jueves, 23 de abril de 2020

Los bulos


Los bulos, rumores o noticias interesadas, han sido siempre parte de la comunicación. La conocida como prensa amarillista es un claro ejemplo. Mediante titulares sensacionalistas y llamativos publican noticias sin el debido contraste ni el más mínimo sentido ético del periodismo serio y profesional.


La R.A.E. define bulo como:
Quizá del caló bul 'porquería'.
1. m. Noticia falsa propalada con algún fin.
Hoy estos bulos o ´fake news´ han cogido mayor difusión debido a la existencia de las Redes Sociales, portales de Internet donde sus usuarios publican noticias e interactúan entre ellos. Detectarlos no es difícil, basta acudir a otros medios para contrastar o no la “información publicada”. No deja de ser curioso que sea ahora con este gobierno socialista-populista-comunista cuando se repare en los bulos. ¿No existían antes o qué?
Ahora bien, también es algo evidente que carecemos de unos medios de comunicación, independientes y plurales. Los que no son oficiales y progubernamentales, viven de la publicidad, y consecuentemente de tener contentos a sus clientes. Otros son de carácter y financiación privada que defienden sus intereses. Por lo que en alguna medida tampoco la información u opinión que se publica carece de inclinaciones subjetivas. Pero es lo que tenemos.
General Santiago en rueda de prensa, 19 de abril-20
Recientemente en una rueda de prensa relativa a la evolución del Covid19 pudimos ver a un general de la guardia civil citar la siguiente frase: “…otra de la líneas de trabajo es minimizar ese clima contrario a la gestión de la crisis del gobierno”.
Ni qué decir que el lío que se montó fue monumental. Así el ministro Marlaska calificó de lapsus esas palabras, como forma de restarle importancia.
Que el deseo del vicepresidente 2º es silenciar la prensa crítica al más puro estilo bolivariano tampoco es ninguna novedad.
Que la gestión de la crisis, por parte del gobierno central como mando único, ha sido desastrosa, no es necesario acudir a muchos ejemplos para confirmarlo. Desde el aquí no pasa nada más que algún caso aislado de primeros de marzo a paralizar el país la primera quincena de abril, sin olvidar los miles de fallecidos cuyo número real tardaremos aun en saber, todo han sido improvisaciones, desmentidos, rectificaciones, compras defectuosas de material sanitario, etc., etc.
El presidente en una rueda de prensa reciente
Pero que podíamos esperar de un gobierno presidido por una persona que mediante el bulo más grande de la historia política reciente accedió a la presidencia del gobierno. Si nos atenemos a la definición gramatical de la R.A.E., cuando Pedro Sánchez Pérez­-Castejón dijo por activa y por pasiva que no pactaría con el grupo populista-comunista de Unidos o Unidas Podemos, estaba dando una noticia electoral falsa que ocultaba sus verdaderos intereses: un bulo. Algo parecido se puede aplicar a la colaboración necesaria que requería de los independentistas catalanes, juzgados y condenados por el Tribunal Supremo, y de los herederos de ETA, Bildu, que le prestaron su apoyo tácito en la investidura. Sin ellos no sería presidente.
Ahora toda su gestión de la crisis está encaminada a hacer cómplice a la oposición buscando un pacto de Estado, con tan poca imaginación que hasta apela llamarlos “Pactos de La Moncloa II”. Cuando aquellos fueron unos pactos que hoy sus socios de gobierno califican de post-franquismo, cuestionando el modelo de Estado y la figura del rey Felipe VI.
A continuación unos tuis de 2014 del hoy vicepresidente 2º donde hablaba de la incompetencia del gobierno, recortes de la democracia, dimisión de la ministra de sanidad o peticiones a la UE de responsabilidad política del gobierno español. Todo ello sin haber un fallecido, solo un contagio y un perro sacrificado. Es la coherencia política del hoy vicepresidente 2º.



¿Qué pacto puede haber si detrás de todo están los intereses ideológicos y comunistoides?
¿Pero a quién o quiénes quieren engañar?

1 comentario:

  1. Acertado análisis sin orejeras políticas; la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.
    Un saludo amigo.

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