No se
trata de una nueva titulación al amparo del plan de Bolonia, ni tampoco de un
nuevo título nobiliario, aunque algunos nobles se hayan hecho merecedores de
tal “distinción”. No. Se trata de un nuevo segmento social que durante
los últimos 30 años ha crecido de forma notable y alarmante entre la sociedad
española y que cuenta con un gran apoyo en nuestra actual estructura de Estado.
Desde miembros de la Casa Real, duques y marqueses, diputados y senadores,
políticos, banqueros, empresarios o sindicalistas, los señores imputados han
proliferado como setas en otoño. Cuyo desfalco, sin exagerar, supera los 400
mil millones de euros, que ahora estamos pagando el pueblo.
Hoy en
día, se podría decir que si uno no está imputado no es alguien importante. Pero
no todo imputado pertenece a su máxima categoría. Que es aquella
relacionada con la malversación de fondos públicos, el pago de comisiones, el
cohecho, la prevaricación, la especulación, la fuga o el blanqueo de capitales.
Donde el “cum laude” se obtiene bien por el archivo de los hechos o por un
posterior indulto de gracia. Siempre ha habido categorías.
"Ilustres imputados" |
Desconozco
si de aquí a unos años, los herederos legítimos podrán usar “el título” o si
por el contrario, deberán hacerse merecedores de tal distinción. Algo que muy
probablemente no les cueste demasiado esfuerzo, al haberse formado bajo la
tutela de verdaderos especialistas en la materia. Y que les abrirá muchas
puertas. ¿Se imaginan?:
-Buenas tardes, soy López, nieto
de Jeremías López, el del “Caso Napoleón”
-¡Pero bueno, que mozalbete estás
hecho! Que gran figura era tu abuelo. Todavía me acuerdo como espabiló casi 30
millones de una sola tacada en la diputación de Pérez, otro fenómeno también.
-Sí, algunas cosillas me
contó mi abuelo. Sobre todo me insistía en que “aquí el que no roba es por qué
no puede”.
- Una gran verdad. Tenías un
abuelo irrepetible. Más de 5 imputaciones y de todas salió con la cabeza bien
alta. Como debe de ser (y una buena pasta).
Un
diálogo así no sería de extrañar, hoy en día.
Multitud
son los casos abiertos, donde se ha ido otorgando la "honorífica mención". Desde
Naseiro a Bárcenas, pasando por Filesa, Fondos Reservados, Ibercorp, Urralburu,
Ormaechea, Pallerols, Gil, Gescartera, Forum, Guateque, Matas, Gürtell, Pretoria,
Eres, etc, etc.
Somos el hazmerreír
de Europa en primer lugar y del resto del mundo. En las cancillerías de las
democracias occidentales, nos deben de conocer como “los pillos”. Así, mientras
unas decenas de miles de imputados o aspirantes han dejado en la ruina a
millones de trabajadores y han ennegrecido el futuro de su juventud, todavía se
recochinean en las sedes judiciales, a sabiendas de que no pasará nada.
¿No pasará
nada?
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