Han transcurrido más de 600 días desde aquella noche que
se decidió la venta del Banco Popular por un euro al Banco de Santander. Desde
entonces, más de trescientos mil afectados reclaman su dinero. Accionistas y bonistas
que vieron como de la noche a la mañana su dinero había desaparecido. No había
más explicaciones.
Para ello durante unos meses, un siniestro personaje,
Emilio Saracho (Madrid, 1955), había sido nombrado presidente de la entidad en
sustitución de Ángel Ron. Desde dentro y con la connivencia de algún otro consejero
y consejera, fue preparando el camino para el fatal desenlace ocurrido la noche
del 6 a 7
de junio de 2017.
No sé sabe bien por qué ni condujo a la entidad a una
ampliación de capital, factible, ni a una venta o integración, para la que había
bancos interesados. Todo su afán fue llevar al banco Popular a una aparente
situación de insolvencia y de falta de liquidez. Excusas estas que permitieron
a la Junta Única de Resolución (J.U.R.), organismo europeo con sede en Bruselas,
creado en 2015, a
realizar su primera y única intervención hasta ahora.
Para ello, su presidenta, Elke König (Colonia, 1954),
también colaboró con declaraciones que provocaron alarmas. Algo impropio de la
alta responsabilidad de un cargo público europeo. Todo estaba decidido.
En España; Luis de Guindos, Sebastián Albella o Luis María
Linde, desde sus poderosas y privilegiadas posiciones, iban a permitir uno de
los asaltos más descarados, con alevosía y nocturnidad, a una empresa privada
por parte de otra. Solo dos meses antes el ministro de economía, Luis de
Guindos, había dicho: “Popular es un banco solvente y su futuro lo decidirán
sus accionistas” . Una hipocresía más, la operación estaba en ciernes de
cerrarse. Todo por un euro, era el acuerdo.
Desde entonces cientos de recursos, reclamaciones y
demandas, inundan organismos y juzgados, españoles, europeos y norteamericanos.
En España ya habido diversas sentencias judiciales que han condenado al Banco
Santander a devolver el dinero de las acciones y bonos. Mientras, la J.U.R. sigue
negando el acceso a diversos documentos que califica de reservados. Algo
inexplicable si tan claro estaba todo. ¿O no lo estaba? ¿O se basó todo "el soporte legal" en conjeturas e hipótesis a la carta?
Cuadro comparativo de resultados antes y después de la adquisición. |
Hoy, días después de conocer los resultados del Banco de
Santander, en el primer ejercicio completo (2018) con el Banco Popular
integrado, no se aprecia el más mínimo daño por esa “compra solidaria” que hizo
por un euro. No, más bien se ven unos resultados que han mejorado los activos,
el patrimonio y el beneficio de forma notable. Una gran inversión.
"No hay más preguntas Señoría". Los afectados y afectadas
esperan una resolución a la altura de todas las pruebas y evidencias que a día
de hoy están sobre la mesa.
Un caso evidente, no solo de malas prácticas, connivencias
políticas y presuntamente corruptas, sino que además son los claros ejemplos
que utilizan los enemigos de España, para arremeter contra la estabilidad, el
progreso y la pacífica convivencia de los españoles y españolas. Una pena.
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