La mala gestión

P. Sánchez y P. Iglesias en el Congreso

No creo que nadie en su pleno uso de razón propusiese al tándem Sánchez-Iglesias para gestionar una gran empresa del Ibex 35, por ejemplo, como puedan ser Inditex, ACS o Telefónica. Y solo por una sencilla razón: Ni están capacitados ni tienen experiencia previa en gestión empresarial. Simple, ¿no?

España no deja de ser algo similar a una gran empresa y por ello requiere que quien dirija su rumbo y estrategia sea alguien preparado, con capacidad y experiencia. Alguien que a su vez, como líder indiscutible se rodea de los mejores, no de los más mediocres y menos preparados, atendiendo a cuotas absurdas de representación, para no sentirse ensombrecido. Sí ya sé que un ministro no tiene porque ser especialista en su área, pero si debe de tener una capacidad analítica muy alta y rodearse de personas que si tienen esa gran preparación especializada. Nada de esto concurre ahora mismo salvo alguna excepción que confirma la regla.

Desde junio de 2018, tras la moción de censura a Rajoy, pronto hará dos años, venimos sufriendo la presidencia de una persona muy extraña. No tiene sentido de la palabra, ni del honor ni de la dignidad. Es decir, lo peor que puede tener un político con responsabilidad ejecutiva. Su único objetivo es estar en La Moncloa y saciar su hambre de poder. Egocéntrico, falso, poco fiable.

Hoy, ahondando si cabe en su ineptitud, anuncia el gobierno que los niños podrán salir al supermercado, a la farmacia o al banco, pero dar un paseo al aire libre e incluso ir al campo a desfogarse unas horas, nada.

Es una más de las incongruencias a las que nos tiene acostumbrado este gobierno de principiantes y al que tenemos encomendada la labor de sacarnos de esta crisis. Da miedo, solo pensarlo.

Si realmente en el Congreso de los Diputados tuviéramos una representación política digna y responsable, la moción de censura y la convocatoria de elecciones, a pesar de todo, sería la medida más efectiva que se pudiera tomar. Vale más perder tres meses que no tres años. España necesita ya un gobierno de personas con preparación y capacidad suficientes para sacarnos de esta pesadilla y encarar el futuro con esperanza. Tanto el PSOE, como el PP, Ciudadanos y Vox, pueden aportar esas personas conjuradas en alcanzar ese loable objetivo. No podemos demorar más la iniciativa, los socialistas que han gobernado tantos años sin tanto descontrol también deben de hablar al margen de las directrices emanadas de un personaje que no merece ser presidente del gobierno.