Guillermo Zapata, concejal de Ahora Madrid. |
Noticia aquella que fue también utilizada políticamente en contra de la ley del aborto que por entonces pretendía el ministro Ruiz-Gallardón. A la que dedicaron un extenso artículo, defendiendo el aborto, sin tampoco pensar en los millones de personas que repudian esta práctica en España. Eso no causa dolor, es libertad de expresión.
Hoy, casualmente, Javier Gomá publica un artículo en La Vanguardia, que dice entre otras cosas:
"Con todo, no sería
demasiado arriesgado proponer un principio vagamente general, ya sugerido en el
tratado renacentista cuando dice: “ Conviene que huya el cortesano de ser
tenido por maligno o perjudicial, y no cure de decir donaires por sólo hacer
despecho y tocar en la llaga que más duele”. En otras palabras, el límite es…
el dolor ajeno. El humor no debe añadir sufrimiento a este mundo, sino aliviar
el mucho ya existente, y a medida que la empatía –la imaginación para ponerse
en el lugar del otro– progresa en una cultura, los límites también avanzan. La
sátira, que ridiculiza polémicamente la conducta de los poderosos, sería una
excepción sólo aparente, porque aquí el aguijón del humor se pondría al
servicio de la crítica social, funcionando como punzante instrumento de
antipoder."
La
noticia de hoy se hacia eco de la contratación a dedo de Nuria en la concejalía
que dirige por la módica cantidad de 50.474 euros anuales. Y la mención al
aborto, según el director de EL ESPAÑOL obedecía a que era el único vínculo
demostrable de la relación de ambos, Nuria y Guillermo.
Pero lo más
curioso, paradójico o como se quiera definir, de la respuesta de Zapata, es que
le recuerden “el hecho más doloroso de su
vida”.
Claro y
aquí está el quid de la cuestión. Cuando el se mofaba de los judíos asesinados
e incinerados en los campos de concentración nazi, o de Irene Villa,
terriblemente mutilada por la banda terrorista ETA, o de Míriam,
Toñi y
Desirée, las niñas de Alcacer violadas y asesinadas, él no recordaba a
nadie ningún hecho doloroso. No, era simplemente humor negro en un determinado
contexto. Esta era su explicación. El dolor sólo lo siente él.
Claro, ahora ha pasado a chupar
del bote en el ayuntamiento de Madrid, le gusta el asunto y teme verse sin ese
chollo, por sus malas prácticas. Y se siente dolido.
Esta es la regeneración, la
democracia y la libertad de expresión que nos trae Podemos y sus sucursales. De
pena.
Muy bien visto
ResponderEliminarLo que más escalofrío produce es que haya personas que apoyen estos movimientos, sin reparar en tantas contradicciones e hipocresías como se manifiestan.
ResponderEliminar