De los brotes verdes a las raíces vigorosas

De aquellos “brotes verdes” de Elena Salgado a “las raíces vigorosas” de Mariano Rajoy, pasando por “los rayos de esperanza” de Luis de Guindos, todo es de momento retórica, sin base ni datos que lo sustenten. El presidente también ha animado a “dejar de lado a aquellos que no tienen más objetivo que decir lo mal que van las cosas”, olvidando que durante muchos años fue su único argumento: el catastrofismo. Colaborando y propiciando el mismo, tal y como declaraba entonces su ministro Cristóbal Montoro al dirigirse a la diputada canaria Ana Oramas: "Que caiga España que ya la levantaremos nosotros". Casi tres años después no hay un solo dato que avale su trabajo.

En el gráfico mensual del Ibex-35, se puede ver cronológicamente las frases antes mencionadas y el comportamiento de un indicador que no falla.

Hoy empieza el nuevo curso. En esta ocasión con reválida, primero en Mayo y luego en Noviembre, si no se altera el programa previsto. Por lo que se espera un despliegue mediático acorde con la ocasión. “Todo a cien” puede ser el eslogan apropiado.

Para empezar, el ministro Gallardón, hace una propuesta de reducir el número de aforados de 17.621 a sólo 22. Ahí es nada la reducción. Y además asegura que "En España ha habido corrupción en un grado inaceptable". Lo cual dicho por el ministro de Justicia, con ningún caso escandaloso resuelto – léase; Gürtel, Urdangarín, Bárcenas, Eres, Bankia, Pujol- es cuando menos alarmante.

Pero volvamos al curso que empieza. España ha crecido en el último año el 1,2% en su PIB, merced al consumo interno, pero restando la demanda externa por primera vez en cuatro años, ligado a la debilidad de países como Francia, Alemania e Italia. Lo cual nos presenta un panorama altamente alarmante.

Los datos de empleo se han visto notablemente mejorados al principio del verano, aunque sigamos con una tasa de empleo vergonzante, solo justificada por la alta tasa de economía sumergida que parece algo inabordable e inextirpable. Pero ahora se presenta un mes de rescisión y finalización de muchos contratos creados al amparo de nuestra industria turística.

La deuda pública ya ha superado el billón de euros y apenas soportamos pagar los intereses. El déficit continúa. Y aunque se trate de disimular con el nuevo cálculo del PIB (prostitución y drogas) no dejará de ser una deuda inasumible, hoy por hoy.

Así que señor Rajoy, espero que podamos seguir votando aquellos que no vemos su película, ni nos gustan los actores, ni el guión de la misma.