lunes, 2 de noviembre de 2020

A vueltas con el COVID

Varios meses después en Wuhan llegó la tranquilidad. En el origen y epicentro de la propagación del COVID, se vive hoy como si no hubiera ocurrido nada. No así en el resto del mundo, que día a día ve como aumentan el número de contagios y de fallecidos.

Unos lo atribuyen a la férrea disciplina del confinamiento, otros al extremo control de los casos y de su seguimiento. Así que aquí en Europa y otras partes del mundo lo hemos debido hacer muy mal o algo se nos escapa.

Esta segunda ola que en España comenzó a mediados del verano sigue un ritmo ascendente al que no se le ve final. “Doblegar la curva” la frase favorita de Sánchez Castejón, que ya antes había "vencido al virus", es ahora el objetivo de las medidas adoptadas; estado de alarma a la carta, cierres perimetrales, confinamientos selectivos,…etc. Mientras, no se ha hecho nada por reforzar los equipos sanitarios, se ha seguido contratando de forma precaria y con sueldos ridículos a médicos y enfermeros. No se ha ampliado de forma notable tampoco la capacidad asistencial en las Unidades de Cuidados Intensivos, ni física ni personalmente. Algunas asociaciones médicas critican duramente la actuación política, que alejada de buscar la eficiencia va dirigida a atraerse la opinión publica y consolidar o mejorar sus expectativas electorales. ¿El COVID?...ya se pasará.

De la vacuna mejor no hablar. Un reclamo que se saca de vez en cuando para dar algo de esperanza a la sociedad, pero que cualquier persona con un mínimo de formación y opinión sabe que eso tardará mucho, si es que llega a producirse una vacuna eficaz contra este virus, que un día se originó en China, se expandió por el mundo, pero solo en China hoy se está seguro. O eso dicen.

Con los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad la situación es la siguiente:

Se puede observar como ante un número de casos diagnosticados muy superior al que se detectó en la primera ola (cuatro veces más), tanto el número de hospitalizados (la tercera parte) como el de fallecidos (la cuarta parte) son bastante menores, en términos relativos.

Cuadro actualizado a 6 de noviembre-2020


Por lo que de una primera conclusión podemos establecer que si bien la peligrosidad y letalidad del virus está ahí, parece que muchas personas no dan síntomas ni caen gravemente enfermas. Lo cual no deja de ser un hilo de esperanza y que probablemente sea el propio sistema inmunitario el que nos proteja en un futuro de esta pandemia.

¡En Dios confiamos!

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