jueves, 28 de octubre de 2021

DEOLEO, ahora o nunca

            Tras diversas vicisitudes, de largo proceso en el tiempo, el hoy Grupo Deoleo
tiene por delante un importante reto, que es devolver la rentabilidad a sus accionistas con base en una política empresarial honesta, seria y ambiciosa. La base la tiene. Lo que no tiene es explicación lo acaecido en los últimos 12 años.

Un resumen de la historia y origen nos remonta a 2008, último año que emite las cuentas SOS CUETARA. En 2009 y 2010 lo hace bajo la denominación SOS Corporación alimentaria y a partir de 2011, Deoleo.

Hoy Deoleo es un líder mundial en la distribución y comercialización de aceite de oliva, con casi 205 millones de litros vendidos en 2020, actuando en 12 países, entre los que destacan; España, Italia, India, EE.UU, Alemania y México.

Su mayoría accionarial la ostenta una sociedad de CVC Capital Partners, fondo de capital riesgo, con un 54,6%. Y siendo el empresario aceitero sevillano Juan Ramón Guillén, presidente de Acesur, su segundo accionista significativo con un 5,07%.

Un somero análisis bursátil desde 2007 hasta hoy nos indica:

Entre abril de 2005 y abril de 2007, las acciones de la entonces SOS CUETARA, pasaron de 1,385 € a 8,269 €.

A partir de esa fecha, tras unos titubeos, pasó su cotización a 2,056 € en agosto de 2009. La debacle estaba servida. Hasta hoy, tras diversas ampliaciones, restructuraciones e incluso una “operación acordeón” (amortización a valor cero de las acciones existentes y emisión de nuevas acciones), ha pasado a cotizar a 0,333 €.

Así, de una capitalización en 2007 de más de 1.072,2 MM de €, hoy ha cerrado con un valor bursátil de 166,5 MM de €.

Pero en base a la comparación de las cuentas de los últimos tres ejercicios completos (2018, 2019 y 2020) con la referencia en el año 2007, y el 1º semestre de 2021, podemos decir que sus cuentas oficiales tienen buenas señales. Veamos:

Su cotización, desde 26 de jun-20 hasta hoy oct-21, ha pasado de 0,172 € a 0,333 €. Con un volumen medio de 3,94 MM de acciones (0,79% de las acciones admitidas a cotización). Ello nos da a pensar que se trata de un valor estrecho, a pesar de que aparentemente no hay participaciones significativas en más del 40% del capital, o sea un “free float” alto para mi, pero no lo parece.

En conclusión, si los actuales accionistas que controlan la compañía están por la labor de la puesta en valor de la misma y la gestión es correcta, no sería muy ambicioso ver la cotización por encima de 1,00 € e incluso una vuelta a la distribución de dividendos, para 2022 o 2023. Si además de valor, ofrece expectativas de crecimiento, podremos ver mejores números.

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