domingo, 14 de septiembre de 2014

9 de Noviembre, "La Consulta"



En un anterior artículo “El Referendum catalán” exponía mi personal opinión al respecto. También en “España y Cataluña, las dos preguntas” reforzaba mi teoría anterior.
Hoy quiero volver a incidir sobre este asunto, de suma importancia para la estabilidad y la paz social en España.
El pasado día 11 se celebró de nuevo “La Diada” con una notable representación de la sociedad catalanista que apuesta por la independencia. Entre 500.000 y 1.800.000 personas se debatía la participación en tal efemérides. Además este año se cumplía el 3º centenario de “la lucha de los barceloneses y de todos los catalanes por defender un sistema jurídico, un entramado de libertades individuales, estamentales y políticas, frente a las arbitrariedades de un monarca absoluto”. 

Quedan poco menos de 2 meses para que llegue la fecha señalada para la consulta, que según todos los indicios se realizará sí o sí.
Artur Mas, el día de la celebración
Hasta ahora el gobierno solo apela a la ilegalidad de la misma, algo correcto, y ya se lanzan rumores de que Arturo Mas podría ser condenado a 15 años de cárcel. Algo menos correcto, por no decir absurdo y fuera de toda lógica.
Que la consulta sea ilegal y por lo tanto no tenga validez jurídica, está claro y meridiano en la Constitución Española, artículo 92, apartados 1, 2 y 3.

Que su convocatoria sea un delito, “es harina de otro costal”. Tanto el derecho de reunión, como de manifestación y de libertad de opinión y expresión, están también regulados y garantizados en nuestro ordenamiento constitucional. Y esa consulta, sin validez jurídica alguna, no es otra cosa que una manifestación, una reunión y una expresión libre.
Jordi Pujol y su esposa Marta Ferrusola
Vuelvo pues a insistir que la mejor acción de gobierno, sería autorizar la consulta, no vinculante por supuesto, de forma que los catalanes en libre actuación se manifiesten al respecto. Matizando además la pregunta, incentivando su concurrencia y valorando justamente la respuesta. A partir de ahí, adaptar la legislación para que en un futuro no muy lejano se pueda llevar a cabo ese refrendo secesionista, acabando así de una vez por todas, con un cuento que solo sirve para alimentar a unos aprovechados, que hacen de un tema tan delicado, peligroso y populista su “modus vivendi”, tal y como se ha demostrado con su máximo representante, Jordi Pujol, el cual ha estado robando a los catalanes y a los españoles, por extensión, durante más de 30 años. Y lo peor de todo, es que a este más que presunto delincuente, aún no se le haya detenido y puesto a disposición judicial, a pesar de todas las pruebas e indicios que se hayan en manos de la policía, de la fiscalía y de los juzgados.

¡Seguimos muy mal representados y peor gobernados!

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