No es de
ahora, es de hace mucho tiempo. Nunca he entendido por que una inflación
moderada – del 1 al 3%- era algo positivo para la economía. Hace algunos años,
los gurús de la economía hablaban y ligaban inflación a empleo. ¿Se trataba de
un mensaje engañoso? No lo sé.
¿Pero
vale esto en macroeconomía? Veamos.
"¿El dólar asustado?" |
La
inflación no es otra cosa que el aumento de los precios. O sea, que las cosas
valen más caras con el simple paso del tiempo.
¿Y por
qué valen más caras? Los motivos técnicos pueden ser varios y diversos, como
una escasez de una determinada materia prima, un exceso de demanda de la misma,
una catástrofe natural que daña el tejido productivo de un país exportador,
etc., etc. Es decir, situaciones determinadas que afectan al libre concurrir de
la oferta y la demanda, en la búsqueda de su punto de equilibrio.
Pero hay
otras situaciones que hacen subir los precios y no responden a cuestiones
meramente técnicas. Como pueden ser, los monopolios, cárteles u oligopolios,
cuyo establecimiento de precios se hace de forma pactada en contra de la buena
competencia y de las leyes del mercado.
Ahora por
ejemplo, el elevado endeudamiento de empresas, que les lleva a subir precios y
disminuir salarios, para aumentar márgenes y poder así hacer frente a los
elevados gastos financieros incurridos.
Paradojas de la vida |
Esto
además es más notable en productos y/o servicios de acuciante necesidad, por lo
que su efecto es letal para la economía doméstica.
Que los
precios bajen (deflación), o no suban, no debería ser motivo alguno de alarma. Si
lo es la denominada estanflación, situación de estancamiento económico, en la
que los precios siguen subiendo. Y es esta la situación que yo más bien veo en
España, a pesar de los índices oficiales al respecto. No olvidemos el afán de
desindexación de la economía española, que tiene el actual gobierno.
Pero los
medios, no dejan de alertarnos sobre el peligro de deflación:
“España, el país con más riesgo de caer en deflación”, “La deflación acecha a España”
o “El Gobierno niega el riesgo de deflación tras la caída del IPC”.
Mensajes
alarmantes, cuyo mejor y casi único argumento es que la deuda se perjudica con
ello. O sea, que para beneficiar al deudor, se prefiere perjudicar al
trabajador o pensionista. Argumento pueril e interesado. El que debe, se endeudó en unas
condiciones, y no puede pretender que una inflación venga en su auxilio. En
cambio el trabajador, si ve reducir los precios, adquiere un mayor poder
adquisitivo, con ello dinamiza la economía, se genera empleo, se produce más y
el ciclo se expande.
¡No nos
dejemos engañar!
Excelente artículo. Con tu permiso, esto va como colaboración directo a mi blog.
ResponderEliminarGracias Vicente, por tu elogio y por la difusión. Un abrazo.
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