Como verán, todo un abanico de incertidumbres y parámetros
contradictorios de difícil encaje, si además sigue primando la insana codicia
de unos pocos a costa del resto. Y con figuras como Christine Lagarde y Luis de Guindos a los mandos del BCE, todo se acentúa más.
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