lunes, 18 de febrero de 2013

De accionistas a acreedores

Una reciente noticia económica que pone a ACS contra las cuerdas, en la que los acreedores parece ser la inducen a fusionarse con una u otras empresas del sector, cuestionando además la gestión de su actual número uno, el famoso y conocido Florentino Pérez, ícono del crecimiento desmedido de los últimos 20 años, que desde el anonimato de una modesta empresa como era OCP (antes Ocisa), se encaramó al pódium de nuestras empresas constructoras y de servicios, engullendo en su camino a la líder indiscutible del sector: Dragados. Así el control de esta última le vino propiciado por su máximo accionista, el banco de Santander, quien facilitó la toma de la participación de control. Dragados era una empresa vinculada desde siempre al banco Central, que tras la fusión con el Hispano y luego con el Santander, dio lugar al banco más importante de España y uno de los primeros del mundo.

La desinversión de los bancos de sus participaciones industriales, ha sido una constante en los últimos 15 años. Y algo que está trayendo de cabeza aquellas entidades que así no lo hicieron. Las fuertes depreciaciones sufridas en la cotización de sus participadas les ha hecho aflorar unas pérdidas vía provisiones, restándoles eficacia, rentabilidad y capacidad operativa.

No ha sido así en nuestras dos grandes entidades, Santander y BBVA, que supieron deshacerse, al menos en apariencia, de sus participaciones. Y que transfirieron en modo de deuda, de forma que seguían ingresando en concepto de intereses lo que dejaban de ingresar vía dividendo. Que además su posición se veía reforzada, ya que evitaba la pérdida de valor sin menoscabo de su capacidad resolutiva como acreedores principales. Así hemos visto inmobiliarias, que tras el boom han sido retomadas por los bancos a atractivos precios, al capitalizar deudas. Y que cuando las cosas cambien, que cambiarán, serán un nuevo foco de beneficios nada desdeñables.

Todos sabemos que el accionista de una compañía es el primero en perder si los resultados no acompañan. No así los acreedores, que con distinta prevalencia en el orden a cobrar pueden llegar a repartirse los activos de la compañía en disolución o transformación. Muchos son los ejemplos que ahora podemos ver.

El fuerte apalancamiento de nuestras empresas, responde pues a ese cambio de modelo que se ha venido gestionando últimamente. El cambio de acciones por deuda. De accionista de referencia a acreedor privilegiado. 

Y es que la banca siempre gana.

¡Hagan juego señores!

No va más.

2 comentarios:

  1. http://ansiadalibertad28012013.blogspot.com.es/

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  2. Me ha gustado mucho tu artículo, sigue escribiendo mas sobre este tema. Te comparto un blog mio donde también hablo de este tema y creo que te gustará: Concurso de acreedores

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