domingo, 21 de agosto de 2016

♪ La fuerza de tu voto ♫ se nota en Navidad ♪



Rajoy y Rivera tras la reunión mantenida
El sainete en el que se ha convertido nuestra política ha vuelto esta semana a tener otro acto, el enésimo ya. El pasado miércoles día 17, tal y como prometió, nuestro presidente en funciones comparecía ante la prensa y anunciaba que comenzarían las negociaciones con Ciudadanos. No sin contar otra trola, negando haberse tomado siete días para someter a la junta directiva del PP las condiciones impuestas para que estos cambiaran su abstención por un sí. ¿Quién ha dicho eso? Le espetaba arrogantemente a una joven periodista que había osado preguntarle por ello.
En dicha rueda de prensa se le notaba confuso, nervioso y algo burlón. Varias fueron las no respuestas a los periodistas allí congregados.
Al día siguiente los portavoces de ambos partidos, PP y Ciudadanos, firmaban el acuerdo cambiando el punto sexto en el que se planteaba una comisión Bárcenas por una comisión de financiación irregular. Y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, hacia oficial la fecha de la sesión de investidura: el 30 de agosto.
Pronto trascendió que de ser fallida la formación de gobierno otra vez, las cuentas electorales nos llevaban al domingo día 25 de diciembre, Navidad, como fecha para unas nuevas y terceras elecciones. El culpable de ello era Pedro Sánchez si no cambiaba su no por una abstención. Los voceros del régimen, prestos y veloces, se hicieron eco de tamaño despropósito. Todo estaba calculado para ello. Si bien el abanico de posibilidades es amplio.
Girauta y Hernando, firmantes del pacto
En primer lugar, tal y como ya ocurrió en la elección de Ana Pastor como presidenta del Congreso, sin que sepamos de donde salieron los votos, alcanzó 179 votos afirmativos. Se especula con que eran del PNV y DiL, dos partidos de derechas pero independentistas, algo que dejaría muy mal al presidente en funciones y al partido que representa.
De no ser así, parece difícil que sea investido en esta convocatoria.
Podría entonces darse la circunstancia de que lo intentase el PSOE con Podemos y los partidos independentistas de izquierda, ERC y Bildu, más algún apoyo o abstención de PNV y DiL. Un poco complejo, dicha sea la verdad, que se pusieran de acuerdo esta serie de partidos cuyos objetivos son tan dispares.
Luego nos queda que lo volviese a intentar Rajoy tras las elecciones vascas, si el PNV necesita de apoyos para gobernar. Y también, que por fin, Rajoy se echase a un lado y lo intentase otro candidato del PP, lo que podría llevar al PSOE a una abstención técnica de mínimos, es decir, la abstención de once diputados del grupo socialista.
De no darse ninguna de estas circunstancias nos veríamos votando el día de Navidad por tercera vez y sin que con seguridad se aclarase el panorama político, con lo que Rajoy seguiría en funciones y batiría el record de legislaturas presididas por él, cuatro; X, XI, XII y XIII. Pero eso sí, la culpa sería de Pedro Sánchez, como antes lo fue de Zapatero. Y es que nuestro presidente en funciones es todo un artista de las argucias y de las trolas.

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