Así es, la del anterior gobierno parece que se quedó corta. Fue dura y bien que se aprovechó por muchos empresarios, hasta que los jueces de lo Social interpretaron mejor la norma y la aplicaron, muchos trabajadores se vieron en la calle, con indemnizaciones ridículas y muchos años de trabajo en la espalda, por el simple hecho de que el empresario preveía perdidas en el futuro.
Viene esto a cuento hoy, por que los agentes sociales –empresarios y sindicatos- no llegan a acuerdos en temas trascendentales. Ni podrán llegar nunca. El gobierno se ve ahora, al igual que hace casi dos años el anterior, en la situación de tener que legislar, sin acuerdos previos. ¿Para que lado se inclinará? Para mi todo apunta que hacia el empresarial, otra vez. Al fin y al cabo es el que crea y destruye el empleo, cuando lo considera conveniente.
Hoy, echando gasolina en Coslada, todos los surtidores estaban en situación de prepago. Había que ir, esperar, dejar la tarjeta o el dinero, repostar, volver a esperar, pagar y marcharte. El cliente se había convertido en un empleado gratuito. Los cuatro o cinco puestos de trabajo que esa estación de servicio tenía para expender gasóleo o gasolina, se habían extinguido hace años. El negocio no daba para pagar esos sueldos. No importa, el que lo necesite hará de empleado gratuito y sin derechos de ningún tipo. ¿Notó el bolsillo de los clientes la desaparición de esos sueldos? No. Lo notó la cuenta de resultados del negocio. Aumentó el beneficio.
Así es todo. ¿Cuántos empleos de este tipo han desaparecido, sin que fuera en beneficio de los clientes y si del empresario? -Muchos ¿Se acuerdan del cobrador del autobús, o del ayudante del metropolitano, que abría y cerraba puertas, avisando y evitando que estas pillaran a alguien? ¿Qué peso tenían estos empleos en el coste del servicio o del producto? Ridículo.
El empresariado no tiene límites conocidos que se sepa para la tasa de beneficios. Esta puede crecer tanto como sean capaces de recortar costes y aumentar precios. Tarea prioritaria en cualquier empresa que se precie de tal. Y esto no puede ser. Todo tiene un límite y más cuando se trata de espacios temporales en los que la innovación no aporta nada al proceso.
Ahora además, el empresariado ya no invierte, pide prestado, con lo que el coste financiero asociado a la producción, a veces muy elevado, debe de ser contrarrestado con otros factores y no queda otro más que los salarios y los derechos adquiridos durante años de entrega y trabajo, sin distinguir entre periodos buenos y malos. Los trabajadores no participan de esos años de bonanza, pero si se les quiere hacer partícipes de los años menos buenos.La técnica de la subida constante de precios, que a su vez servía de referencia, mala, pero era una referencia para la actualización de salarios, se ha convertido en un nuevo objetivo de los intereses empresariales para desligar salarios e IPC. Liguémoslos a la productividad, que la contabilidad creativa ya hará su trabajo, parece ser la máxima actual.
Al final, esa labor social que indirecta y ciertamente hacía el empresario, arriesgando, emprendiendo, trabajando y creando empleo, por lo que obtenía buenos beneficios en años buenos y no tanto en años malos, se habrá convertido en un “usar y tirar” del empleo. Si alguna(s) buena(s) conciencia(s) no lo impide(n).
Muy buen post, y muy bueno el ejemplo de la estación de servicio, ese es un tipo de trabajo que se reduce y se pierde calidad en la atención al cliente.
ResponderEliminarSiempre he pensado que la innovación tecnológica de primeras conlleva la reducción de puestos de trabajo, pero inmediatamente da la oportunidad de nuevas profesiones u oportunidades, como es el caso de la informática y los ordenadores: lo que hacían 10 hoy lo hace uno con un ordenador, pero por contra se ha conseguido que la propia herramiente explore nuevos caminos y retos para empleados y empresarios.
Por último, no quiero desviarme mucho, y sobre lo que dices, estoy completamente seguro que todos estos derechos que, como ciudadanos y trabajadores, estamos perdiendo, no se van a recuperar, con la excusa de la "marea" de la crisis se nos están llevando derechos que se han tardado muchos años en conseguir y no van a volver a esta "orilla".
Gracias por tu comentario. Efectivamente, la innovación y el desarrollo de nuevos sistemas y/o modelos sí aportan valor añadido al sistema productivo y también permiten mejorar los beneficios de forma honesta. El resto de actuaciones que se llevan a cabo van en detrimento del empleo y a favor de la codicia insana. Saludos
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