jueves, 10 de julio de 2025

Feijóo y la sauna Adán


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    El pasado día 9 Alberto Núñez Feijóo, líder de la triste y desleal oposición, cruzó el Rubicón. “Alea iacta est”, se podría decir. No se puede caer más bajo.

    Su ataque al presidente del gobierno se condensó en relacionarle con las actividades de su suegro, Sabiniano Gómez (DEP), que fundó y dirigió varias saunas de ambiente gay en Madrid durante los años 80 y 90. La más emblemática fue la Sauna Adán, ubicada en la calle San Bernardo (Madrid). Y qué en 2006 dejó su administración para pasarla a su hermano Enrique.

    Negocios perfectamente legales de una familia honesta, como declaró en 2021 el comisario García Castaños en el Congreso ante una comisión de investigación por el “caso Kitchen”.

    La desesperación de Feijóo que ve que pasan los años y "no rasca bola" le llevo a acusar al presidente de beneficiarse a título lucrativo de la prostitución. Supongo que porque el piso a nombre de él y de su esposa en Pozuelo de Alarcón se lo debió de regalar Sabiniano Gómez, el suegro. Algo que hace todo padre con posibilidades.

    Si ya tenemos a la esposa del presidente, Begoña Gómez, con una investigación judicial por dirigir una cátedra de titulación propia, no oficial, de la Universidad Complutense de Madrid y al hermano del presidente, David Sánchez, también investigado por haber sido presuntamente recomendado para un trabajo en la Diputación de Badajoz, lo último que faltaba ya era tratar del mezclar al presidente con la prostitución. Y Feijóo lo ha hecho, sin base y sin argumentos.

    Y no es que realmente le preocupe la actividad de su suegro, lo que le preocupa de verdad, como buen portavoz de la patronal, es la actualización del SMI, entre otras cuestiones como pueden ser las cotizaciones sociales. Días antes ya arremetió contra la importante, justa y necesaria subida del salario mínimo (SMI):

“El incremento indiscriminado del SMI lo único que conlleva es esfuerzo salarial de las empresas (20-jun-25)"

    Qué días después de su exposición leamos en elEconomista qué:

    La subida del SMI fuerza a las empresas a elevar los pluses al negociar los convenios” (10-7-25), deja claro todo.    

    De los importantes beneficios de las empresas estos años, de los máximos de empleo y afiliación o de la baja prima de riesgo de nuestra economía actualmente, mejor no hablar.

    Con las pensiones de momento no se atreve, hay muchos millones de votos ahí. Pero de salir ganador con mayoría suficiente, el recorte está servido. Avisados están.