Los bulos, rumores o noticias interesadas, han sido
siempre parte de la comunicación. La conocida como prensa amarillista es un
claro ejemplo. Mediante titulares sensacionalistas y llamativos publican
noticias sin el debido contraste ni el más mínimo sentido ético del periodismo
serio y profesional.
La R.A.E. define bulo como:
Quizá del caló bul 'porquería'.
Hoy estos bulos o ´fake news´ han cogido mayor difusión
debido a la existencia de las Redes Sociales, portales de Internet donde sus
usuarios publican noticias e interactúan entre ellos. Detectarlos no es
difícil, basta acudir a otros medios para contrastar o no la “información
publicada”. No deja de ser curioso que sea ahora con este gobierno socialista-populista-comunista
cuando se repare en los bulos. ¿No existían antes o qué?
Ahora bien, también es algo evidente que carecemos de unos
medios de comunicación, independientes y plurales. Los que no son oficiales y
progubernamentales, viven de la publicidad, y consecuentemente de tener
contentos a sus clientes. Otros son de carácter y financiación privada que
defienden sus intereses. Por lo que en alguna medida tampoco la información u
opinión que se publica carece de inclinaciones subjetivas. Pero es lo que
tenemos.
General Santiago en rueda de prensa, 19 de abril-20 |
Recientemente en una rueda de prensa relativa a la
evolución del Covid19 pudimos ver a un general de la guardia civil citar la
siguiente frase: “…otra de la líneas de trabajo es minimizar ese clima contrario a la
gestión de la crisis del gobierno”.
Ni qué decir que el lío que se montó fue monumental. Así
el ministro Marlaska calificó de
lapsus esas palabras, como forma de restarle importancia.
Que el deseo del vicepresidente 2º es silenciar la prensa
crítica al más puro estilo bolivariano tampoco es ninguna novedad.
Que la gestión de la crisis, por parte del gobierno
central como mando único, ha sido desastrosa, no es necesario acudir a muchos
ejemplos para confirmarlo. Desde el aquí no pasa nada más que algún caso
aislado de primeros de marzo a paralizar el país la primera quincena de abril,
sin olvidar los miles de fallecidos cuyo número real tardaremos aun en saber,
todo han sido improvisaciones, desmentidos, rectificaciones, compras
defectuosas de material sanitario, etc., etc.
El presidente en una rueda de prensa reciente |
Pero que podíamos esperar de un gobierno presidido por una
persona que mediante el bulo más grande de la historia política reciente accedió
a la presidencia del gobierno. Si nos atenemos a la definición gramatical de la
R.A.E., cuando Pedro Sánchez Pérez-Castejón dijo por activa y por pasiva que no
pactaría con el grupo populista-comunista de Unidos o Unidas Podemos, estaba dando una noticia electoral falsa que ocultaba sus
verdaderos intereses: un bulo. Algo parecido se puede aplicar a la colaboración
necesaria que requería de los independentistas catalanes, juzgados y condenados
por el Tribunal Supremo, y de los herederos de ETA, Bildu, que le
prestaron su apoyo tácito en la investidura. Sin ellos no sería presidente.
Ahora toda su gestión de la crisis está encaminada a hacer
cómplice a la oposición buscando un pacto de Estado, con tan poca imaginación
que hasta apela llamarlos “Pactos de La Moncloa II”. Cuando aquellos fueron
unos pactos que hoy sus socios de gobierno califican de post-franquismo,
cuestionando el modelo de Estado y la figura del rey Felipe VI.
A continuación unos tuis de 2014 del hoy vicepresidente 2º donde hablaba de la incompetencia del gobierno, recortes de la democracia, dimisión de la ministra de sanidad o peticiones a la UE de responsabilidad política del gobierno español. Todo ello sin haber un fallecido, solo un contagio y un perro sacrificado. Es la coherencia política del hoy vicepresidente 2º.
A continuación unos tuis de 2014 del hoy vicepresidente 2º donde hablaba de la incompetencia del gobierno, recortes de la democracia, dimisión de la ministra de sanidad o peticiones a la UE de responsabilidad política del gobierno español. Todo ello sin haber un fallecido, solo un contagio y un perro sacrificado. Es la coherencia política del hoy vicepresidente 2º.
¿Qué pacto puede haber si detrás de todo están los
intereses ideológicos y comunistoides?
¿Pero a quién o quiénes quieren engañar?
Acertado análisis sin orejeras políticas; la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.
ResponderEliminarUn saludo amigo.