En 2012 cuando escribí: “Banco Popular: ¿oportunidad o engaño?” a raíz de una ampliación de capital de 2.500 millones,
no pensé ni por asomo que el final de este banco mediano, pudiese ser el que
hemos visto hoy.
En aquel momento
Oliver Wyman suspendía al Banco Popular en la prueba de esfuerzo ante
un escenario adverso, que cifraba el déficit de capital en 3.223 millones de
euros. Si tenemos en cuenta que lo hizo en los peores momentos y que desde
entonces el mercado inmobiliario - lastre del banco - se ha revitalizado, y que
se hizo en 2016 otra ampliación de capital por 2.500 millones, una sencilla
reflexión nos lleva a sospechar de todo y de todos: de la Junta Única de Resolución (J.U.R.), de la EBA
(Autoridad Bancaria Europea), del Banco de España, de la CNMV, de los gestores
que elaboraban las cuentas, de los auditores que las aprobaban…etc.
Al final,
la solución para el Banco Popular ha sido quebrarlo e integrarlo en el Banco
Santander, con objeto de garantizar los depósitos y evitar la fuga de estos. Fuga
que empezó de forma más notable al poco tiempo de incorporarse como presidente
Emilio Saracho, cuya buena sintonía con la presidenta del Banco Santander ha
sellado, sin duda, la solución para el banco.
Emilio
Saracho, economista de 62 años, antiguo empleado del banco Santander, ha estado
ligado los últimos años a la banca de inversión. Goldman Sachs y J.P. Morgan,
en sus diferentes divisiones, fueron sus destinos más recientes. Con un perfil así se hizo cargo del Banco
Popular, en sustitución de Ángel Ron, en febrero de este año. El cual se marchó
con “el deber cumplido” y su correspondiente indemnización y plan de pensiones
millonario.
En algo me
recuerda a la intervención de Banesto, cuando Alfredo Sáez, procedente del
BBVA, pilotó la entidad cedido por el BBVA, hasta que esta cayó en manos del
Santander también. Poco después Alfredo Sáez ocupo el cargo de CEO en el banco
de Santander, puesto que tuvo que dejar por sus problemas con la justicia que
llevó al gobierno a tener que indultarle, en una decisión política, harto
polémica. Banco que por cierto cayó a pesar del
apoyo de J.P. Morgan.
Tras una
negra semana de cotización bursátil y salida de fondos, auspiciados por esos
“mensajes de tranquilidad” de las autoridades nacionales y europeas ,
hoy, con alevosía, premeditación y nocturnidad, nos hemos desayunado con la
noticia de que el Banco Santander se hacía con el Banco Popular, por la
simbólica cantidad de “1 EURO”. Durante toda la noche han estado los
ejecutivos de Banco de Santander para hacer la oferta que se les había
requerido, según nos ha explicado su presidenta Ana Patricia Botín.
Con un
patrimonio neto de 10.776 millones de euros, 84.163
millones de recursos de clientes y rentabilidad positiva en el margen de
intermediación. De nada valen las cuentas auditadas ni el historial de banco
más rentable. La decisión debía de haberse tomado hace algunos meses. Daba igual todo.
El experto
independiente había tasado entre 2.000 y 8.000 millones la posible necesidad de
capital. Siendo esta última la situación más extrema. Un amplio abanico basado
en suposiciones que nunca son determinantes, sino probabilísticas. Y que Banco Santander pretende
cubrir con una ampliación de 7.000 millones, que en base a sus expectativas de
negocio le debería de producir una rentabilidad del 12 o 14%.
El dictamen de la J.U.R. de la Unión Europea, así se lo ha
hecho saber al F.R.O.B. español, el cual ha llevado a cabo la operación, ha sido el siguiente:
·
Reducir
el capital social del banco de 2.098 millones a cero.
·
Ejecutar
una ampliación de capital con exclusión de derecho de suscripción preferente
por importe de 1.346 millones, para los instrumentos de capital de nivel 1.
·
Reducción
de esta ampliación de capital a cero euros.
·
Simultáneamente,
hacer otra ampliación de capital con exclusión de derecho de suscripción
preferente por importe 684 millones, para los instrumentos de capital de nivel
2.
·
Designar
al Banco Popular como banco agente para la realización de las operaciones necesarias
descritas anteriormente.
·
Transmitir
a Banco de Santander la totalidad de las acciones resultantes de la conversión
de los instrumentos de nivel 2.
Gráfico diario (Visual Chart) que muestra la tremenda caída de la cotizacíón desde el 11 de mayo. |
Y como consecuencia de todo, el banco de Santander se hace con el
banco Popular por la irrisoria cantidad de ¡1Euro ¡
También es
la primera vez que la J.U.R. actúa desde su creación , ni con Banca Monte dei
Paschi di Siena, ni con Deutsche Bank lo hizo antes. Y había materia también.
Se ha
optado por la solución más extraña, y también más populista, descartándose las
otras dos: la adquisición por otro banco a precios que fijase el mercado
(subasta) o una ampliación de capital, que por difícil que estuviese tampoco
era imposible. No podemos olvidar que no hace mucho tiempo, diciembre-16, el
BBVA llegó a valorar en más de 1,20 € las acciones, lo que daba en números
redondos un valor de 5.000 millones de euros. Hoy valen cero euros.
También Bankia y Sabadell se habían interesado en su adquisición. Y no
olvidemos que Banco Sabadell se hizo con la CAM con un esquema de protección de
activos de 20.000 millones. ¡Eran otros tiempos!
El ministro De Guindos, dando confianza sobre el banco |
El cese hoy
de Emilio Saracho y su reemplazo inmediato por José García Cantera, actual
director financiero del Santander, no deja lugar a dudas de la rapidez de los
acontecimientos para borrar cuanto antes el recuerdo de esta operación tan
extraña y populista. Eso si, legal de momento.
Ahora nos
queda por ver que hacen sus accionistas de referencia, como la sindicatura con un 9,6%,
Allianz con un 3,5%, Credit Mutuel con el 3%, el grupo chileno Luksic o el mexicano Antonio del
Valle que ya invirtió en 2012 y sumó más hace poco.
Probablemente
veamos mucho trabajo para abogados y jueces en los próximos meses, años. ¡Al
tiempo!
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