CIUDADANOS tal y como lo conocemos data de
2006. Casi 15 años de historia. Un largo y constante trabajo que comenzó a irse
al traste en las elecciones de noviembre de 2019.
Su trayectoria inicial desde 2006, como partido de ámbito catalán que reivindicaba el derecho de todos los catalanes a poder vivir en su tierra sin acosos ni desprecios, fue ascendente hasta ganar la mayoría de votos en las elecciones catalanas de 2017, pero sin llegar a presentar la candidatura de Inés Arrimadas; por las nulas posibilidades que había para su nombramiento, por los pactos electorales que se estaban fraguando entre las fuerzas independentistas y los antes conservadores de Jordi Pujol, el corrupto ´president´, que durante muchos años se dedicó a acumular una gran fortuna distrayendo el dinero público. Ese probablemente fue el primer gran fallo, que poco después fue acentuado por la renuncia de Inés Arrimadas al ´Parlament´ y su incorporación a la política nacional.
Así llegamos a 2019, año en el que CIUDADANOS alcanza a nivel nacional su mejor resultado: más de
cuatro millones de votos y 57 escaños. Se convertía así en la tercera fuerza
parlamentaria, tras el PSOE con 123
escaños y el PP con 66. Y por
delante de PODEMOS con 42. Su
capacidad entonces de pactar un gobierno con el PSOE y actuar como partido moderador de la XIII legislatura desde
la restauración de la democracia, no se ejercitó. El NO rotundo de Albert Rivera, nos llevó a unas
segundas elecciones que se celebraron en noviembre de ese mismo año y perdió 47
escaños, que fueron a parar principalmente al PP y a VOX.
Como consecuencia del varapalo electoral, Albert Rivera dimite e Inés Arrimadas se hace cargo de la
dirección del partido.
La primera gran prueba para ella son las elecciones en
Euskadi de 2020, en coalición con el PP obtienen 6 escaños. Un trámite. En
Galicia acuden solos y no obtienen escaño alguno. Pero no es hasta 2021, en las
elecciones catalanas de febrero, cuando se reafirma la caída de CIUDADANOS, pasa de 36 diputados a 6. El fracaso está servido.
Es ahora en 2021, tras unos ´flirteos´ con Pedro Sánchez, cuando se desata la caja
de los truenos con una moción de censura en Murcia y otras “potenciales” en
Castilla León y Madrid. La tormenta política desatada hace a la presidenta de
Madrid, Isabel Díaz Ayuso, disolver
la cámara y convocar elecciones. No, sin antes establecerse un litigio judicial
por las mociones de censura presentadas en la misma mañana de la disolución de
la Asamblea de Madrid.
La supervivencia de CIUDADANOS
es prácticamente imposible ya. Si casi le costó 15 años hacerse un lugar en el
panorama político catalán y español, ahora podría ser una misión imposible.
Todo debido a las ambiciones de unos y otros, que pretendían colmar sus ansias
de poder y relevancia. Una pena. CIUDADANOS
estaba llamado a ser una tercera vía, tan añorada por muchos españoles y
españolas, alejada del bipartidismo político, que con menos ambiciones
personales, menos trepas y un poco de paciencia, hubieran conseguido, muy
probablemente, ser alternativa de gobierno, instaurando un nuevo sistema
político más centrado y alejado de los tópicos Izquierda-Derecha. Dejando a los
comunistas como lo que son en España, un partido residual, llámese IU, UP o lo que sea.
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