miércoles, 8 de junio de 2016

La herencia de Rajoy



Siga o no siga en el poder, lo peor que nos va a dejar el actual presidente en funciones Mariano Rajoy no es una deuda descomunal o un déficit desbocado o un empleo precario y mal pagado, no. Es un país dividido y enfrentado. Con un auge nacionalista cada vez más arrogante y desafiante, que nos sitúa otra vez en la casilla de salida.
España está polarizada. De estas elecciones solo puede ya venir; un gobierno liderado por él, lo que viene buscando desde el 20D, o un gobierno comunista liderado por Pablo Iglesias.
Para ambos supuestos el PSOE tendrá la llave. En el primer caso bastaría con la abstención. En el segundo debería sumarse a Unidos Podemos. Ambas situaciones serán malas para el PSOE y su futuro más cercano.
Sánchez Castejón prometiendo lo que no hizo
La primera porque brindaría un gobierno a quien peor lo ha hecho en España en los últimos 40 años y que es su adversario político e ideológico. El mismo que desde 2008 ha empleado más mentiras para desbancarlos y desacreditarlos ante la opinión pública y al que no han sabido responder adecuadamente.
En la otra situación debería de apoyar a quien hace pocas semanas le negó el pan y el agua, Pablo Iglesias, convertido en un líder con mucha retórica pero ninguna propuesta sensata y viable. Que ha ninguneado al PSOE y a su líder, Pedro Sánchez, como si fuera un partido sin historia ni prestigio.
¿Cómo se ha llegado a esta situación?
No es fácil responder a ello. Muchos son los factores que han conducido a esta situación tan caótica.
No parece Pedro Sánchez el líder que el PSOE y España necesitan. Lo digo desde la más modesta de las opiniones. Cuando mejor lo ha hecho ha sido cuando alcanzó el acuerdo con Albert Rivera y cuando llamó indecente a Mariano Rajoy, para luego retractarse.
Rajoy bromea con Iglesias
Sánchez Castejón ha ido mejorando sin duda a lo largo de este tiempo. Desde aquel tuit en el que prometía primarias en noviembre hasta ahora se ha ido centrando. Pero sigue siendo una verdadera incógnita su verdadero pensamiento. Y que una persona como Susana Díaz, sin bagaje, sin preparación y sin ideas, solo con verborrea, pueda llevar haciéndole sombra tanto tiempo, da una fiel imagen de lo vacío de su liderazgo.
¿Qué está dispuesto a hacer para llegar al poder? Pues no lo sé, ni ya me importa. Votaré a otro partido, que estoy seguro jamás apoyará al farsante de Iglesias.
Días después de escribir este artículo, Rajoy nos sorprendía con otras de sus frases: "Hacerse el simpático con los extremistas no conduce a nada". Algo que contrasta con su actitud hacía Iglesias y lo que representa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario