Con este título,
se estrenó en 1968 una película de humor, dirigida por Pedro Masó y
protagonizada por Paco Martínez Soria, en la que se auguraba el fuerte
crecimiento de este fenómeno.
Aunque el
turismo en España nace de forma tardía respecto a otros países y es dirigido a
una clientela con un alto poder adquisitivo, es en la década de los años 60 del
pasado siglo, cuando se populariza. Desde entonces no ha dejado de crecer hasta
convertirse en una parte importante de nuestra actividad económica.
Hoy España
es el primer destino del mundo en turismo vacacional y el segundo país más
visitado del mundo.
El
turismo supuso en 2013 el 10,9% del PIB en España, el 45,5% de las Islas
Baleares, el 31,2 % del PIB de Canarias, el 12,6% de la Comunidad Valenciana,
el 12,5% de Andalucía y el 9,8% en el caso de Murcia.
¿Son 65
millones de visitantes demasiados para un país de 45 millones de habitantes?
Parece
que no. Desde 2009, hemos pasado de 52 millones de visitantes a 65 en 2014. Un
crecimiento del 25% en pocos años, en los que la crisis más nos ha golpeado.
El
desembolso total realizado en 2014 supera
los 63.000 millones de euros, frente a los 59.000 millones de 2013 o los 48.000
millones de 2009.
Evolución de los ingresos y el empleo desde 2004 |
El sol,
las playas, la oferta hostelera, la hospitalidad, las infraestructuras y el
buen carácter de los españoles, son sin duda los factores que hacen de España
un destino vacacional de primera magnitud.
Pero
dicho esto, es también importante recordar que esta industria turística, también
está sometida a los gustos de la gente y como no, a la competencia (otros
destinos). Por lo que sería conveniente no basar mucho nuestras expectativas
productivas en una actividad que puede ser objeto de cambio y sumirnos en una
recesión local difícil de combatir.
Por ello,
tras esta crisis que seguimos padeciendo, sectores tan importantes como la agricultura,
la ganadería, la pesca o la industria, han visto reducido su peso en nuestro PIB, en beneficio del sector servicios que supone ya un 70% de nuestra economía. Un
sector con poca capacidad exportadora, muy ligado a la demanda interna, que nos
hace débiles ante situaciones difíciles como las que estamos viviendo.Así, en
uno de los gráficos que adjunto, donde se ve la evolución de los ingresos y el
empleo por turismo, acumulados desde 2004, podemos observar que mientras los
ingresos han aumentado un 44,18%, el empleo solo lo ha hecho un 5,78%. Es
decir no ha habido elasticidad en la curva ingresos-empleo. Mala señal. Muy
mala. Cuya explicación más sencilla viene de la economía sumergida. Ni empleado ni empleador pagan impuestos. Pero se tolera.
Y si con
esta oportunidad habida para una reestructuración de nuestra economía no lo
hemos hecho, que podemos esperar para el futuro: ¿solo turismo y servicios?.
Por último
traigo aquí un párrafo extraído de John Müller (El Mundo) en su habitual
artículo “Ajuste de Cuentas”: “no hay
un nuevo modelo económico surgido de la crisis, aunque factores coyunturales
como la bajada del crudo y la depreciación del euro pueden hacer creer que la
economía está hoy más equilibrada que antes”, a lo que también añade el menor coste de la
financiación.
Y son
pocos los economistas acreditados que apuesten por una mejora de nuestra
estructura económica. Así, el profesor Luis Garicano, brillante fichaje de
Ciudadanos, apuesta por más Innovación y menos Obras Públicas. Pero se olvida de
que la innovación va más ligada a la industria que a otra actividad y que las
Obras Públicas, no son sólo construcción sino también conservación. Una pena.
Datos obtenidos de TURESPAÑA
Datos obtenidos de TURESPAÑA
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