La desinversión de los
bancos de sus participaciones industriales, ha sido una constante en los
últimos 15 años. Y algo que está trayendo de cabeza aquellas entidades que así
no lo hicieron. Las fuertes depreciaciones sufridas en la cotización de sus
participadas les ha hecho aflorar unas pérdidas vía provisiones, restándoles
eficacia, rentabilidad y capacidad operativa.
No ha sido así en nuestras
dos grandes entidades, Santander y BBVA, que supieron deshacerse, al menos en
apariencia, de sus participaciones. Y que transfirieron en modo de deuda, de
forma que seguían ingresando en concepto de intereses lo que dejaban de
ingresar vía dividendo. Que además su posición se veía reforzada, ya que
evitaba la pérdida de valor sin menoscabo de su capacidad resolutiva como
acreedores principales. Así hemos visto inmobiliarias, que tras el boom han
sido retomadas por los bancos a atractivos precios, al capitalizar deudas. Y
que cuando las cosas cambien, que cambiarán, serán un nuevo foco de beneficios
nada desdeñables.
Todos sabemos que el
accionista de una compañía es el primero en perder si los resultados no
acompañan. No así los acreedores, que con distinta prevalencia en el orden a
cobrar pueden llegar a repartirse los activos de la compañía en disolución o
transformación. Muchos son los ejemplos que ahora podemos ver.
El fuerte apalancamiento
de nuestras empresas, responde pues a ese cambio de modelo que se ha venido
gestionando últimamente. El cambio de acciones por deuda. De accionista de referencia a acreedor privilegiado.
Y es que la banca siempre
gana.
¡Hagan juego señores!
No va más.
http://ansiadalibertad28012013.blogspot.com.es/
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu artículo, sigue escribiendo mas sobre este tema. Te comparto un blog mio donde también hablo de este tema y creo que te gustará: Concurso de acreedores
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