El desequilibrio de
financiación territorial en España es un problema real que afecta la
cohesión social y el desarrollo equitativo de las regiones. Resolverlo requiere
un enfoque equilibrado, basado en datos y con un diseño cuidadoso para evitar
exacerbar las tensiones políticas. Es un desafío clave para garantizar que
todas las comunidades autónomas puedan ofrecer servicios públicos de calidad y
oportunidades similares a sus habitantes.
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Cuadro 1 |
Recientemente, un
libro escrito por Francisco de la Torre y Jesús Fernández-Villaverde: “La
factura del cupo catalán” pone en el punto de mira este delicado asunto. El concierto catalán firmado por ERC y PSC para que Salvador Illa salga
investido como presidente de la Generalitat (ago-2024), con todas sus
consecuencias.
Según los datos que manejan los autores del libro, correspondientes al año 2022, datos difíciles de obtener según manifiestan, la financiación autonómica era ese año la siguiente (ver cuadro 1)
Así y a simple vista
ya se puede apreciar una singularidad muy acusada en la financiación del País
Vasco y Navarra, la segunda y tercera comunidades más ricas después de Madrid. La
cuarta es Cataluña, la que ahora quiere obtener esa ventaja de acuerdo, concierto
o cupo similar.
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Cuadro 2 |
Si clasificamos ahora
las comunidades autónomas por su “renta per capita” (cuadro 2) podemos observar cómo se
acentúa todavía más el privilegio del País Vasco y Navarra, sin perder de vista
a Cataluña. Comunidades ricas con un exceso de financiación a todas luces.
Cuyo problema sin duda está en el gasto por habitante con Navarra (7.803
€/hbte) a la cabeza y Andalucía (3.408 €/hbte) a la cola. Es un principio de la
economía no gastar suntuosamente. Que pueda haber diferencias de precio entre
comunidades no justifica en modo alguno esa diferencia de gasto y
consecuentemente de financiación. La media de España es de 4.225 €/hbte.
Según uno de los
autores, Jesús Fernández-Villaverde, la financiación se dedica principalmente para:
•Pagar la sanidad
pública
•Pagar la educación
pública
•Pagar servicios
sociales como la dependencia y similares
Por lo que aún se
entiende menos la fórmula empleada para establecer el cupo o concierto.
Al final y como
conclusión se puede decir que el establecimiento de estos cupos qué se
revisan cada 5 años, no se firma y es extraparlamentario, están a
la espera de los votos para negociar. Y eso no puede ser.
En este último cuadro
se puede apreciar el diferencial entre la renta "per capita" y la
financiación autonómica con base a la media ponderada de ambos. Donde Madrid
está claramente perjudicada, más allá de los beneficios que por ser capital conlleva.
Por mucho que uno de los autores del libro diga que no le entendemos.
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