lunes, 19 de mayo de 2025

Privilegios territoriales

                El desequilibrio de financiación territorial en España es un problema real que afecta la cohesión social y el desarrollo equitativo de las regiones. Resolverlo requiere un enfoque equilibrado, basado en datos y con un diseño cuidadoso para evitar exacerbar las tensiones políticas. Es un desafío clave para garantizar que todas las comunidades autónomas puedan ofrecer servicios públicos de calidad y oportunidades similares a sus habitantes.

Cuadro 1

        Recientemente, un libro escrito por Francisco de la Torre y Jesús Fernández-Villaverde: “La factura del cupo catalán” pone en el punto de mira este delicado asunto. El concierto catalán firmado por ERC y PSC para que Salvador Illa salga investido como presidente de la Generalitat (ago-2024), con todas sus consecuencias. El origen data del régimen foral vasco-navarro que se consolida en la Constitución española de 1978 en su Disposición Adicional Primera que ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales.

         Según los datos que manejan los autores del libro, correspondientes al año 2022, datos difíciles de obtener según manifiestan, la financiación autonómica era ese año la siguiente (ver cuadro 1)

          Así y a simple vista ya se puede apreciar una singularidad muy acusada en la financiación del País Vasco y Navarra, la segunda y tercera comunidades más ricas después de Madrid. La cuarta es Cataluña, la que ahora quiere obtener esa ventaja de acuerdo, concierto o cupo similar.

Cuadro 2
            Alejándome un poco del libro, con algo de contenido político también, la financiación interterritorial no debería de ir más allá de la solidaridad entre regiones con los ajustes propios de su estructura económica, las características de su población y su dispersión. Pero también sin olvidar su capacidad de generar riqueza, entiendo yo, para no desincentivar tampoco su afán de crecimiento y competitividad.

            Si clasificamos ahora las comunidades autónomas por su “renta per capita” (cuadro 2) podemos observar cómo se acentúa todavía más el privilegio del País Vasco y Navarra, sin perder de vista a Cataluña. Comunidades ricas con un exceso de financiación a todas luces. Cuyo problema sin duda está en el gasto por habitante con Navarra (7.803 €/hbte) a la cabeza y Andalucía (3.408 €/hbte) a la cola. Es un principio de la economía no gastar suntuosamente. Que pueda haber diferencias de precio entre comunidades no justifica en modo alguno esa diferencia de gasto y consecuentemente de financiación. La media de España es de 4.225 €/hbte.

            Según uno de los autores, Jesús Fernández-Villaverde, la financiación se dedica principalmente para:

    •Pagar la sanidad pública

    •Pagar la educación pública

    •Pagar servicios sociales como la dependencia y similares

            Por lo que aún se entiende menos la fórmula empleada para establecer el cupo o concierto.

            Al final y como conclusión se puede decir que el establecimiento de estos cupos qué se revisan cada 5 años, no se firma y es extraparlamentario, están a la espera de los votos para negociar. Y eso no puede ser.

            En este último cuadro se puede apreciar el diferencial entre la renta "per capita" y la financiación autonómica con base a la media ponderada de ambos. Donde Madrid está claramente perjudicada, más allá de los beneficios que por ser capital conlleva. Por mucho que uno de los autores del libro diga que no le entendemos.




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