Vivimos
unos momentos muy difíciles. No solo por la crisis económica, que parece no
tener fin, sino por el desprestigio de las instituciones y partidos.
Recientes
encuestas de intención de voto sitúan a los dos partidos mayoritarios –PP y
PSOE- por debajo del 30%. En cambio otros partidos minoritarios, como UPyD o
Izquierda Unida, ven aumentada su expectativa de voto. De consolidarse esta percepción
en las próximas elecciones, la formación de una mayoría de gobierno exigiría la
unión de diversos partidos, que de realizarse por la parte izquierda, la más
probable, convertiría al Partido Comunista en una fuerza llave en la formación
de gobierno.
Conste
que no tengo nada en contra de dicho partido, es más, lo considero necesario
como contraposición al gobierno, pero nunca como una opción de gobierno.
Su
alineación con países como Cuba o Venezuela, verdaderos fracasos de Estado, no suponen
una carta de presentación nada halagüeña. Luego también, no creo que tenga gente
realmente preparada para esa difícil labor de “ten con ten” que todo gobierno
debe de mantener hoy en día ante el poder económico.
Felipe
González, presidente del gobierno español, entre 1982 y 1996, es un ejemplo
claro y evidente de la transformación necesaria entre la utopía inalcanzable de
la izquierda y el pragmatismo necesario para desde el poder, sin traumatismos,
ejercer una política social y equitativa. Tuvo sus fallos, lógico, pero nadie,
con hechos demostrables, puede negar que durante su mandato España no tuvo una
transformación sin parangón.
Hoy, la
terquedad del Partido Popular, que ante las ya más que evidentes pruebas de irregularidad,
ilegalidad y mentiras de algunos de sus principales dirigentes, sigue “sin dar
su brazo a torcer” en algo tan drástico pero sencillo, como es sustituir al
presidente del gobierno y dar un cambio radical a esta legislatura tan
convulsa, llena de promesas incumplidas, de mentiras tras mentiras, de
arrogancia y desprecio hacia los ciudadanos, que esta poniendo el caldo de
cultivo necesario para una situación de ingobernabilidad, desorden y pérdida de tantos
avances de los últimos años.
Señores
del Partido Popular, piensen en España, en los españoles y hagan lo que de
verdad requiere la situación. La historia y el futuro se lo agradecerán.
¿De
verdad, no hay nadie más?
Hola,
ResponderEliminarEn mi opinión darle a un partido político un papel meramente de oposición no tiene demasiado sentido, pues los partidos están para gobernar y tomar decisiones (tanto a nivel parlamentario como ejecutivo) no para hacer oposición de forma indefinida.
No soy especial amigo de muchos de los anacronismos que se ven en IU (el tema de Cuba es uno de ellos) pero veo que por ello no puedan gobernar, con que no lo quieran aplicar aquí me basta. De hecho la derecha ha gobernado asiduamente y ha apoyado dictaduras como la de Pinochet por ejemplo, e incluso si nos ponemos más exquisitos podriamos decir como se estaba apoyando a Mubarak hasta hace poco (o el apoyo al reciente golpe). No parece que tenga mucho sentido ponerle un cordón sanitario a IU por eso.
IU ha gobernado con el PSOE en muchas comunidades autónomas y no veo por qué no puede hacerlo a nivel nacional. Los miedos a esa formación son más inducidos que reales, pues el poder como se sabe "modera" y se suelen evitar posiciones extremas hacia cualquiera de los extremos.
De todas formas y a nivel más general creo que estamos errando pensando sólo a 4 bandas, es decir, a los 4 grandes partidos como destinatarios del voto. Tal y como está el país creo que es más que probable la aparición de más fuerzas, y no me refiero a EQUO sino que me refiero a un partido izquierdista quizá entre PSOE e IU, y a uno a la derecha económica del PP. Falta ver con qué éxito.
Saludos,
Estimado Pedro, aunque soy un gran crítico de la situación actual, donde nos ha llevado una forma de capitalismo salvaje, donde la corrupción ha hecho estragos, también es cierto que no tengo ninguna confianza en un sistema que nunca ha obtenido bienestar y progreso para los ciudadanos, allí donde se ha implantado.
EliminarDicho esto, solo me queda aclarar que esa función de oposición permanente que le otorgo, no soy yo quien se la da, sino la sociedad. Aquí en España, creo recordar que sólo en Córdoba, tuvo capacidad de gobierno local y en el resto de lugares, Extremadura y Andalucía, como fuerza de apoyo al PP o al PSOE. Al margen de pequeñas localidades, cuya relevancia es ínfima. Es la realidad, no la invento yo.
Un cordial saludo y gracias por tu comentario.
Gracias Adan,
EliminarPero quiero hacer una puntualización. Dices "no tengo ninguna confianza en un sistema que nunca ha obtenido bienestar y progreso para los ciudadanos, allí donde se ha implantado", dando a entender que IU implantaría o le gustaría implantar el socialismo real de estirpe soviética.
Bien, yo es que creo que IU no es una coalición comunista, sino postcomunista, y por tanto creo imposible que aplicasen un sistema así, tanto porque pragmáticamente no podrían como por el hecho que la mayoría de sus miembros seguramente no querría.
Saludos,
me quedo con las ultimas palabras de tu artículo, si realmente hicieran lo que la situación requiere todos sabemos que nunca saldrían reelegidos; y para nuestra desgracia ya sabemos que NUNCA e independientemente del signo político del partido en el gobierno sucederá, se necesita gente que ejerza una papel en la política por el hecho de servir a su país y no al contrario.
ResponderEliminarDejo una referencia a mi blog de reciente creación:
http://jovenesconopinionyganasdetransmitirla.blogspot.com.es
somos un grupo de universitarios que estamos tratando de llevar a cabo un blog de actualidad, si te gusta SIGUENOS, gracias