Tras la crisis del Partido Popular que acabó
con la carrera política de Pablo Casado
y su escudero Teodoro García Ejea,
todas las miradas se dirigieron a Alberto
Núñez Feijóo (1968), que fue elegido nuevo presidente tras conseguir 2.619
apoyos de los 2.670 compromisarios que votaron en el Congreso Nacional
celebrado en Sevilla el pasado día 2 de abril. Una mayoría aplastante, propia
de partidos con escaso o nulo debate interno y con una militancia un tanto
aborregada. Es lo que hay. Lástima que no se postulara también Isabel Díaz Ayuso como alternativa,
para mí una política sincera, espontánea y luchadora. Pero no fue así y su
tiempo ha pasado.
Alberto Núñez Feijóo, es licenciado en Derecho y funcionario de Administración Local. Su
carrera política desarrollada en Galicia le ha llevado primero como jefe de
gabinete y después como consejero, hasta la vicepresidencia y posteriormente hasta la presidencia de la Junta de
Galicia, cargo este que ha desempeñado durante 13 años. Su salto a la política
nacional era muy esperado dentro de las filas populares, aun a pesar de no
haberse presentado en 2018.
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Evolución de la deuda pública con Zapatero y Rajoy |
En estos
pocos meses que lleva como líder de la oposición no se ha notado ningún cambio
en la habitual ya línea de trabajo de sus antecesores. La crítica permanente,
la demagógica propuesta de bajada de impuestos en plena crisis y la falta de un
verdadero y explícito programa de gobierno, me hacen pensar que estamos ante un nuevo M. Rajoy que tras hacer lo mismo, cuando alcanzó el gobierno; subió los impuestos,
congeló salarios públicos y pensiones, el paro llegó a cotas históricas, se
fundió el fondo de pensiones (más de 60 mil millones) y elevó la deuda pública
(+ 422 mil millones) a máximos históricos de entonces. En definitiva, nada nuevo
ni eficaz, un simple quítate tú que me pongo yo. Eso sí, echando la culpa de
todo a Zapatero.
Ahora,
con el nuevo candidato, todo será algo parecido. Aunque no lo diga ahora, Feijóo
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Las mentiras de Rajoy |
subirá impuestos, recortará salarios públicos y
pensiones, la inflación y el desempleo bajarán o subirán en función de la
coyuntura internacional, mientras que los verdaderos pagadores de la crisis seremos
otra vez los trabajadores y asimilados.
En
definitiva, una política encaminada a favorecer a los de siempre, repartiendo
el esfuerzo entre todos y haciendo cada vez más pobre a la ciudadanía.
Hoy las
encuestas le dan como ganador, yo espero que los votos no. Un gobierno de mayoría
absoluta del PP nos llevaría a un retroceso significativo. Solo ver su "nuevo organigrama" de dirección ya me produce rechazo. Más de lo mismo.
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Dirección actual del Partido Popular |
Lo que
España necesita ahora no son profesionales de la política como la actual dirección del PP, sino líderes
sociales con una buena trayectoria académica, profesional y laboral, que hagan
de la gestión del día a día su objetivo de gobierno, que acaben con los
chiringuitos, las subvenciones, las ayudas a fondo perdido, la inmigración ilegal. Que establezcan
metas y objetivos tangibles, que reduzcan el déficit y la deuda pública, que
diseñen y propicien una política laboral moderna con retribuciones salariales acordes al coste de la
vida, que acaben con la especulación de la vivienda, bien de primera necesidad,
y que fijen o comprometan su cargo al logro obtenido, sin disculpas o excusas
manidas.
Es lo que
hay, a estos ya les conocemos.
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